Con estas tipologías se muestra el círculo en que están encerrados tanto quien golpea como quien recibe las agresiones. Y se puede ver también núcleos familiares anteriores que han sido gestores de todos aquellos resultados.
“Agresiones”, agrega a esta dinámica elementos teatrales y musicales (tales como la pieza de Erik Satie) para potenciar el mismo significado que quiere expresar. “Agresiones” compone desde las actuaciones los diferentes estados de desesperación y desilusión que sufre cada uno de los personajes por un lado y por el otro las diferentes posibilidades para salir de allí.
Así, con una estética en la que prevalecen los actores, y se incorpora la austera escenografía, podemos ver en esta obra un espacio para sacar a flote un tema tapado por las buenas costumbres de la sociedad, la misma que ejerce la violencia por una cuestión de poder y de falta de comunicación.