Martes, 05 Noviembre 2019 21:49

Todo piola: Rompiendo cadenas

Es un vomito. Lo lanzan con la misma violencia que sienten les llega desde afuera. Impetu que los constituye como sujetos anclados en un lodo que los domina. “Todo Piola” tiene la desmesura como ropaje. Es lo que habita a dos tios del conurbano bonaerense. Ellos hablan desde Caseros o desde Lomas. Están en el fondo. Son los Nadies de Eduardo Galeano. Lo saben. Pero eso no los posiciona en inferioridad. La humanidad que los habita es un fuego con la que combaten un sistema que los destruye. Con la misma nobleza que se debaten, es la misma dignidad con la que se presentan en el escenario. Están vestidos de futbolistas. Su hablar es unidimensional. Es llano aunque auténtico. No hay mas poética que el tormento que los corroe. No obstante no han perdido la frescura en su impronta. Desde su prisma canalizan y le ponen palabra a ese dolor que los domina. Esto aún siendo sustancial no es lo medular en la obra. Lo que “Todo Piola” posee como sustancia es la pureza con la cual la pieza se planta. En su dispositivo escénico el escenario desnudo, llena la pieza. Tanto como las sombras y ese mar de significados que genera. Tanto como esa música repetitiva que por momentos suena y que no es otra cosa que lo -justamente- repetitivo de sus días y que tanto los abruma. El imperativo ético que los sujeta es un grito en el desierto. Una tercera  interprete canta (Guadalupe Otheguy). Lo hace con una elegancia y dulzura que le adosa a la obra mas vitalidad. La creación tiene en su espina dorsal un puzzle de temas tan variados, como sorprendentes y disparatados. Los cuerpos se mueven. Tanto como las ideas que exponen. La pieza abre a varios tópicos y por momentos pareciera que encalla pero el vigor actoral, la honestidad temática y la poética que la rodea la mantienen siempre indemne. Como esa que tienen arqueando sus cuerpos desnudos. O como la cuarta pared que destruyen en mas de una ocasión. Platea que es sacudida cuando los actores salten literalmente sobre ella. Es una obra brava. Bellamente incómoda por momentos. Estudiadamente exagerada en otros pasajes. La vida de estos chabones no es -precisamente- tranca. Es durísima. Tienen que ejectarlo. No hay otra. Están quebrados. Su desmezura si suena a mucho no lo es tanto como la vida que ellos representan y que esta ahí afuera pidiendo ser oída. Tanto como la risa que disparan en el público y este es un logro mayúsculo. No banalaliza el tema, pero se permiten sobrevivir con buena vibra a pesar de la aflicción que los gobierna. Estos dos estupendas performances (Carla Di Grazia, Eddy García), están arrojadas al escenario rompiendo las cadenas de una estado de situación que los tiene tan asqueados, como dolientes y su imperativo es gritarlo a los cuatro vientos. 

By Hugo Manu Correa

 

Ficha técnico artística
Guión: Mariano Blatt, Eddy García, Gustavo Tarrío
Actúan: Carla Di Grazia, Eddy García, Guadalupe Otheguy
Vestuario: Cristian Bonaudi, Ana Press
Diseño de objetos: Agnese Lozupone, Eleonora Pascual
Diseño de luces: Agnese Lozupone
Fotografía: Agnese Lozupone, Eleonora Pascual
Arte: Agnese Lozupone
Diseño gráfico: Maxi Sosa
Prensa: Antonela Santecchia
Asistencia de escenario: Lola López
Asistencia de dirección: Virginia Leanza
Producción ejecutiva: Alejandra Menalled
Diseño de movimientos: Virginia Leanza
Dirección: Gustavo Tarrío



Sábados de noviembre a las 23.15 h en Timbre 4.

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Precios: $400 general | $380 compra on line | $350 estudiantes y jubilados | $200 sub 28, alumnos Timbre4, Moscú y Camarín de las musas | $200 2x1 Club La Nación

Venta por alternativa teatral o en la boleterí

Domingo, 20 Octubre 2019 23:29

Todo lo posible: Orfandad urbana

Tensos. Así están. Reactivos. Así se vinculan. Desconectados. A pesar de la fuerte vinculación.El ropaje urbano de estos cuatro personajes tiene sustancia al nihilismo como compañero, también la fragmentación interior y una la sustancia singular que articula sus universos: la ausencia mística. La orfandad que los habita se los come. En el mientras tanto se quieren -por eso se aporrean- aunque no sepan como transferirlo. 

La obra de Lorena Romanin es un fresco post-moderno. Los cuatro protagonistas se vinculan horizontalmente. Se fagocitan entre ellos cual pacman devorando todo a su paso. La pirotecnia verbal es pujante. No hay verticalidad que les permita detenerse y anclarse para preguntarse que les pasa. La obra se corre de ese lugar y juega a ser circular. Como ese gigante rueda que los abastece y que al mismo tiempo actúa como interpelador del público. Aquí sucede algo paradójico y sustancial de la pieza: lo circular de sus tiempos no concuerda con esa flecha hacia adelante con que se concibe mayormente el tiempo en occidente. Ese concepto Maya (circular) sobre que el tiempos es cíclico no parecen advertirlo estos personajes en  la construcción de sus subjetividades. Están disparados hacia adelante (flecha del tiempo) y nada los detiene a su paso. 

Las situaciones son varias. Todas estan impregnadas por un "deja vu" reactivo. Desde la muerte de la abuela de uno de ellos o hasta el propio hospital al que deberán concurrir para saber el estado espiritual de su amigo. La sexualidad y el  amor serán otros vórtices que tratan de “digerir” .Aunque en realidad es el paisaje desolado que los habita los que hace a estos mutantes urbanos tan subyugantes como interesantes.

La puesta de la obra pone al público como jurado. La cuarta pared tiene anclaje en tres sectores de donde situ a los “pasivos” concurrentes como intercomunicadores silenciosos de lo que allí acontece. Esto queda plasmado cuando los actores suspenden dispositivos escénicos como lo son la propia música y hasta en otros (repetidamente) miran a cuarta pared buscando complicidad. 

La pieza funciona porque tiene un texto fluido, que esta bajado del lugar solemne aunque tampoco busca a ser cool. Sabe situarse en ese lugar de teatro alternativo, es decir, contar algo. Narrar algo actual, que nos pasa a todos, que nos deje algo pero que no dicte sentencia. 

La obra tiene a dos actores (Salome Boustani  y Marco Gianoli) que son el eje de la obra. Ellos sudan la cancha y son el agujero negro que engulle todo a su paso. Tienen brío escénico, fiereza actoral y matices con que pintan la pieza.  Los surcos que generan a su paso son las huella por donde transita la obra. Por este sendero se suman sus otros compañeros (Guido Botto Fiora y Claudio Mattos) quienes bailan con presteza y buenas construcciones contribuyendo a la edificante obra. Los cuatro generan una oxigenada sinergia actoral cristalizando un sopor vincular que hace amigable, cercana y fluida a esta buena creación. 

“Todo lo posible” posee elementos “menores” que elevan su espesura: el ritmo interior. La dirección (Lorena Romanin) eligió con sapiencia y elegancia salirse de situaciones que la podrían hacer encallar y que le restarían espesura. Este recurso la oxigena y le da una espina dorsal que es por donde la obra cabalga.

By Hugo Manu Correa 

Funciones: Viernes 23:00 
La Carpintería Teatro
Jean Jaures 858. Abasto. Buenos Aires. 
Localidades $350 
Entradas a la venta en  Alternativa Teatral  

Elenco: Marco Gianoli, Salome Boustani, Claudio Mattos, Guido Botto Fiora 
Diseño de dispositivo escenográfico: Isabel Gual, Facundo Guerreschi
Realización de dispositivo escenográfico: Facundo Guerreschi
Vestuario: Lorena Romanin
Fotografía: Romina Pomponio
Diseño de luces: Diego Becker
Diseño gráfico: Mariana Rovito
Prensa y difusión: Romina Pomponio
Asistencia de dirección: Jimena Morrone
Dramaturgia y dirección: Lorena Romanin
Duración: 50 minutos
Sábado, 11 May 2019 20:54

Después de casa de muñecas

Después de casa de muñecas de Lucas Hnath, dirigida por Javier Daulte en el Paseo la Plaza, retoma evidentemente el texto de Henri Ibsen Casa de muñecas. El abordaje a esta obra no pretende ser una adaptación de la misma sino una reflexión acerca del personaje de Nora 15 años después. Con una escenografía que emula un estrado, que simula un juicio, el de Nora, el/la espectador/ra puede ver desde dentro de la puesta o en las restantes butacas del Paseo La Plaza la posición que tomó la protagonista y el impacto que esto produjo en la que era su familia. La obra y su puesta no pretende posicionarse de un modo taxativo en la postura feminista sino que deja entrever y debate con el discurso patriarcal. A su vez los personajes y las personajes inmerso/as en el sistema del patriarcado se postulan como sujeto/as arrojado/as a la estructura. En este sentido no se demoniza la postura de aquello/as, sino que se la repiensa desde el viraje ideológico que propone una Nora renovada, dueña de su vida, profesional y escritora feminista. La puesta y las actuaciones de Paola Krum, Jorge Suarez, Julia Calvo y Laura Grandinetti brindan estos diferentes aspectos de la complejidad del paradigma reinante y de la crítica y avance del nuevo discurso. Claramente una obra necesaria y cuestionadora de estos tiempos

 

Ficha técnico artística

Autoría: Lucas Hnath

Versión: Federico González Del Pino, Fernando Masllorens

Traducción: Federico González Del Pino, Fernando Masllorens

Actúan: Julia Calvo, Laura Grandinetti, Paola Krum, Jorge Suarez

Montaje: Jorge H Pérez Mascali

Diseño de vestuario: Ana Markarian

Diseño de escenografía: Julieta Kompel, Alicia Leloutre

Diseño de luces: Sebastián Francia

Audiovisuales: Milwatss

Stage Manager: Guido Losantos

Vestidores: Héctor Ferreyra

Fotografía: Alejandra López

Comunicación visual: Gabriela Kogan

Comunicación Digital: Bushi Contenidos

Asistencia de dirección: Guido Losantos

Productor asistente: Nicolas Kompel

Prensa: SMW

Producción gráfica: Romina Juejati

Producción ejecutiva: Javier Madou

Producción general: Pablo Kompel

Dirección de Producción: Ariel Stolier

Supervisión de sonido: Pablo Abal

Dirección técnica: Jorge H Pérez Mascali

Dirección: Javier Daulte

Sábado, 24 Diciembre 2011 00:14

El Cisne: 'Sobrevolando'

El Cisne, de Felicitas Kamien, narra la historia de una familia disfuncional, aunque en este punto rompe la estructura meramente costumbrista para aplicar cuotas de lo extraño, de lo inesperado: la inexplicable aparición de la juventud y la belleza como argumento que anula la idea de la muerte.


Entonces, una historia de una familia disfuncional, una madre de gran carácter (Martha Haller) cansada de la soledad y dispuesta a renovarse constantemente en búsqueda de una nueva pareja que supla el abandono que dejó su ex marido. En ese clima, tres hijas (Carolinha Milli, Mariana Cavilli, Victoria Cipriota), sostienen la inevitable muerte de su padre (Alexis Cesán), y confrontan todas sus diferencias en esa convivencia feroz y soporífera.


Para dar cuenta de esas tensiones estamos presentes a tres personajes de caracteres diversos que varían entre la seducción extrema, a la total apatía, desde la absoluta tranquilidad a un explosivo pánico. Y allí el padre que respira, que comienza a moverse, que está al borde de algo, de cierto vuelo para recordar en sus hijas a aquella mujer que perdió y que se hará presente.


Este desarrollo de la trama, que dilata al comienzo los tiempos (tiempos de muerte) para impactar aún más con su desenlace, lo vemos, en algún punto, desde arriba, desde la ingeniosa escenografía (Esteban Brenman/ Florencia Polimeni) que decide cortar la casa por la mitad. Es decir, vemos el mientras tanto en el mismo momento, podemos así experimentar el suspenso, saber y sentir la vertiginosidad de los hechos, acelerar los tiempos en un momento detenidos.


Sin embargo, lo extraño de la obra, ese cisne que vuela hacia algún lado, avanza con su belleza hacia el frente de la escenografía. No basta saber de su presencia mutante, debe teñir la trama de cierto romanticismo que coopte la dureza de esa madre, que llega a escena sin haber visto todo aún, (aunque lo crea así el personaje).  


La difícil historia, con temas como la muerte, es diluida por la comicidad de todos los personajes que ingresan en clave de grotesco a cometer los actos más degradantes que descubren sus roces, sus miserias. Así, el grotesco y el realismo mágico conviven alimentándose uno del otro, haciendo que hasta el mundo de lo extraño deba atravesar esa caída de la máscara, que se representa en un deseo irrefrenable de vida y de recuerdos.

 

Critica de Jimena Cecilia Trombetta

 

Ficha técnico artística

Dramaturgia: Felicitas Kamien
Actúan: Mariana Cavilli, Alexis Cesán, Victoria Cipriota, Marta Haller, Carolina Milli
Vestuario: Julieta Harca, Eliana Kuriss Dick
Escenografía: Esteban Brenman, Florencia Polimeni
Iluminación: Adrian Grimozzi, Eduardo Pérez Winter
Diseño sonoro: Javier Bustos
Realización de escenografia: Mariano Sivak
Fotografía: Xavier Martín
Diseño gráfico: Xavier Martín
Asesoramiento escenográfico: Mariana Tirantte
Asistencia de dirección: Antonella Carrillo, Shira Nevo
Prensa: Carolina Alfonso
Producción: Felicitas Kamien, Carolina Milli
Director asistente: Diego Cremonesi
Dirección: Felicitas Kamien

Martes, 12 Julio 2011 02:53

Todos eran mis hijos

Felicidad Ilusoria

 

(*)-. Claudio Tolcachir, reconocido director de la actual “Tercer Cuerpo” y “Agosto” lleva adelante una nueva dirección en el Teatro Apolo con “Todos eran mis hijos”: una obra de Arthur Miller estrenada en la época de posguerra que plasma y critica a las empresas que destinaban sus negocios a la producción bélica.

 

Esta puesta con Lito Cruz, Ana María Picchio, Esteban Meloni, Vanesa González, Federico D’Elia, Carlos Bermejo, Adriana Ferrer, Diego Gentile y Marina Bellati, aplica una relectura sobre la obra, extendiendo la crítica bélica ya no sólo a la Segunda Guerra Mundial, sino a todos los enfrentamientos bélicos posteriores de los que fue partícipe Estados Unidos -y que Miller criticó- y a todos aquellos que prosiguieron con la manutención del comercio armamentista.

 

Esta obra que centra el universo macropolítico en un ejemplo microsocial, como lo es el núcleo de una familia de clase alta en un pequeño pueblo, da muestra de la hipocresía de aquella sociedad, que siendo conciente de los culpables conviven y comparten mesas y charlas de café (si se viera desde ojos argentinos).  Así, a partir del quiebre del árbol de un hijo desaparecido en la guerra, el mundo de Kate, Joe y Cris Keller comienza a desmoronarse y viejos problemas con la justicia se reabren para dar paso a la verdad.

 

Esta obra que se compone con una escenografía que muestra el exterior de una casa supuestamente armónica, a pesar de las vicisitudes de la vida, oculta ese interior que irá luego apareciendo y ubicando el exterior como una mera fachada. Una fachada que junto a la música de la época niega la tormenta sucedida, niega la caída del héroe y niega sus motivos.

 

De este modo, la obra juega con la identificación del espectador, tratando de ponerla en tela de juicio, tratando de llevarlo a establecer dilemas éticos que preguntan por las responsabilidades de cada uno de los integrantes de la familia Keller como también preguntan por la responsabilidad de cada uno de los integrantes de los Deever. Así una casa casi rosa, pasará a ser una casa oscura acompañada por un progresivo trabajo emocional que desarrollan los actores al trabajar una felicidad ilusa que irán perdiendo con el transcurso de los acontecimientos.

 

(*)-. Critica de Jimena Cecilia Trombetta (2010)

 

 

 

Ficha técnico artística

Autoría: Arthur Miller
Actuan: Marina Bellati, Carlos Bermejo, Lito Cruz, Federico D'Elia, Adriana Ferrer, Diego Gentile, Vanesa González, Esteban Meloni, Ana María Picchio
Peinados: Germán Abas
Maquillaje: Dolores Gimenez
Diseño de vestuario: Gabriela Pietranera
Diseño de escenografía: Mariana Tirantte
Diseño de luces: Omar Possemato
Música original: Federico Grinbank
Asistencia de escenografía: Gonzalo Cordoba Estevez, Mariela Solari
Asistente de producción: Jorge Graña, Victoria Lanusse
Asistencia de dirección: Mauro Anton
Prensa: Debora Lachter
Producción técnica: Andrea Czarny
Producción ejecutiva: Luciana Zylberberg
Producción: Daniel Grinbank
Producción general: Daniel Grinbank
Dirección de Producción: Florencia Borensztein
Jefe de escenario: Sabrina Gómez
Dirección: Claudio Tolcachir

 

LOLA MEMBRIVES

Av. Corrientes 1280 
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4381-0076
Web: http://www.lolamembrivesteatro.com.ar
Entradas desde: $ 70,00 - Domingo - 21:00 hs 
Entradas desde: $ 70,00 - Miércoles, Jueves y Viernes - 20:30 hs 
Entradas desde: $ 70,00 - Sábado - 22:30 hs

 


Martes, 28 Junio 2011 00:59

La constancia del viento

¿Qué más puede pasar?


María Clara (Clara Virasoro) llora por lo que lee en una roja e insinuante carta y por su pequeño pajarito muerto, al que toma con sus manos. En su gesto puede verse un llanto perpetuo marcado por el corrimiento del rímel. A María Clara, blanca y pura se le acerca Malva (Cecilia Miserere) la mezquina dueña de la casa. Malva domina el escenario con su ceguera, artilugio que la ayuda a permanecer impune frente a sus caprichos y exigencias. María Clara limpia la casa y Malva da órdenes .  En esa situación, las protagonistas mencionan el estado de salud de la yegua, con la que se accidentó Malva, y la situación de la tía de Malva, a quien cariñosamente María Clara la siente familia, al menos en un comienzo.  En esa casa vive también Juan Martín (Martín Paladino), el esposo de Malva que sufre por amor y por la situación funesta de su mujer.


En este brevísimo relato argumental la acción de la obra sucede velozmente, dándole una dinámica a la obra propia de los melodramas, donde las situaciones se mantienen ocultas para develarse brutalmente. Esta continuidad de sucesos trágicos en abundancia, hacen que junto a los   gags y los gestos propios del melodrama, que los actores manejan a la perfección, nos provoquen un estado de gran comicidad. Y esto aflora, a pesar del carácter serio con que se trabaja el género al mantener los roles de los personajes y el desarrollo de la trama dentro de sus códigos. Así, Malva será la villana, Juan Martín el héroe y María Clara la víctima, pero encarnaran estos roles llevando al extremo ese histrionismo, que el propio género ofrece. 

En este sentido, sin llegar a ser una parodia, toma algunos elementos del melodrama y los lleva al extremo volviendo risueños los gestos, los movimientos de los cuerpos y la propia trama.  Por este motivo, seguramente nos riamos con la escena donde frente a un fuerte conflicto entre Malva y María Clara, se congelan los cuerpos armando imágenes progresivas de ese trance, que ayudado por la iluminación logra armar una pequeña fotonovela, tales como las que publicaba Radiolandia en los años cincuenta (un nuevo homenaje al melodrama que visto desde nuestros días resulta apreciablemente cómico)

Brillantemente la puesta en escena potencia todos estos elementos, trabajando con unos pocos objetos que determinan esa habitación gris, que encierra y asfixia a los personajes, una habitación que con pequeños cambios marcará un nuevo día y el fatídico paso del tiempo para todos. Un espacio que será climatizado por un rojo sangre en la pared del fondo que se propaga en las plumas de un nuevo pajarito y en la carta enviada a María Clara. Y del mismo modo funciona el vestuario, marcando lo oscuro en Malva por su vestimenta negra y la utilización de su bastón blanco como bastón de mando.

En este contexto y con estos códigos la puesta remata con los distintos boleros ubicados en lugares estratégicos de la trama, que no hacen más ni menos que acompañar el desarrollo de la misma. Ya que ellos serán los que describan la situación dramática que atraviesan, sobre todo María Clara y Juan Martín.

En definitiva “La constancia del viento” es una propuesta que apuesta a disparar nuestra mente hacia otras asociaciones que nos hacen recordar todos esos lugares comunes que transita la víctima, la villana y el héroe en este género melodramático que tanto se narra y tanto se sigue disfrutando, quizás ya desde la comicidad que provoca hoy en día el exceso de sucesos trágicos.

La constancia del viento
Dramaturgia y dirección: Pablo Iglesias
Puesta en escena: Grupo Libertad 18
Intérpretes: Clara Virasoro, Clara Miserere, Martín Palladino.
(Actrices asistentes: Gabriela Perisson y Lina Otamendi.)
Buenavía Estudio, Córdoba 4773, 4771-8901.

Domingo, 19 Junio 2011 20:16

Nada del amor me produce envidia

La costurera que dio un gran paso.

Nada del amor me produce envidia, afirma María Merlino  (única protagonista de la obra escrita por Santiago Loza y dirigida por Diego Lerman)  y con aquella afirmación termina de cerrar la construcción de su mundo. Mirar el mundo de la costurera,  es introducirnos en el melodrama, en el tango, en la heroína pasiva que espera un giro extraordinario en su vida; pero sobre todo es entrar en la variante femenina entre Libertad Lamarque y Eva Perón, y por supuesto es ingresar a la anécdota del cachetazo, al recuerdo de La cabalgata del circo (1945) y a una nueva historia producida por el autor: la lucha entre Eva y Libertad  por un vestido creado por la protagonista.


Si bien incorporar a personajes como los nombrados puede parecer una mera introducción histórica, son en definitiva el eje que construye el cambio en la vida de la costurera.  Introducir personajes históricos de este tipo, con el fin de comparar sus vidas con el de una costurera , es tratar de ver la reacción de una mujer común frente a una decisión que la ubica, por una vez, en un lugar de poder.

Entonces, el melodrama musical, que se pinta con un gran patetismo, comienza a llenarse de otros significados que superan el simple sufrimiento por desamor. Ya no es una mujer resignada a la soledad, porque la temática la sobrepasa, porque la temática busca, en definitiva, mostrar sus frustraciones y su incapacidad para tomar decisiones.


Y entonces ¿Qué hace una mujer que tiene a  un maniquí como interlocutor? ¿Qué hace una mujer que tiene como mundo único una máquina de coser y su trabajo? ¿Qué hace una mujer que acata órdenes constantemente? ¿Qué hace una mujer cuando una fantasía, como incorporar un elemento extraordinario a su vida, se convierte en algo real y concreto? ¿Decide o deja que una vez más los acontecimientos se precipiten? Quizás, estas son algunas de las preguntas que me mantuvieron atenta al desenlace de la obra.

Porque es inevitable identificarse con un personaje común, con un personaje que lejos de atribuirse el aura que se construye en los mitos, derrocha humanidad y busca, desde su pequeño espacio,  ser.

 

Festivales

Marzo de 2009, Teatro Le Ring  de Toulouse, Francia
Setiembre 2009, Presentación en la ciudad de las Heras y Caleta Olivia
Septiembre 2009, 1º Festival de cine y video Rio Negro Proyecta
Octubre de 2009, Festival Internacional de Buenos Aires
Octubre de 2009, Ciudad de Neuquén y Cutral-Co
Noviembre de 2009, presentación en Benito Juarez, Teatro el Sombrerito.
Seleccionada para participar de la Fiesta Nacional del Teatro 2010– INT
Festival de Rafaela 2010 – Prov. De Santa Fe
Festival Cervantino – Azul – Provincia de Buenos Aires

Ficha técnico artística

Texto: Santiago Loza
Actuan: María Merlino
Escenografía: Silvana Lacarra
Iluminación: Fernanda Balcells
Vestidores: Guido Lapadula
Diseño gráfico: Florencia Bauza
Asistencia de escenario: Ezequiel Baquero
Prensa: María Sureda
Producción: María Sureda
Colaboración musical: Jape Ntaca
Director musical: Sandra Baylac
Dirección: Diego Lerman


Web: http://nadadelamormeproduceenvidia.blogspot.com
Este espectáculo formó parte del evento: VII Festival Internacional de Buenos Aires - FIBA 2009
Este espectáculo formó parte del evento: Fiesta del Teatro de la Ciudad de Buenos Aires 2009
Este espectáculo formó parte del evento: 25º Fiesta Nacional del Teatro en La Plata
Este espectáculo formó parte del evento: Azul soy Quixote: IV Edición del Festival Cervantino

 

 

 

 

 

La mujer de todas las edades

Bastarda sin nombre de Cristina Escofet muestra una tesis histórica que dirá de Eva Perón, de Evita de su origen, de su viaje, de su búsqueda como actriz y de su función política, como un todo que se interrelaciona, que se justifica cronológicamente. En la obra se irá intercalando la maravillosa actuación de Roxana Randón con la dulce voz de Mateo Margulis,  quien junto a su guitarra acompaña los estados emocionales de una Eva que se transforma progresivamente.

La puesta en escena de Javier Margulis, para construir el mundo de Evita, compone dos espacios distintos, por un lado se presenta Roxana Randón como actriz narradora de una historia dentro de de la escenografía que se podría pensar como un camarín; y por el otro lado, vemos el progresivo crecimiento de Eva sin nombre (la hija bastarda de Juana Ibarguren y su padre negado Juan Duarte) que llegó a convertirse en Eva Perón y más fervientemente en Evita para sus grasitas y la mujer del látigo para la oligarquía que la condenó desde sus orígenes.

 


En estas escenas de la obra nos trasladamos del camarín a la habitación de Eva, con su cepillo, con sus hebillas y con su continuo y rítmico cambio de peinado: otro elemento que la define.  

“Soy como una lagartija”, la describe Escofet y la interpreta Randón, de movimientos rápidos debió mantenerse atenta, observando su realidad la cual decidió cambiar activamente. Y esa actividad que surge más desde las vísceras que desde la razón, la muestra la actriz que la representa, quien muta y equilibra diferentes energías, diversos estados que esa mujer experimentó.

La tesis de la obra se basa en defender la vicepresidencia no oficial que terminó ejerciendo Eva y que por su enfermedad no pudo continuar. Así el personaje confirma su participación política como un hecho histórico concreto y no como un mero deseo de la mujer de un presidente a quien tuvieron que padecer los sectores de poder.

Deja de ser una mujer inocente que manejó el presidente Perón, y deja de ser también dueña de las demonizaciones del antiperonismo, para ser una  mujer con pasado y hechos precisos que la llevaron a conducir sus actos en un sentido. Todo esto dicho desde la mayor humanidad representada por Randón, porque si algo potencia la emocionalidad de la obra es la vivencia con que la actriz representa semejante personaje histórico y mítico al mismo tiempo.

 

 

Ficha técnico artística

Autoría: Cristina Escofet
Actuan: Roxana Randón
Músicos: Mateo Margulis
Vestuario: Julieta Guiser
Diseño de luces: Marco Pastorino
Música original: Mateo Margulis
Asistencia de dirección: Enrique Velay
Prensa: Martin Paladino
Producción general: Ricardo Verdi
Puesta en escena: Javier Margulis
Dirección: Javier Margulis


ESPACIO ABIERTO
Pasaje Carabelas 255 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4328-1903
Web: http://www.roxanarandon.com.ar
Entrada: $ 50,00 - Viernes y Sábado - 21:00 hs - Hasta el 27/08/2011

 

 

 

Jueves, 02 Junio 2011 21:10

El diario de Carmen

Desdén de una mujer entre la fantasía y la realidad

Carmen y Juan, Gaby Ferrero y Mauricio Minetti, dos personajes, dos actores en una puesta teatral de Luis Cano. Una escenografía que parecería imitar el living de una casa pero es más que eso, porque el papel de la pared hará confluencia con el sweater de Carmen, por ejemplo, en las ideas de ella, en sus imágenes, en su realidad transformada en lenguaje de un diario íntimo. Y en ese lenguaje, acciones menores que retrasan el conflicto interno de esta niña/mujer, sus miedos al afuera y su dificultad para formar un vínculo sólido con Juan. Fantasía o realidad que se incorpora en su vida con poca decisión.

Una narrativa que da cuenta de su naturaleza y a su vez de la naturaleza psíquica del personaje que crea, así las dudas y las evidencias, de fallar o inventar los recuerdos, se hacen presentes. Entonces, hay teatro. Hay teatro porque las modificaciones de la trama parten del acto efímero de la memoria, del acto efímero de la memoria del espectador. Y así narra Carmen y Cano en un constante volver hacia una historia para modificarla y volver avanzar.  Y así  tratamos de saber que pasó en el accidente, sin ser atraídos específicamente por ese hecho, sino más bien por el modo en el que la protagonista lo cuenta, fragmentado y temeroso,  tal cuál es ella. Lo mismo sucede con el gato y también con Juan. Son en relación a ella,  sólo eso.

Esta obra da cuenta del artefacto, y funciona por la mecánica que adquieren los cuerpos y las actuaciones en escena, Juan complementa a Carmen y esto se reproduce en el juego de los dos actores, mientras Gaby Ferrero avanza con sus acciones (atender el teléfono, ir a la cocina, eludir a la vecina, buscar al gato); Minetti sostiene con gestos la angustia del personaje por la sensación de encierro.  Mientras Gaby Ferrero logra esquivar por un gran instante su conflicto interno, Minetti lo evidencia.

Por último, habría que remarcar la dinámica de los cuerpos, la velocidad  en el movimiento de Carmen y el estatismo de Juan como una marca de dirección que confluye con el sentido de la obra, con la intención de sostener los miedos de la protagonista por medio del ritmo constante y por momentos uniforme que anula en gran parte a su compañero de vida. Cano mantiene con esa maquinaria, con esa energía que se ve en escena, la atención del espectador, el cual prefiere perder la ilación prolija de un cuento en pos de potenciar la  emotividad y la identificación con los personajes.


Ficha técnico artística
Autoría: Luis Cano
Dramaturgia: Luis Cano
Actuan: Gaby Ferrero, Mauricio Minetti
Vestuario: Lorena Ballestrero, Laura Rovito
Iluminación: Mariano Arrigoni
Diseño de espacio: Luis Cano
Realización escenográfica: Guillermo Manente, Vìctor Salvatore
Utilero: Lorena Ballestrero, Laura Rovito
Ilustrador: Laura Rovito
Asistencia general: Micaela Picarelli
Coreografía: Luciana Acuña
Dirección vocal: Tian Brass
Dirección: Luis Cano

Web: http://www.facebook.com/#!/photo.php?fbid=1763248873787&set=a.1686209467850.92673.1016041358&type=1&theater

ELKAFKA ESPACIO TEATRAL
Lambaré 866 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Reservas: 4862-5439
Web: http://elkafkaespacioteatral.blogspot.com
Entrada: $ 50,00 y $ 40,00 - Jueves - 21:00 hs

Domingo, 16 Enero 2011 22:09

Excursiones

Herida Existencial


(*)-. Excursiones de Ezequiel Acuña, narra la historia de Marcos y de Martín, dos amigos que perdieron el rastro por motivos que no son dichos hasta casi el final. Marcos, al peligrar su trabajo en una fábrica de golosinas, encuentra el tiempo suficiente para retomar una obra de teatro que ensayaba cuando aún iba a la secundaria. Por ese motivo, diez años después, decide llamar a Martín para que lo ayude en la realización. Sin embargo, la obra de teatro, termina siendo, para el espectador, una excusa para que estos dos amigos retomen su contacto y cierren las heridas que los distanciaron.

 

El argumento que se expone es complementado por una determinada estética que también puede verse en los otros films de Acuña: "Nadar solo" y "Como un avión estrellado". En los tres casos, trabaja tratando de transformar un tiempo objetivo, en un tiempo subjetivo, dónde paradójicamente, el interior de los personajes, queda plasmado en los elementos formales y objetivos del film. Particularmente en Excursiones este manejo temporal, se ve en las pausas, en las acciones y en los movimientos que se incorporan al relato desde la duración de los planos, la elección de los movimientos de cámara e internos al cuadro, hasta la composición artística del aquél.

El film, más allá de imprimir la habitual apatía social en los diálogos, que es otro de los elementos para resaltar la duración, no busca la quietud total de los personajes haciéndolos vagar sin rumbo, sino que expresa los objetivos y las búsquedas de los protagonistas por medio de los mencionados elementos formales.

 

"Excursiones", no está en función exclusivamente de narrar una historia, pero tampoco relega la acción a un mero transcurrir. Éste, afinando la idea anterior, propone mostrar ese transcurrir como acción propia, al plagarla de núcleos dramáticos que posponen el verdadero conflicto para resolverlo al final. Sin embargo, no logra relegar el conflicto sólo por medio de acciones secundarias, sino que apunta a sostener la atención del espectador con escenas que lindan con lo inesperado, algo que ya puede ser percibido, aunque de modo mucho más sutil, en "Como un avión estrellado".

Además, "Excursiones" se destaca por el humor proponiendo, ya no la apatía social angustiante de "Nadar solo" e incluso de "Cómo un avión…", sino la apatía como un elemento potencialmente risueño, que apunta más que a mostrar las carencias, a dar cuenta de las características individuales de los personajes.

 

Entonces, la temporalidad está puesta en función del ánimo de los personajes, al igual que los diálogos y los movimientos de cámara. Comparando los tres films habría que decir que el tiempo fue cobrando mayor dinamismo, que los movimientos fueron más notables y que los diálogos apuntaron a ganar mayor humor. De todas maneras, esto no implica una evolución o un progreso, es decir, no creemos que sea ni positivo ni negativo, simplemente, parece ser una mutación en el cine de Acuña, que aún así sigue conservando en su relato la intención de mostrar el universo interno de cada uno de sus personajes.

 

(*)-. Crítica de Jimena Cecilia Trombetta (2010)

 

Excursiones

Ficha técnica

 

Ayudante de dirección: Nicolás Grosso
Dirección:  Ezequiel Acuña
Dirección artística: Nicolás Abuaf, Carola Gliksberg
Guión:  Alberto Rojas Apel, Ezequiel Acuña
Música: Nicolás Pedrero, Santiago Pedrero
Sonido: Rufino Basavilbaso, Hernan Severino
Fotografía:  Fernando Lockett
Montaje: Ezequiel Acuña, Mario Pavéz
Vestuario Nicolás Abuaf, Carola Gliksberg
Reparto:  Alberto Rojas Apel, Matías Castelli, Martín Piroyansky, Martina Juncadella

 

País:  Argentina
Año:   2009
Duración:  80 min.
Idioma(s):  español
Compañías: Productora Ezequiel Acuña, Martina Gusman, Agustina Llambi-Campbell, Pablo Trapero


 

 

 

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