Teatro / Críticas

Teatro / Críticas (208)

Se planta desde el mismísimo comienzo con una postura que inmanta. Lo que cuenta lo narra con la estatura de quien sabe de lo que habla. Lo dice con la bravura de alguien que siente furia en sus venas. Lo suyo no es una pose. Vaya que no lo es. Mamita, vocifera literalmente en voz, cuerpo y espiritu. Su mantra es una poderosa arma para exfoliar etiquetas en el imaginario social con el cual la mujer ha sido colonizada. De aqui y de ella el genero ¨debil¨, se debate ante un cumulo de situaciones que han llevado por un derrotero de extravíos varios: mujer objeto, banalidad, subjetividad artificial, tabúes varios, y un largo etc.    Mamita es una obra de danza que entretiene y subyuga. Lo hace por su dinamismo, por lo versátil y por lo original de la propuesta. Las microescenas conjugan esa mujer conquistada por imaginarios de plástico y llenos de vacío. La mujer en un tupper es una muestra cabal del empaquetamiento del cual va la pieza. La obra comprime asi de manera contudente el núcleo atávico de la estupenda creación.      Sol Gilgori propone en su manifesto una escaleta en la cual la exageración es la norma. Esta…
¨La esperanza es el peor de los males, pues prolonga el tormento del hombre¨. Friedrich Nietzsche La reseña de la obra da cuenta que “Clarividentes”, va sobre el caos, la incertidumbre y el deseo. Vaya si lo es, y de qué forma.    Javier Daulte (dramaturgia y dirección), tira el mantel de la mesa y nada queda como era entonces. Tsunami de palabras. Situaciones místicas, bizarras y patéticas manipulan a todos los  personajes que deambulan sin horizonte claro a la vista. La maremoto no necesita estar demasiado a la vista para entenderse. De ello va la historia. Juega a confundir y en ese naufrago uno tiene poner las velas en dirección a ese viento.   “Clarividentes” se fragmenta en tres grandes trozos en la cual los personajes van travistiendo sus subjetividades. No obstante el escenario sigue siendo el mismo: el desconcierto los dominara cada vez con más vehemencia.   La mirada de este furibunda pieza estriba en lo dicho por no pocos filósofos: La Ilustración que supuestamente traería la redención de los hombres, fue puro engaño. Basta con observar el nazismo. Los autores de la mayor tragedia del siglo XX oían opera a la noche y asesinaban personas por la mañana. …
 Abre siendo un guante de seda. En su envoltorio rápidamente se aprecia dulzura. Se arropa con la mirada fresca y calida desde ese lugar que en Baires se llama interior. Ellas son dos jóvenes dueñas de un fuerte vínculo de amor.    A medida que este nexo narra sus días, se aprecia la ferocidad del afecto mutuo que las envuelve. Ese apego y el fuerte soporte moral que las sostiene, les permite hacer frente al vendaval que tienen enfrente.     Lyza Tailor y Sofía Diambra, llevan adelante una historia que tiene el dolor como bandera, la moral como guía y el grito como punta de lanza para clamar por una ética ausente. Ellas encarnan el mito de Orfeo y Eurídice, poseedor del amor en (acaso), la expresión más sublime sentimiento y el suplicio en el cual quedara Orfeo al ver morirse en un santiamén a su adoración imposible.   El sublime mito nos sumerge en el inframundo para escenificar una historia que reflexiona sobre el hombre y su ciencia. Sobre los designios que toma en nombre de sentirse Dios ante el imperativo de tener control, o pretender hacerlo, sobre todo lo que lo rodea.    El disparador que aquí se utiliza para anclarlo en nuestra contemporaneidad es…
Sin envase, ni estructura, ni sofismas. Con la riqueza que tiene aquello que surge desde el núcleo del ser. Lo dicho por este singular personaje no anda con dobleces. Se presente con el anclaje que lo gobierna y lo vomita sin miramientos. Lo suyo es un tsunami que lo corroe. Tanto como el dolor que lo tiene ardiendo en la vida. Suplicio que lo interpela y que invita que lo propio ocurra con el público. La marea que lo aborda, provoca en su fragmentación, un impacto que desacomoda el paradigma que conforma nuestro ente. La sinapsis que genera su mente viaja al galope provocando emociones encontradas, sorpresas varias y enorme manantial en donde acampar.           "Tom Pain", es un unipersonal de una hora de duración protagonizado por Rogelio Gracia, quien narra las vivencias de un ser en la etapa de madurez, pero que no ha perdido la candidez de un niño. Ese que fue al ver la maravilla del encuentro entre una abeja y una flor no pudo resistir la tentación de ser parte y de allí salió machucado. Este disparador lo ha depositado en un escenario llevando consigo su espíritu al viento, la carne en sal, y…
Profunda. Despojada. Atractiva. Interpeladora. Moderna. Agil. Con escarceos varios. Con la risa y ojos de niebla todo el tiempo. Con las moléculas análogas en ebullición.   El tema es el parricidio. Este disparador oscuro es luminosamente tratado.  La pieza se mete en el nucleo de problema pero lo hace escindido de sentencias reveladoras. No camina rumiendo en los rincones. No se queja. Mira al problema de pie. Es un prospecto que propone. Valla si lo hace.      Y lo logra a través de una filosofía cenital que ofrece no centrarse en el que, sino en el porque. No juzga, comprende. No aplasta, libera. No vomita, sino que su psicoanalizada mirada,  ofrece alternativas que permiten sacar el látigo que castiga con el dogma moral.      Sergio Blanco escribio la pieza inspirada en el legendario mito de Edipo Rey, en la vida del santo europeo del siglo IV San Martín y en un expediente jurídico creado e imaginado por el propio Blanco en el cual se narra el juicio de un joven parricida llamado Martín Santos. Apareceran en el brevario nombres como Sofocles, Dotovieski, Freud ( y mas), quienes servirán para sustentar con mas riqueza la propuesta. No aparecen para…
Argentina y el pasado pasando. La antinomia como río en el cual se navega una y otra vez. El mismo lodo en el cual una brava mujer, la Negra Toribia, vocifera con una bravura que no te deja indiferente.   El brioso relato cabalga al son de un abc-diario colosal. Encarnación escupe los vocablos cual dragón no dejando lugar para los tibios. Ezcurra desnuda su ecosistema con un diatriba plena de vigor, sustancia y sin dobleces. Lorena Vega ha cristalizado un trabajo gigantesco. Ha domado el texto y de esa domesticación lo hace cabalgar con una dosis perfectamente administrada. La energía es ascética. La mirada mixtura la bravura de una criolla que intelectualiza tanto como proyecta emociones que hablan de su sentir. Escupe su verdad cual latigazo en el barro. La excepcional maestría se refuerza por la articulación de cada fonema. Por la riqueza de este recurso locutivo-actoral, es que la pieza adquiere un mix de veneno y dulce licor en ese fantástico monologo. Lorena Vega, tiene un don admirable en combinar en su decir: textura de seda en el color de su voz, fonética limpia y ecualiza ademas a la perfección cada trozo del texto acorde a la carga…
Fresca. Simple. Hilarante. Contundente. Bella. Ocurrente. Compleja. Pop. Cautivamente. Llena de búsqueda. Atiborrada de trabajo. Teatro puro, libre, sin ataduras, maravilloso, una brisa suave que oxigena el cuerpo, purifica el alma y descontamina la mente.   “Othelo”( “Termina Mal” –Dix), es una obra cabal. Desde el mismísimo arranque y durante los 100 minutos que dura esta impecable pieza, jamás te suelta en su vibrante ritmo que se sostiene bien arriba en todo su recorrido y logra conmoverte, fascinarte y entretenerte a dosis pura de lo mejor de la prolífica cartelera teatral porteña.   La cita es de un tal Shakespeare. Sobre un personaje llamado Otelo. Un bravo moro que nos invita nuevamente a ver su valentía, su amor por Desmenona y ese pañuelo que es el causante de la gran tragedia.   En este versión de Gabriel Chame Buendia, nos encontramos con una renovadísima, límpida, sutil y desprejuiciada mirada que encandila por su mezcla de barroquismo, coloquialismo, contemporaneidad y todo en una ensalada soberbia donde los tabúes serán saltados con una destreza admirable dejando al público extasiado y conmovido por tanta brillantes artística.   Los cuatro actores-personajes Matías Bassi, Julieta Carrera, Hernán Franco y Martin López Carzolio componen personajes descomunales. Los mismos tienen…
La historia va de (un) juglar. O bien de (un) payaso. Podría decirse que están mixturados. Es un caminante. Un ser con recorrido en la vida pero sin alarde de ello. Su pequeño-gran ecosistema es amable, cercano y puramente análogo. Esta solo, pero no en soledad. Lo rodean duendes internos y compañeros en su periplo. Lo atraviesa una poética que le da fisonomía y espesura a su universo. Su patina melancólica es disimulada por su espíritu alegre que espuelea sus días.     Llega, como siempre, a algún acampado y allí comienza a narrar su vida. Allí está el primer signo de la obra. No hay, al parecer, mucho por contar. En realidad la obra no busca impactar. El tiempo se estira y no pareciese que fuese ha ocurrir algo trascendente. ¿Qué significa que pase algo en realidad? El silencio, la complicidad con el público y la simpleza de sus anécdotas marcan su norte. Es a partir de este núcleo donde la pieza se planta. Desde allí habla. Juega a jugar. A un ida y vuelta que es un truco para esconder su cicatriz.    El (Marcelo Katz), habla en pasado y narra las peripecias con su padre y demás personajes. Las…
Han oxigenado el teatro alternativo de Baires. Lo han arropado sin alardes, con un reseteo poderoso, sin poses y con el corcoveo que tiene todo lo que reclama emerger. María y Paula Marull plantean 'en el país de la pampa interminable', una cosmovisión desde otro paradigma. La misma se corre de la megalópolis, que es la gran capital argentina, como eje. Las Marull construyen desde otra perspectiva el ¨como¨ y el ¨que¨ de los temas que nos interpelan. Ya sean los importantes y los no tanto. Al pasar por el tamiz y el talento de estas genuinas y talentosas artistas, todo adquiere una naturalidad que se agradece, un rictus menos solemne y los tópicos abordados -bajo sus alquimias-, se transforman en un néctar que alimenta.    En ¨Hidalgo¨, Susana de Torrecas (Paula Marull), es una empleada de una inmobiliaria llega a un departamento con el paso presuroso de todo habitante de la gran metrópoli. Lo que sería un trabajo estándar, de mostrar el inmueble a un potencial locatario, se enfrenta a un obstáculo: un joven esta atornillado en cuerpo y alma en el apartamento en cuestión. Esteban Bonino (Agustín Daulte) y su desdén hacia la vida, la interpela de una manera…
En una sala pequeña y oscura de un espacio teatral del barrio de Almagro se pone en escena cada viernes y sábado una obra que retrata la vida de una familia judía. ¨El ciclo Mendelbaum (100% musical)¨, intercala el diálogo con canciones para contar una historia que, en apariencia, se repite una y otra vez.   Con algunos componentes surrealistas, Sebastián Kirszner logra construir una pieza que llega muy bien al público que, en cada función logra llenar la sala -en la que solo entran cuarenta afortunadas personas-. El clan comienza con los abuelos, el Zeide y la Bobe. Le siguen tres hijos varones y dos nietos, Tití y Matías, quienes no serán ajenos al drama que a todos aqueja, aunque a veces parezcan haberlo superado.     La familia, algo distanciada en los últimos años, deberá reunirse para el funeral del abuelo, fecha que coincide con la debacle nacional de 2001. Allí comprenderán que la relación es irreconciliable porque sus rivalidades y peleas históricas siguen latentes en todos ellos. Sin embargo, años más tarde tendrán que volver a juntarse ante el fallecimiento de la abuela -que casualmente sucede en medio de otra crisis económica argentina-, lo que lleva al espectador…
Uno de los polos mas importantes del teatro off de Buenos Aires es el Teatro Excéntrico, ideado, creado y bajo cuya ala hizo emerger hace 30 años la genial actriz Cristina Banegas. Un vasto número de artistas que surgieron de este pulmón teatral y una cantidad de notables artistas se dieron la mano para festejar en la parte final del 2016 tres décadas de existencia del Excéntrico ubicado en el límite entre Palermo y Villa Crespo. El resultado es un Festival a pura vitalidad, con colas de personas para descubrir nuevas piezas, para recordar otras joyas soberbias e historias ("Eva en la Hoguera"), y para nadar en obras de otras latitudes. Algunas de ellas han impactado de lleno al corazón de los amantes del teatro de Baires, señorial ciudad teatral del mundo. Una de ellas llego proveniente de Ecuador y su impronta dejo huella.                                          Grito poético desde Ecuador    “La Venadita” (Juana Guardenas) es una anciana indígena que cura de  manera tradicional. Está al final de su vida, pero no quiere morir hasta encontrarse con su nieta: Isabel, que vive…
¡Dios salve al capitalismo de los defensores del capitalismo!.  Ayn Rand    Allí están ellos, como anestesiados. Sin más viaje que su propia quietud. Sin horizonte más que sus propias melancólicas miradas. Su mutismo hace evidente que lo rancio los ha colonizado. El afuera los ha rodeado cual musgo a la piedra. Esa realidad que se ha cocinado allí, tras las paredes que los aprisiona, ha puesto de manifiesto un sistema de tal agresividad que no ha hecho más que viciar el aire. Ello ha anquilosado el pasado, aniquilo el presente y borro el futuro como posibilidad de anhelarlo hacia una vida que posea redención, disfrute o al menos dignidad. Así están ellos, como  “Los Nadies” que espléndidamente describiera la pluma de Eduardo Galeano.    “El Patio de Atrás” es una pieza maestra que Carlos Gorostiza (1920-2016), hizo brillar en el firmamento en 1994. La vigorosa, sagaz y brillante escrito puso de manifiesto no solo el estado de situación que el neo-liberalismo -espueleado por EE.UU e Inglaterra rego al mundo-, dejando a su paso un camino desértico, contaminando todo a su paso y seduciendo con su máscara reluciente pero vaciado de la nada misma en su interior.    Lo admirable…
La crisis politica-economico de 2001 fue un disparo demasiado fuerte para un país como Argentina que tiene un fuego sagrado en su interior como sesgo cultural. Esa llama incandescente motorizo que dos características marcadas en nuestro ADN se potenciarán: orgullo y rebeldía. En el marco del arte, esa traumática  realidad implosionó de tal manera que obligo a mirarnos en el espejo. Uno de las salidas con más oxígeno, creatividad y arrojo fue (sigue siendo), el teatro alternativo u off.    Esa interpelación se potencio aún más en Buenos Aires. Ciudad bella, iracunda, siempre fértil, cautivante y con la vanguardia siempre como bandera. La gran metrópoli con aire europeo, con movimiento latino y con ropaje cada vez más Sajón, puso de manifiesto ese “no lugar” que ocupa en su propio país. Dicho de otra manera: Atahualpa Yupanqui necesito de un tal Edith Piaf y de las luces de Paris para trascender.   Cuando una obra tiene en su espina dorsal el folklore como estandarte, este “salvoconducto” actúa siempre un bálsamo transformando el viaje en un periplo que resetea la manera de narrar, de entretener y de mutar nuestra propia subjetividad. “Los Magnífico Delgado”, hecha son seriedad, de modo competente y con…
"La belleza artística no consiste en representar una cosa bella, sino en la bella representación de una cosa". Immanuel Kant   Sola. Ella está así: “Sola”. Contemplativa. Escudriña lo que le pasa y deja de pasar. La aparente calma que sondea su pasividad corporal conforman un mar de preguntas que la acicatean en cuerpo y alma. Tras esas cavilaciones se lanza del diminuto espacio a ese gran escenario que llamamos realidad. La misma, se sabe, es un conjunto de signos que desde afuera el hombre crea y en ella se sumerge formateando su subjetividad.     Ella se lanza a ese maremoto y su cuerpo se multiplica en cuatro: Sofía, Rypka, Emma y Olivia. Son cuatro es cierto, aunque el soporte filosófico que sustenta la trama bien podría inferirse que podría ser la vida de una que se espeja por cuatro. O también al infinito. Lo subyugante de esta creación es que en su viaje nos lleva mayormente por viaje antropológico cual parabrisas va desmalezando nuestros falsos dioses internos. El moho que habita comienza a evaporase cuando danza, silencio y mayormente con música, van reseteando nuestro interior.   Mauricio Kartun (excepcional dramaturgo y director teatral), dice a través de sus…
 Selva, Libertad y Madre transitan sus días en la serranía cordobesa. Sus cuerpos están anclados en una realidad abastecida por la ausencia de una Padre-Esposo que articula el ecosistema emocional de sus existencias. Esa realidad se abastece además con el endiosamiento de la religión que conjuntamente con el costumbrismo pueblerino bordea y alimenta sus espíritus. El misticismo es un disparador espeso que termina monitoreando y configurando todos los signos del ecosistema de todo lo que les pasa-pasó-pasará.   “Traslasierra”, es una obra con varias capas dimensionales.: La dramaturgia (Gabriel Cosoy) se construye una mecánica de vínculos espesa, sórdida, oscura y en ese espiral gira un primer gran mérito.   El otro robusto logro estriba en el tránsito de los cuerpos por el espacio, en la desconexión (buscada) evidente que se traducen (todos) los vínculos. Se hace evidente una lograda patina en la que se trasunta palabra y acción que se desairan en su conexión. La dirección (Gabriel Cosoy), aposto a que en los ojos de (todas) las actrices (Susana Arata, Gabriela Illarregui, Florencia Mattioli, Graciela Strappa), sea el ojo del huracán de lo que allí se cocina. En los logrados trabajos de cada una de ellas, está la llamarada incendiaria de esta…
Se abalanza como un corcel negro arrasando todo a su paso. Su corcoveo es impetuoso, estilizado, con suma clase e imantando todo a su paso. Ese deslizamiento lo hace con naturalidad, sin pretensiones, sin alardes para hablar de un gran tema.  “Como si pasara un tren” tiene el poder que siempre provoca el poder-contundente de historias “pequeñas” y frescas que acontecen en nuestra interminable pampa. Esta estupenda creación de Lorena Romanin conjuga una poética simple y universal la cual viene en un envase provisto de encanto, ternura y al mismo tiempo de hilaridad.   Esta comedia dramática de una hora de duración narra la historia de Susana (Silvia Villazur) y su hijo Juan Ingacio (Guido Botto Fiora), quien padece un retraso de maduración. La sobreprotección de Susana encadena una espesa atmosfera que no hace más que potenciar la dificultad que sufre su hijo. Ellos tienen un vínculo que mixtura el amor con una historia de yerros por parte de una mujer cuya vertical y excesiva autoridad ha contaminado y logrado asfixiar el afecto rancio que se profesan.   Las rutinas que jalonan los pueblos de nuestro país tienen otra espesura a la de las grandes urbes. Sus rituales, sus sentenciosos…
Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo. Oscar Wilde   El hechizo que provoca es un tsunami de belleza. El impacto que provoca el deslizamiento del mar de palabras es de una seducción irresistible. La dulzura y el encantamiento con que está construida esta excepcional pieza teatral la han convertido entre lo más logrado del teatro alternativo en 10 años a esta parte. Soberbia creación que tiene como motor la palabra al servicio de la poesía, siendo este el puente entre el cuerpo y las emociones que nos llevan al país del alma,  donde nos elevamos de la densa realidad circundante.   Mariano Moro se arrojó con su pluma al embravecido mar de Lope de Vega. El chaval fue un genio en lo suyo en la época dorada del arte español. La destreza de escribir aun imanta todo a su paso. Y lo hace en este desierto con que la nomenclatura sajona ha construido lo que llamamos la capa principal de la realidad. Sacudirse y ejecutar ese “mantra” es una odisea en los tiempos líquidos, de título-bajada (despreciando de contenido) y donde el vacío esta a merced mayormente de lo que…
Los negros nubarrones que se descargaron como una furiosa tormenta en los años 70 en Argentina se han ido. En realidad no. Están ahí. Al acecho. La memoria actúa como pararrayos para manifestar el recuerdo (dolor) y para que la evocación (elegía) emerja en lo alto acudiendo como antídoto ante el olvido. Siempre que el arte se pronuncia sobre ello es no solo un hecho a imitar, sino también a desconectarse del frenesí contemporáneo y a adherir con aquello que tanto atropello género a miles de seres.       "El Familiar" es una obra sin más alarde que narrar los tremendos hechos acaecidos en el norte argentino en épocas donde la dictadura militar atropello los más elementales derechos humanos de cuanto ser se cruzaba en su oscuro, oprimente y fétido camino.     Esta concreta, simple y eficaz dramaturgia (Oscar Vázquez), narra la vida de una familia de clase media-baja de Tucumán. Vidas que veían como un musgo crecía de instante a instante carcomiendo literalmente su hogar, sus vidas, sus almas. Lo rescatable de la pluma es que no busca encandilar para lucimiento propio. Su norte es el tema, cuyo propósito se logra con palabras como “cañaveral” que anclan…

Information

All images are for demonstration purpose only. You will get the demo images with the QuickStart pack.

Also, all the demo images are collected from Unsplash. If you want to use those, you may need to provide necessary credits. Please visit Unsplash for details.