¿Quién es la más fuerte? Será la pregunta recurrente que acompañará a la denunciada hipocresía de esa sociedad de la alta alcurnia que permite una supuesta y aceptada convivencia entre una esposa y la tercera en discordia que modifica a la primera a su antojo pero es desplazada frente a la negativa de poseer al objeto masculino. Y quizás sea la palabra poseer la que refleje el conflicto de la obra. Porque son los hijos, el esposo y el status social por lo que estas mujeres luchan.
Más allá de la brillante dramaturgia son las actuaciones sostenidas por Cristina Echeveste y Camila Courtalon, las que convierten a esta obra en un todo que confluye sin separar la estética de Strindberg de la estética elegida por la puesta, más simbólica y expresionista (tal como lo hizo el posterior teatro que compuso el autor).
La Señora X desde su tono de voz, desde el proceso de sus emociones, desde el movimiento del cuerpo y desde las miradas dará a conocer su conflicto. Uno que es externo pero que frente a la imposibilidad de resolverlo con su competidora lo elabora internamente. La Señorita Z por su parte, por la imposibilidad de hablar, explota aún más el cuerpo, los sonidos y los gestos, para dar cuenta de sus pérdidas y ganancias de su historia oculta, de su impotencia.
Entonces “La más fuerte” logra, por la dirección, por las actuaciones, por la iluminación –que ambienta los diferentes estados- establecer climas que se transmiten fuertemente al espectador, haciéndolo reflexionar sobre el papel de ambas, sobre el rol que ejerce el personaje ausente (el marido) y sobre los códigos que ellas manejan para disimular una situación imposible de tapar con una máscara.
Autor: August Strindberg /Traducción: A. Casona
Dirección: Flavio Harriague
Asistente de dirección: Roberto Campusano
Asesora Artística: Fabiana Ebba
Intérpretes: Camila Courtalon y Cristina Echeveste
Espacio escénico: Colectivo La más fuerte
Iluminación: Enrique Escobar Klose
Maquillaje: María Soledad Roselot
Teatro El Crisol- Arismendi 2658- 4523-7605