Teatro / Críticas

Teatro / Críticas (208)

 Selva, Libertad y Madre transitan sus días en la serranía cordobesa. Sus cuerpos están anclados en una realidad abastecida por la ausencia de una Padre-Esposo que articula el ecosistema emocional de sus existencias. Esa realidad se abastece además con el endiosamiento de la religión que conjuntamente con el costumbrismo pueblerino bordea y alimenta sus espíritus. El misticismo es un disparador espeso que termina monitoreando y configurando todos los signos del ecosistema de todo lo que les pasa-pasó-pasará.   “Traslasierra”, es una obra con varias capas dimensionales.: La dramaturgia (Gabriel Cosoy) se construye una mecánica de vínculos espesa, sórdida, oscura y en ese espiral gira un primer gran mérito.   El otro robusto logro estriba en el tránsito de los cuerpos por el espacio, en la desconexión (buscada) evidente que se traducen (todos) los vínculos. Se hace evidente una lograda patina en la que se trasunta palabra y acción que se desairan en su conexión. La dirección (Gabriel Cosoy), aposto a que en los ojos de (todas) las actrices (Susana Arata, Gabriela Illarregui, Florencia Mattioli, Graciela Strappa), sea el ojo del huracán de lo que allí se cocina. En los logrados trabajos de cada una de ellas, está la llamarada incendiaria de esta…
Se abalanza como un corcel negro arrasando todo a su paso. Su corcoveo es impetuoso, estilizado, con suma clase e imantando todo a su paso. Ese deslizamiento lo hace con naturalidad, sin pretensiones, sin alardes para hablar de un gran tema.  “Como si pasara un tren” tiene el poder que siempre provoca el poder-contundente de historias “pequeñas” y frescas que acontecen en nuestra interminable pampa. Esta estupenda creación de Lorena Romanin conjuga una poética simple y universal la cual viene en un envase provisto de encanto, ternura y al mismo tiempo de hilaridad.   Esta comedia dramática de una hora de duración narra la historia de Susana (Silvia Villazur) y su hijo Juan Ingacio (Guido Botto Fiora), quien padece un retraso de maduración. La sobreprotección de Susana encadena una espesa atmosfera que no hace más que potenciar la dificultad que sufre su hijo. Ellos tienen un vínculo que mixtura el amor con una historia de yerros por parte de una mujer cuya vertical y excesiva autoridad ha contaminado y logrado asfixiar el afecto rancio que se profesan.   Las rutinas que jalonan los pueblos de nuestro país tienen otra espesura a la de las grandes urbes. Sus rituales, sus sentenciosos…
Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo. Oscar Wilde   El hechizo que provoca es un tsunami de belleza. El impacto que provoca el deslizamiento del mar de palabras es de una seducción irresistible. La dulzura y el encantamiento con que está construida esta excepcional pieza teatral la han convertido entre lo más logrado del teatro alternativo en 10 años a esta parte. Soberbia creación que tiene como motor la palabra al servicio de la poesía, siendo este el puente entre el cuerpo y las emociones que nos llevan al país del alma,  donde nos elevamos de la densa realidad circundante.   Mariano Moro se arrojó con su pluma al embravecido mar de Lope de Vega. El chaval fue un genio en lo suyo en la época dorada del arte español. La destreza de escribir aun imanta todo a su paso. Y lo hace en este desierto con que la nomenclatura sajona ha construido lo que llamamos la capa principal de la realidad. Sacudirse y ejecutar ese “mantra” es una odisea en los tiempos líquidos, de título-bajada (despreciando de contenido) y donde el vacío esta a merced mayormente de lo que…
Los negros nubarrones que se descargaron como una furiosa tormenta en los años 70 en Argentina se han ido. En realidad no. Están ahí. Al acecho. La memoria actúa como pararrayos para manifestar el recuerdo (dolor) y para que la evocación (elegía) emerja en lo alto acudiendo como antídoto ante el olvido. Siempre que el arte se pronuncia sobre ello es no solo un hecho a imitar, sino también a desconectarse del frenesí contemporáneo y a adherir con aquello que tanto atropello género a miles de seres.       "El Familiar" es una obra sin más alarde que narrar los tremendos hechos acaecidos en el norte argentino en épocas donde la dictadura militar atropello los más elementales derechos humanos de cuanto ser se cruzaba en su oscuro, oprimente y fétido camino.     Esta concreta, simple y eficaz dramaturgia (Oscar Vázquez), narra la vida de una familia de clase media-baja de Tucumán. Vidas que veían como un musgo crecía de instante a instante carcomiendo literalmente su hogar, sus vidas, sus almas. Lo rescatable de la pluma es que no busca encandilar para lucimiento propio. Su norte es el tema, cuyo propósito se logra con palabras como “cañaveral” que anclan…
 Si hay una palabra que bucea en el universo de “Oceanía” esa es la palabra tiempo. En ella danza-gira-se sumerge esta pieza construyendo un espacio de multiplicidad de sensaciones, con paletas de colores en sus emociones pivoteando como un flipper de agitaciones que rebotan entre sí.   “Oceanía” narra la vida de tres amigos que ya no son lo que eran, aun siéndolos. Se buscan y aun estando en el mismo espacio-tiempo debaten sobre lo que fue y ya no es (¿o si?). Desde allí parte la trama y ese es el trazo grueso sobre el cual navegaran estos tres personajes y es el ecosistema al cual nos invitan a ingresar.   En su textura, está más que disfrutable propuesta (de principio a fin), sutil, fina, -insondable por momentos-, marca su norte y edifica un micro-cosmos de luces, de desencuentros y de desafíos en triple dimensión: para los actores, para la propia propuesta artística y para los espectadores para salir de su zona de un posible confort.   Lo que es un noble riesgo en “Oceanía” es que su arrojo lo hace con naturalidad, sin poses y además sin culpa. La dirección (José Dario Innella) aposto a que sean “chicos…
Mayormente en los espacios literarios del mundo se suele ponderar que la síntesis metafórica de “El Quijote”, está anclada en ese hombre (romántico) quien lucha contra Molinos de Viento (poder sajón que aun marca el paso del mundo).    Ese núcleo sustancial en la vida de Cervantes (de quien en este 2016 se cumplen 410 años de su “ida” física) y que manifestaría en sus geniales e insuperables creaciones, ha sido materializada como sustrato principal en “En ese loco de Cervantes” y cuyo logrado texto (Marco Antonio de la Parra)  marcará acertadamente el pulso de esta propuesta.   La pieza apuntala su norte sin más pretensiones que rendir homenaje a este genio que fue un adelantado en el tiempo y como nadie hablo desde nuestro gen de pertenencia cultural y de la medula espinal que aún nos sigue interpelando.   Todos estos logros están plasmados en esta pequeña aunque ponderable creación. La misma se articula desde esa pequeña habitación en la que “El Manco” exorciza sus demonios, vuelca su arte creativo, y dialoga con un tal Shakespeare.   La presencia actoral de Gustavo Manzanal motorizando a Cervantes logra adosarle un alto grado de credibilidad dado la verosimilitud lirica desde la cual dispara…
Su solo nombre genera veneración.  Sus personificaciones son un edificio que desde el cimiento hasta el dintel de su construcción compositiva tienen una riqueza actoral que solo los iluminados y los que trabajan a destajo pueden anhelar a tan encumbrado olimpo. Decir Julio Chávez no solo en Latinoamérica, sino en España, Alemania y varios países mas de Europa es decir en mayúsculas: Teatro – Actuación – Actor Sublime. En “Yo soy mi propia mujer”, - obra que está basada en la vida de Charlotte von Mahlsdorf, un extravagante personaje de Berlín del Este, conocido por coleccionar relojes, fonógrafos y muebles antiguos de la época de Wilhelm II-, Julio Chávez materializa una composición actoral que se ubica en la dimensión misma de la excelencia. Directamente este consagradísimo actor, se siente a sus anchas en su gran amor (el teatro), y directamente disfruta de dar una clase magistral de cómo se actúa. Sencillamente el rio que emana de su energía, de su océano creativo y de su trabajo de orfebre surge un caudal interpretativo que imanta a cada parpadeo. La solidez compositiva, el doble enfoque desde el cual se narra la pieza, es profuso y allana el martilleo a puro galope de información sobre la cual se habla…
    La metáfora está a la vista. Se la intuye ni bien se ingresa a la "Dark Room". Los cuatro actores y sus magnéticas presencias se posicionan en cada rincón como marcando el punto cardinal desde donde saldrá el tsunami que los habita y que despliegan con tanto desparpajo como con un controlado y estudiado erotismo.   Se sabe (y mucho), que en Brasil, el cuerpo y la piel estan mas vinculadas con sus espíritus que en esta parte del mundo. Sus vinculaciones son más poderosas, menos inescrupulosas y están despojadas de la anteojera ideológica de la distancia que marca el "pensar" y "pensarse".   La performance de estos actores proveniente de Recife ("Cia.Etc") se arrojan al escenario en medio de la penumbra. Los gemidos y sus ondulaciones llegan al público con dulzura y sensualidad. El contacto físico entre ellos y las miradas hacia el público constituyen la médula espinal de este show que tiene la premisa de ir a fondo en cada inhalación.    La vibra que los conecta se percibe en el aire. La fiereza con que se adueñan del recinto es soberbia. Al mismo tiempo la diversión se siente a medida que la danza avanza.    "Dark Room"…
El genial humorista Argentino Luis Landriscina dijo cierta vez y lo repitió hasta el cansancio preguntándose, "¿Que es que pase algo?". El ser urbano de las grandes metrópolis con el ritmo frenético de su vida posmoderna lo asocia a que a cada instante debe suceder algo extraordinario o especial digno de ser contado. O sea, algo por fuera de la cotidianidad llana de los pueblos del interior,. Desde esa mirada, con esa obturada filosofía, se considera que en los pueblos generalmente"no pasa nada"... ( ¡ )   Paula Marull (directora y dramaturga), zapatea un malambo en medio del charco y salpica para todos lados un cuadro preciso de ese retrato del imaginario social del interior de nuestro país. Su pluma encendida, su agudeza intelectual y artística, sus emociones guardadas en un cofre la llevo a sacar a la superficie una obra de tremendo impacto artístico que en la gran urbe adquiere un brillo que encandila de principio a fin a todo el auditorio.   "Yo no duermo la siesta", lleva como punta de lanza la historia de Nataly quien va a pasar un día de a casa de su gran amiga y vecina Rita. Allí pasaran todo tipo de acontecimientos…
"El amor puede tener muchísimas formas. Tiene que tener muchísimas formas. De lo contrario es tiranía, muerte, nada más." D.H. Lawrence   Beatriz Matar mete el dedo en la llaga con esta revelación que D.H. Lawrence (Eastwood, Inglaterra, 11 de septiembre de 1885 – Vence, Francia, 2 de marzo de 1930), utilizo en su sutil y magnética pluma. Este decir será verbalizado por Ramón en el surgir de la obra y pondrá de manifiesto la arquitectura cultural, política y poética de los tres personajes. Así se evidencia la magnitud de una realidad que se avecina como una tormenta y que destapara una realidad soterrada en medio de la pampa.    Un escritor (Andrés - Alejandro Velazco), estará de paso en un paraje campero argentino. Allí, se encuentra con una pareja compuesta por Laura (Verónica Alvarenga) y Ramón (Jorge Booth). El encarna al típico gaucho derrotado. Ella a una mujer que no podrá encauzar su dulzura y su rio interior en un lugar que pareciera tenerla entre rejas.    "La Amante de Lawrence" vomita rapidamente la porosidad rudimentaria en donde se cobija-cocina esta realidad. Los días transcurren en una resquebrajada realidad donde Ramón advierte que su voracidad carnal no encuentra en Laura la pasión…
Los artistas emplean los hechos como estímulos para la imaginación, en tanto que los científicos utilizan la imaginación para coordinar los hechos. Arthur Koestler   La alquimia en la cual abreva Mauricio Kartun para cada una de sus creaciones es la de un sibarita que no se conforma con lo ya conocido. Mete siempre las manos en el barro y va por más. El público (su público), ya tiene en la hoja de ruta este precepto de modo que va de antemano. Con la ilusión de bañarse en las aguas de tan arrojado creador. El anhelo es salir con una nueva cosmovisión de la vida misma y además la de ser profundamente entretenido. En "Terrenal" se asiste a una obra genial. Todos quedan (literalmente) entregados y maravillados por una obra mayúscula, fascinante de principio a fin. El auditorio queda flechado por una de las plumas más agudas y brillantes que tiene el teatro actual de Argentina (y del Mundo), y por un trio de actores que hacen las mieles con interpretaciones cautivantes.   Política  En uno de sus libros Osho comenta sobre dos hombres que están sentados en un mismo banco de una plaza durante 8 horas sin hablarse. Hasta que…
Esta literalmente despojado en su sillón. La crisis ha golpeado a su puerta. El rostro pétreo denuncia que la actual situacion lo tiene enfrascado en un lodo del cual le cuesta salir. El es un escritor ( Pablo Mónaco), y el solo teclear de su maquina de escribir no hará mas que potenciar el estado de angustia soterrada en el cual esta sumido.   La irrupción en en escena de uno de sus mas emblemáticos personajes (de sus tiempos de brillo y esplendor llamado Pancracio - Gabriel Yamil-), impactara al ingresar de manera súbita en escena y la rutina saltara por los aires.   Esta opera prima de Nicolás Chinski tiene buenos condimentos en la estructura en la cual se apoya esta buena obra y ofrece comicidad en gran parte de su periplo, dada la lograda empatía de los dos personajes principales y el denodado trabajo entre dirección y todo el cuerpo actoral. Si bien ello hace decantar un buen navegar y que la obra no encalle, se advierte que aun la obra tiene mas brillo por mostrar, dado que la química actoral de todos sus componentes tienen buenos quilates para hacer traducir en mayor riqueza artística.   El núcleo…
Su voz es cautivante. Su mesurado histrionismo provoca encantamiento. La poesía que sostiene el show es bella y se articula con eficiencia y solvencia. Bajo estos tres componentes se apoya el logradísimo show "No es mi planeta esta ciudad" que Delfina Braun brinda cada jueves (cada 15 días) en Moliere Teatro y que durante una hora tiene eclipsado al auditorio. Helena (Afrodita - Delfina Braun) es una estatua que cobra vida en medio de una gran metrópoli. Allí se siente asfixiada en cuerpo y alma por la realidad que le toca experimentar. La composición tecnológica y su metal vaso comunicante la sofoca. Sumado a ello se encuentra el caos-ruido-diario urbano de Buenos Aires. Su crisis ira en aumento cuando advierta lo resbaladizo y agrietado que le resulta a su vida absorber la composición política del nuevo escenario para El Amor. Esa es la densa realidad que le toca atravesar en su nuevo estado. Este último ítems (El Amor) será el motor de la pieza y sobre el cual viaja como sub-trama este bello espectáculo que seduce en cada instante de su muy bien pensado show. Para ello se instrumentó un lenguaje compuesto primordialmente de su voz (exquisita), de una puesta…
Su alma esta desolada. El desierto interior que la rodea es tan "fértil" como la soledad que la circunda. Su drama es furioso. El tema que la convoca a su diatriba es tremendo. Desojar su lacerante dolor se torno imperativo y allí esta su voz para lanzar las llamaradas que incendian su espíritu   Aimé (Laura Nevole) es parteneire de una fiesta organizada por Guzman. Ella esta disfrazada por una peluca, por una carterita y un ajustadísimo vestido. Ese disfraz sera metafórico y evocativo del tornado cultural que marca como una cicatriz tanto a uno como a otro.      Ella esta encerrada en ese laberinto. Esclavisada. Sometida por ese martirio narra las peripecias que lo toca atravesar con un indisimulado incordio.    La pretérita violencia que configura su universo denuncia un estado de descomposición en lo político. Ese escenario la posee a ella de rehén y sera Gúzman el amo que la tiene entre esas rejas culturales, éticas y políticas que la someten en una encerrona tal que necesita vomitar con furioso frenesí. Allí estarán uno y otro, "dialogando" en medio de una fiesta tétrica, donde el martirio sera la consecuencia de un devaneo tan desdoroso.   "Trópico del…
A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.Oscar WildeLa vida. Sus intrincados caminos. El buscar trascender. Los desafíos que ello implica. Sus resbaladizos senderos suelen traer aparejados moretones en nuestras existencias. Pese a ello o a pesar de ello, seguimos intentando lograr el propósito de nuestros mas anhelados sueños, sean estos los mas quiméricos o terrenales. Mixturado con ello, luchamos para que nuestro latir diario nos lleve a un buen vinculo con aquellos seres que constituyen el delta de nuestra vida.   Lorena (Anabella Bacigaluppo) tiene a su hermano Sergio (Patricio Aramburu), a su vez sera la amante de Javier ( Nahuel Cano) y es la novia de Adrian (Alejandro Hener). A su vez ellos se desdoblaran en Silvia, ex-esposa de Sergio (ambos Padres de Camila), y actual pareja de Javier.    Este racimo de personas son los protagonistas de un "circulo-rectangular" que obliga a los protagonistas a andar chocando por los bordes de estas figuras que los engaña todo el tiempo y los obliga a exorcizar todo el tiempo la multiplicidad de bemoles emocionales. El ir y venir (entra y salir) de cada personaje en frente…
Se dirige desde el mismísimo comienzo como un albatros que cae a toda velocidad hacia el océano. Cuando llega cae como un meteorito impactando y dando como resultado una ola que explota bañando toda la platea. La pregunta que uno se hace ni bien comienza tan descomunal obra artística es si sostendrá su rutilante comienzo que hechiza a todo el recinto. La obra no solo que lo logra sino que aumenta la dimensión del universo yendo por más a lo largo de la obra. Tres personas. Una es un abogado quien llega a pleno campo donde se encuentra con dos personas que tiene el rasgo distintivo de ser rusos que balbucean algo en castellano. La entrada en escena de los tres actores es magistral ya que se centrifuga en ellos un contenido maremoto que ira crescendo durante todo el recorrido de la pieza.   La puesta en escena es proverbial. La estructura edilicia que recrea el mundo campero es admirable. El ecosistema sonoro tiene un logra que vincula y potencia aún más los vínculos entre los tres personajes que tienen un resquebradizo vinculo dando como resultado un fragmentado enlace que como un tobogán va y viene durante todo el desarrollo.…
Impacta por el desparpajo actoral.  Emociona por la viceralidad de los tres actores  la cual es magistral. Imanta la platea con una performance en clave de clown y  logra una profusa cosmovisión en su metafísico andamiaje que transita durante todo el recorrido. El Velorio es una propuesta valiosa y arriesgada.  Tiene una propuesta entre cómica y dramática en cuanto a la “convocatoria” de los tres  personajes a un velorio que traerá un torbellino de sensaciones y un mar de lágrimas  que hablara de la angustia que los gobierna. De todos modos el logro principal de ello radica en la enunciación del tema, más que en la solificación de una dramaturgia que no  logra ratificar lo que todo el tiempo amaga en cada tramo de esta pieza de poco más de 55 minutos de duración. Cada fragmento de esta pieza es tomado por los actores logrando dinamitar el discurso y  hacerlo volar por los aires para darle una mayor dimensión y encarnadura a la de por si  profusa cosmovisión que sugiere el texto en todo su recorrido. Lo que no logra la obra es enlazarse en un determinado momento –cuando lo pide la pieza- es el matrimonio entre la  dramaturgia y la propia acción. Es como ese…
Emanuel “Manu” Goldford es auténtico. Visceral. No se esconde nada. O sí. Lo ha hecho mucho tiempo (quizás) o no. Ello no lo sabemos hasta que oye ese llamado en su contestador. Ese mensaje en su casa de Hamburgo de un profesor llamado Gebard motivara un incendiario, lapidario, lacerante y vomitivo arrebato discursivo en este judío que dirá las cosas por su nombre y nada podrá detenerlo en su verborrágico alegato. Es meticuloso. Preciso. Conjuga ser medido y desmedido al mismo tiempo. Brillante aunque al mismo tiempo se considera un fracasado en su vida. "Manu" desgrana su vida. Comenta y documenta demoliendo el mensaje en su contestador. Le repugna escuchar "ciudadano judío". ¿Porque no simplemente Judío?", se pregunta y exhorta al profesor que ha osado sentirse superior. Que ha tenido el tupe de la solidaridad. De mirar desde arriba. Gerardo Romano compone un personaje escudriñado por el pincel de un orfebre. El texto está metido en su piel. Se agiganta cada concepto en su boca y lo sabe administrar por su aquilatada experiencia,y al mismo tiempo porque tiene unos cimientos tan solidos que dan cabida un relato soberbio. Justamente será la discursividad narradora uno de los grandes aciertos. Cree en…

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