La construcción del artificio plástico es sin dudas el mayor logro de este Biopic que homenajea a Van Gogh. La trama es clásica, sin rebusques, ni sorpresas a la vista. El film de 80`en su metraje pareciera que se concentró más en que la trama mantuviera cierta tensión dramática, aunque las pinturas de óleo animadas al universo del genial pintor holandés, son el valor en sí de esta estupenda creación. 

  La producción inglesa y polaca tuvo dos años de trabajo, en la cual estuvieron implicados 120 pintores que registraron 56.800 fotogramas, los cuales a través de la técnica del stop motion generan una fidedigna recreación de las creaciones del genio de la pintura.

El hijo del mejor amigo de Van Gogh se propone ir de Ámsterdam hacia Paris para llevar una carta que fue el legado que dejo el infortunado pintor que se suicidó a los 37 años. En su trayecto se sorprende al intuir que tal suicido pareciera no haber sido tal, producto de algunos hechos con los cuales se topa.

La tensión narrativa que tira el carro del film no tiene desde el vamos un hilo conductor que nos subyuga El ritmo del buen film no es fofo pero tampoco ofrece impactos que ofrezca sorpresas o impactos mayúsculos. El film se corre de ese camino y en esta mácula el film decae en su substancia narrativa. Pareciera que el film apunto sus cánones a otro motor. Vincent Loving puso el acento en dar revista al compromiso artístico con una admirable oleada de cuadros que son un deleite para la vista. Ellos nos llegan como un río que nos baña y nos deja inmersos en el verdadero genio que fue V.G. Aquí está el peso del film. 

Este verdadero autodidacta comenzó a pintar a los 28 años y en menos de 10 revoluciono con su sello un estilo único y que cambio el paradigma de la pintura. En su errante vida tuvo a su soledad como compañía y el desdén del amor que lo marco tanto como un misterio que parecía ser una sentencia en sus días. Eso ha sido escrito en varios libros que dieron cuenta de su vida y es lo que el film refleja en su cuidada figura. El film pone el acento en la mirada de aquellas personas que caían presa de su influjo y de los bajos sentimientos, como la envidia,  que produjo en no pocos pintores profesionales que competían con encono y que se desvanecían al ver la maestría de sus creaciones. 

VG solo logro vender un cuadro en su vida. Tras perderla llego su leyenda, fama y consagración, vendiendo más de 80 mil cuadros, uno de ellos en Londres fue tasado en poco más de 84.5 millones de dólares. Con su muerte nació el arte contemporáneo y Vincent Loving le rinde un bello homenaje a la altura de su figura única. 

Vincent Loving es una creación sensible, bella, distinta y que no busca ser la estrella en sí. Se corre de allí. El film solo abre la ventana para aproximarnos al majestuoso arte de VG logro condensar en su ser, trasladar en sus cuadros y que aún sigue maravillándonos. Retrato sublime a la altura de un ícono de la pintura.