"Viaje a otro mundo en clave de Humor"

 

"No les avise, ni a los de allí ni a los de acá”, así se manifiesta Clara (Luisina Di Chenna) en referencia a los dos mundos en los que transita su vida y que sólo ella conoce. Uno es su delicado estado de salud que lo transita rodeada por quienes la cuidan, y el otro es el lugar hacia donde viaja en medio del trance que atraviesa.

 

La expresión de Clara sintetiza el soporte por el cual viaja "La Ultima Habitación", hermosa obra que está concebida en clave de comedia y que recurre al clown para descomprimir aun más la realidad cuyo relato tranquilamente pudo ser mucho más denso. Su grave estado de salud es el centro de esta “tragedia”, que tiene en velo a un doctor y a su enfermera al igual que a El Negro (esposo de Clara)

 

Solo 48 hs. le queda a Clara de cobertura médica y ese es otro conflicto que los enfrenta al doctor (Maximiliano Trento) y a su enfermera Mabel (Sol Lebenfisz), quien junto a El Negro (Gabriel Páez) confían que Clara tendrá la recuperación de su salud. Sin embargo, Clara en medio de la espesa realidad logra captar cuanto la rodea. Ella consigue saber (en Su Despertar) que el doctor es un buen cantante, que su enfermera es una buena persona y que El Negro, sigue queriéndola, y que esta a su lado acompañándola.

 

A la plasticidad en los cuerpos -cuya elasticidad y elegancia esta bien aceitada y despojada de artificios- se le suma una puesta que colabora con la frescura que recorre la obra. Dicha habitación posee los elementos básicos de una sala de sanatorio, pero aquí tiene los colores blanco y celeste enaltecidos con una precisa luz que borra lo oscuro que suele apoderarse en estos lugares.

 

Un gran logro se advierte en la gran sincronización que hay entre la dramaturgia y la dirección (Walter Velásquez). En boca de personajes estupendamente bien compuestos el texto siempre es sopesado con justas intenciones para luego salirse de su cause normal y descolocar con sus “salidas”. Allí el cuerpo acompaña esta decisión y lo hace auxiliado por una buena plasticidad y donde el clown tiene un rol preponderante.

 

En el rubro de gran acierto merece subrayarse el soporte de video arte (Agustín Demichelis), que fue elegido para dar a conocer la noticia del milagro de la recuperación de la salud de Clara. Los graf con las noticias hacen de la delicia del público y este elemento ocurrente y acertado va en sintonía con la personalidad de los 4 personajes, subiendo así la apuesta sin por ello perder la sólida estructura con la cual viaja esta buena comedia.

 

La música tiene un rol muy destacado y es un actor más que colabora con la obra dando a conocer la paleta de colores de las emociones de los personajes. Las melodías van al compás de la filosofía y carácter de estos cuatro protagonistas queribles y simpáticos que durante toda la obra “se burlan” de la seria situación y logran descomprimir la densidad que los rodea con un gran trabajo actoral al igual que los restantes rubros de esta equilibrada, simpática y hermosa obra.

 

 

Ficha técnico artística

Dramaturgia: Walter Velázquez
Actuan: Gonzalo Alfonsín, Luisina Di Chenna, María Jimena López, Gabriel Paez
Vestuario: Soledad Galarce
Escenografía: Ariel Vaccaro
Diseño de luces: Ricardo Sica
Video: Agustin Demichelis
Fotografía: Clara Muschietti
Diseño gráfico: Cristian Palacios
Asesoramiento psicológico: Cecilia Nieto
Asistencia de dirección: Jimena López, Flavia Salto
Prensa: Tehagolaprensa
Producción general: Andrea Feiguin
Dirección: Walter Velázquez

Web: http://sin-pulgares.blogspot.com/

Este espectáculo formó parte del evento: Pirologías 2009 - III Festival Internacional de Teatro Independiente

 

 

Miércoles, 29 Junio 2011 23:07

El Legado de Caín

 

Génesis del Placer y del Dolor 


Por Hugo Manu Correa-. Desparpajo visual. Retorica encendida, criptica y luminosa. Cuerpos regidos impecablemente por contenidos de emociones cuyas ideas son irrenunciables.  "El Legado de Caín" está basada en la obra de  Sacher –Masoch (x) quien centro su vida en tratar todos los grandes temas de la vida: el amor, la propiedad, el estado, la guerra, el trabajo y la muerte.

En esta libre versión  Claudio Quinteros (segunda parte del estudio sobre "La Venus de las Pieles")  imagino a las tres mejores amantes (Fanny, Hulda y Aurora) del  “padre del masoquismo” quienes abordan algunos de los tópicos que obsesionó al escritor Austro-Húngaro, como lo son: el amor, la esclavitud, la propiedad (del cuerpo y espíritu), el deseo, la libertad, el erotismo  y el poder.

Lo filoso y ciertamente acertado que tiene esta estupenda obra es que lleva de principio a fin la "textura" filosófica que sustentaba el ideario de Masoch y que constituía el núcleo de su "postulado". Su Idealidad en ese tipo de vida. Tal como dijo Dostoievski, “Es demasiado Idealista (el mundo de Masoch) y por lo mismo, cruel”.  Y vaya si lo es. En cada dialogo las tres mujeres enuncian sus retorica con un fuego y un poder de convencimiento letal, lapidario y cargado de un dulce veneno en cada fonema-mirada-acción.

Leopoldo (presente a través de un signo) es el hombre “a amar” y quien como una fuerza centrifuga condensa la atención de sus amantes. Aurora es su pasado. Ella aun lo ama y perdió un hijo con él y trata de “desviar” esa angustia negando el hecho y ese conflicto en su ser estallara cuando choque con “sus competidoras”. Una de ellas es Hulda. Ella es el presente. Es su secretaria. Y emana con su sola presencia una crueldad lapidaria y despedazara a quien se le cruce en el camino.  Fanny tiene “otra distancia” con Leopoldo. Se permite otra contemplación. Ella es sensual y conoce matemática y científicamente “al detalle” los órganos que hacen del sexo el motor que rige su vida. Así se vincula y con llamaradas lo espeta de su boca.


Proyecciones sobre una urbanidad mecánica, fría, desangelada nos ubica rápida y acertadamente en un espacio donde las tres mujeres con prendas negras viven y se sobreviven  en una superficie que tiene una textura oscura dándole así mas “volumen” a ese universo que las envuelve. El legado…sitúa de esa manera un espacio más espeso que nuestra (actual) contemporaneidad, dándolo un marco acorde para cuerpos que acompañan las ideas y ellas... no se negocian.

La dramaturgia es impecable. Interconecta de manera explícita y aplastante todos los tópicos expuestos en la obra logrando describir el espíritu gélido de los personajes que no renuncian a sus ideales y por ello destruirán a su rival si ello fuera necesario. Tanto en sus discursos, como en los rígidos diálogos que articulan los vínculos arman un escenario donde  la adrenalina jamás da respiro. Allí sensualidad y el vigoroso accionar de los cuerpos dirá presente todo el tiempo.

El resultado es un obra potente ya que no renuncia a la semiología de signos que postulo el brillante y polémico Masoch quien cuando presento sus trabajos tuvo tanto éxito como escándalo en Paris, debido a que explicitaba sus peculiares gustos y esa patina de cierta psicopatía está concebida en esta creación de Claudio Quinteros con un registro actoral, dramatúrgico y de puesta admirables.


(x) Leopold von Sacher-Masoch (*27 de enero de 1836, Lemberg- 9 de marzo de 1895, Lindheim, Fráncfort del Meno, Imperio Austro-hungaro), fue un escritor austríaco reconocido en su época. Nació en el seno de una familia aristocrática en 1836. En sus novelas retrató a seres que gustaban de prácticas sexuales


Título: El Legado de Caín

Autor: Claudio Quinteros
Dirección: Claudio Quinteros
Asistencia de dirección: Alejandra Endler, Agustina Soler
Intérpretes: Anabella Bacigalupo, Marcela Mella, Nayla Pose
Voz en Off: Candela Cibrian Tapia, Rainer Wolcken
Música original: Eitan Abelson, Bruno Canossa, Patricio Noe Crom
Ilustrador: Mariano Sigal
Prensa: Carolina Alfonso
El Brío- Espacio de investigación teatral
Guatemala 5092,             4771-7005      
Sabados: 21 hs.

 

Viernes, 22 Abril 2011 14:42

Torrente 4: Lethal Crisis

Risa-Patetismo -y Basura- en medio de la Crisis


(*)-. En esta cuarta entrega de la épica saga Torrentiana el héroe se encuentra en una situación sumamente complicada y de ella debera salir como sea.
“Todo va fatal. Los socialistas nos han llevado a la ruina. Los homosexuales pueden casarse. Y hay un negro en La Casa Blanca, pero no de limpiador, no, ¡de presidente! Lo único (bueno),  es que España ganó el Mundial, pero eso tampoco es tan bueno, porque medio equipo era del Barça”.
Con este speech en un cementerio lamentándose la muerte de un gran amigo, el héroe (brazo tonto de la ley), Santiago Segura nos muestra el contorno que da fisonomía político-cultural-social-psicológico al personaje de Torrente, quien llego en esta cuarta entrega con el humor como bandera, el 3D como soporte notablemente utilizado y un guion que tiene lo mejor en su meta-mensaje.
Escatológica, sin culpas, vulgar, patética y mas (mucho mas),  todo ello encierra en su pack esta creación de Santiago Segura.
En esta secuela utilizo todos los ingredientes (artísticos y técnicos) y los distribuyo de tal manera que el film nunca intoxica, -ni abruma-, a pesar del mar de lugares comunes donde cae, con un humor hasta ingenuo por momentos, y con una trama que tiene en la no sorpresa su mayor sorpresa.
El film se estrena en 2011 -se rodo en 2010-, tiempos en los que España tuvo que mirarse al espejo y admitir que los tiempos de bonanzas económicas se han terminado.
La luna miel -con el escudo de la comunidad económica europea en el pecho-, ha concluido y con el ella el glamour se ha marchado. El desbarranco económico ha explotado en el país y ello ha impactado en toda la sociedad...dejando al descubierto lo que se escondía detrás de primer súper exitoso mundo.
Lo refinado, de alta alcurnia, “lo importante” ha muerto. Lo vulgar, los inmigrantes, los anti-héroes, lo podrido, los segundos y los muchos perdedores también muestran que existen. Ellos son al mismo tiempo parte de la comunidad. Son parte de la sociedad (basura) que el talentosísimo Santiago Segura nos muestra en esta 4 secuela.
Santiago Segura es licenciado en Bellas Artes  por la Universidad Complutense de Madrid, quien comenzó su carrera en el año 1989, cuando escribió, dirigió y protagonizo el primero de sus cortos: Relatos de la Medianoche, al que seguirían Evilio (1992), Perturbado (1993), ganador del premio Goya 1995 al Mejor Cortometraje de Ficción, y Evilio vuelve: El Purificador (1994), secuela del primero.
“Torrente 4. Lethal crisis”, siempre mantiene el tono y la pulsión. Como una muestra de ello es la notable química que Torrente logra con Rin Rin,  notable trabajo de Kiko Rivera como ladero (cual Sancho Panza). Los magistrales trabajos como carceleros de Tony Leblanc y Yon Gonzalez son lo mejor del film y la dan un espesor mayúsculo en donde el film descansa dramáticamente.
Mientras el (anti) héroe viaje en su crisis interna, con inmigrantes en la propia cocina de su casa, con un reloj que lo apremia con la misión que debe cumplir, con las borracheras y situaciones que “huelen mal” todo el tiempo, el film logra atrapar en ese rosario de chabacanerías ya que las porquerías que cuenta-muestra tienen una poderosa significación. La misma habla explícitamente del tacho de basura de su vida e implícitamente en su meta-mensaje confecciona el universo social que son estos “nuevos tiempos”.
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Los cameos aparecen con personajes de la cultura basura de España como Belén Esteban, Carmen de Mairena, Kiko Matamoros, María Patiño, Carmen Martínez Bordiu, Ana Obregón  realizan sus participaciones contribuyendo en este puzzle estético-político-bizarro que el film muestra de principio a fin.
El Kun Agüero y David Bisbal parodiendose en sus breves intervenciones le otorga potencia al relato articulando así un momento más de frescura y comicidad.
Buenafuente, Pablo Motos, Ernesto Sevilla, Sergio Ramos, Pipita Higuain,  Risto Mejide o el Dioni aparecen en un match brutal que define varias cosas.
La utilización del 3D realza esta creación, dándole brillo a cada plano, a las breves escenas o a cada secuencia durante todo el metraje.
Santiago Segura –con el escudito de su Aleti en la solapa-, muestra nuevamente que es inteligente porque no juega a mostrar que lo es.
El film es sólido, la hilaridad está presente para cualquier espectador que se siente (solo) a disfrutar de lo ordinario, a dejar la seriedad-importante de lado y permitirse arrastrar por este tsunami de patetismo que edifica un film liviano, potente, colorido, divertido y entretenido desde el primer al último cuadro. 


(*)-. Crítica de Hugo Manu Correa
Título: Torrente 4: Lethal Crisis
Título original: Torrente 4
Dirección: Santiago Segura
País: España
Año: 2011
Duración: 102 min.
Género: Criminal, Comedia, Acción
Calificación: No recomendada para menores de 12 años
Reparto: Santiago Segura, Ana Obregón, Yon González, David Bisbal, Andreu Buenafuente, Fernando Esteso, Cesc Fàbregas, Belén Esteban, María Patiño, Kiko Matamoros
Guión: Santiago Segura
Web: www.torrente4.com
Distribuidora: Warner Bros. Pictures
Productora: Amiguetes Entertainment, Antena 3 Films
Título: Torrente 4: Lethal Crisis
Título original: Torrente 4
Dirección: Santiago Segura
País: España
Año: 2011
Duración: 102 min.
Género: Criminal, Comedia, Acción
Calificación: No recomendada para menores de 12 años
Reparto: Santiago Segura, Ana Obregón, Yon González, David Bisbal, Andreu Buenafuente, Fernando Esteso, Cesc Fàbregas, Belén Esteban, María Patiño, Kiko Matamoros, David Fernández, Álex Lecquio, Carmen Martínez Bordiu, Risto Mejide, Sergio Agüero, José Campos, Kiko Rivera
Guión: Santiago Segura
Web: www.torrente4.com
Distribuidora: Warner Bros. Pictures
Productora: Amiguetes Entertainment, Antena 3 Films
Departamento artístico: Daniel Izar de la Fuente
Dirección: Santiago Segura
Efectos especiales: Juan Ramón Molina
Efectos visuales: Francisco Palomares Pozas, Pedro Lara
Montaje: Alejandro Lázaro
Sonido: Edgar Vidal, Erik Vidal, Gabriel Gutiérrez, Kiku Vidal
Lunes, 14 Marzo 2011 15:37

El Descenso del Monte Morgan

                                         "Culpa, Amor y Traición”

“Les di felicidad…a las tres… ahora me culpan por haberlas traicionado. Aquí el único que sufrió por esto fui yo”

Con este speech en la mitad de la obra,  Lyman Felt (Oscar Martínez), un exitoso vendedor de seguros se desahoga disparando su verdad sobre el tema y conflicto que él ha provocado y que concentra  el núcleo de la notable “El Descenso del Monte Morgan”.

Con un relato fragmentado en lo dramatúrgico, en lo espacial y en la arquitectura emocional de los personajes durante todo el trayecto de la obra,  “El Descenso…” sustenta así los tres ejes estructurales que eligió Daniel Veronese (Dirección) en esta pieza admirable del genial Arthur Miller.

Lyman recibe la información por parte de una enfermera (Gabriela Ferrero), de que esta internado en un hospital.  Allí llego luego de tener un accidente de auto producto de la nieve reinante en la gélida y oscura noche.

En contra de su deseo, allí acuden luego de haber sido notificadas su esposa, su hija y su “nuevo amor”, desatándose un conflicto que hace “nueve años que se ha incubado”. Nuevo matrimonio que trajo consigo a Benjamín, el cual estará presente en la dramaturgia, no así en el escenario.

 “Nunca diría que eres un exitoso hombre de seguros”, le dice Leah (Eleonora Wesler), cuando advierte la riqueza interior y de palabra de este exitoso hombre en sus negocios, hecho este que se propicio en Europa. Lyman vive así en el viejo continente un nuevo amor. Al tiempo que en la pujante Nueva York se ha ido marchitando su viejo amor con Theo.

Arthur Miller (1915-2005) plasmo en esta obra los dos macro-escenarios en cuanto a lo político en que se dividió el mundo: El Capitalismo por un lado y “la muerte del Socialismo y del Cristianismo” por otro,  tal como dice Theo (su primera esposa).

Podría inferirse que la obra habla de la mentira -de una doble vida-, de cómo un hombre exitoso se enreda en un espiral descendente y oscuro  en donde cae su vida (Trama), pero es en la sub-trama  (y sus derivados), en donde el talento de Miller pone los binoculares. 

Theo (Carola Reyna) será quien le espeta a Lyman los beneficios de la monogamia: “Fortalece la familia y debilita el poder del estado sobre los individuos”, le contesta a Lyman quien le contesta que ella es una mujer muy clásica.

Arthur Miller dio vida a esta obra en 1991 cuando la actual súper-potencia se hizo dueña absoluta del mundo,  poniendo de relieve como las personas airean su economía al tiempo que se asfixian interiormente ante el nuevo escenario mundial dominado por el "tener" como norte principal (y hasta único) de la vida .

En ese tobogán vive Lyman con un constante subi y baja emocional terminando irremediablemente enraizando el conflicto en su vida.

 Veronese explotó a la perfección las grandes dimensiones la sala del Teatro Metropolitan, tanto como los mínimos recursos técnicos, aunque nunca subordinó la obra a ello. Allí radica un gran acierto del fenomenal director, quien apostó a las fuertes transiciones de los personajes para que estos se hagan dueños del conflicto durante todo el trazo, y así la obra cobró no solo en verosimilitud sino en potencialidad. Ello sumado a un austero vestuario que le brinda credibilidad histórica y emocional dado el diferendo que los ha convocado y en el lugar (además) donde se desarrolla el pugilato verbal.

Otro logro admirable del director de "La Noche canta sus Canciones (entre otras),  es  haberle puesto “bocados” con palabras a la argentina que le quitan dramatismo a la pieza conduciéndola a un lugar más cómico. Así logra una cuota de empatía con el público (risas de por medio) posibilitando un mayor diálogo.

No obstante  Veronese le otorga la gimnasia del teatro off logrando así su más rico cometido: hace trabajar al público constantemente con la fragmentación, con el quiebre periódico de las emociones y con la búsqueda persistente a la que están sometidos los personajes admirablemente dibujados.

 En “La Culpa” está el dilema moral de mayor peso en la obra, tanto así que “es” la palabra que los personajes más eyectan de sus bocas cuando tratan de resolver el conflicto, y de allí se desprende que fue lo que lo motivó: El Amor, la caducidad del mismo y la consecuente traición.

Eleonora Wesler otorga un correcto trabajo y sin fisuras durante todo el trayecto. Malena Figó (la hija) brinda un personaje desparejo, con luces, grises y sombras. Ernesto Claudio (El abogado) le brinda color a su personaje gris. Gabriela Ferrero (la enfermera), brinda solidez durante toda la obra. En tanto que Carola Reyna (Theo) brilla en su rol de mujer despechada, conmovida y orgullosa de sus valores.

Oscar Martínez edifica un personaje riquísimo, verosímil, cambiante, solido, articulando una paleta de colores constante en donde se reflejan y refractan todas las emociones de cada personaje que le vomitan sus verdades.  Transita con admirable plasticidad cada transición yendo desde la comicidad a lo solemne y desde un sereno lago a una profunda cascada, apareciendo en su rostro el impacto que le da vivenciar ese vacío que su vida padece.

“No renunciare a nada, quiero todo”, le dice Lyman a su correcto y clásico abogado, quien es el puente entre los problemas de conductas morales y su solución a través de cuestiones prácticas. Este también soporta el embate dialéctico de Lyman quien le dice: “No he vivido la vida de otro, he vivido Mi Vida”, y allí termina de construirse justamente el dilema de su actual estado. El es un hombre que termina no renunciando a su ideal  y deberá enfrentar las consecuencias por el Edén perdido.

  Hugo Manu Correa

Jueves, 17 Febrero 2011 19:02

Stone (La Revelacion)

Valores Rancios

 

“Lo difícil lo hacemos ahora, lo imposible llevara un tiempo”, Billie Holliday

(Hugo Manu Correa). Cuatro personajes conflictuados protagonizan este impecable thriller psicológico, cuyas conciencias lucen acicateadas, todos viven en estados azarosos y lo hacen en un contexto político-religioso que los condiciona tanto como los oprime. El pasado los tironea y en el presente sus acciones denotan hipocresía, a mal olor y a creencias que hace tiempo mostraron su caducidad.

 

El Tema: La culpa, los valores religiosos y la moral conservadora en una sociedad (la estadounidense), que moldea (y deforma) la vida de 4 personajes, tan distintos como necesitados de redención.

 

El Conflicto: Edward Norton (Stone) interpreta sólidamente (brillante por momentos), a un reo que esta tan preso detrás de las rejas como en su propia alma, la cual le acarrea problemas desde hace muchos años evidenciando un dolor que no logra erradicar. Se ve asfixiado en la celda, pero la “puerta para salir de allí” es convencer  a un agente correccional que sus tiempos oscuros son cosas del pasado. Sobre ello debe dar cuenta al personaje de Robert De Niro (Jack) en una  relevante caracterización el cual “digita” quien sale o no en forma condicional de la prisión, ...siendo impiadoso en su proceder.

El film está narrado mayormente en forma cronológica y solo recurre en su relato a dos breves flashback para contextualizar la trama.  Existe aquí un gran logro dado que la fisonomía psicológica, la huella espiritual y las soberbias caracterizaciones de los actores, sumado a la brillante edificación de la puesta y la robusta dirección (John Curran) explicitaron de manera potente el marco dramático del film durante todo el relato.

El diseño de producción (Tim Grimes) se concentro en pocas locaciones “marcando” el contexto físico-emocional por donde discurren estos personajes con sus días-vidas. Ese breve transito físico es el que les impuso el contexto político-cultural que “sistematiza” sus vidas llevándolos a vivir en forma mecánica, con hábitos rancios que evidencia el vencimiento que tienen los valores morales que los cobijan.

También merece subrayarse la sórdida música de Jon Brion y miembros de Radiohead que logra condesar una textura oprosera que moldea aun más el marco de manipulación y de asfixia contante que sobrevuela el film

La trama muestra que poco a poco la rutina del personaje policiaco,  ira deslizándose hacia un sinuoso camino, el cual ira desgajándose en su pétreo carácter. Ello se irá viendo a medida que su reo muestre sus propias debilidades que lo irán obligando a Stone a buscar atajos espirituales, para darle así una comprensión metafísica a una vida que se ha ido desgranando (casi por completo).

Aquí el film llega al clímax central y lo hace con una subtrama omnipresente en todo el relato. Lo hace con voces en off de los medios masivos de comunicación, o sus propias voces (sus conciencias), que gobiernan la moral conservadora que moldea mayormente la vida Estadounidense. Allí aparece el contexto político-religioso en el que se mueven estas personas en una nación como EE.UU., la cual atraviesa en estos tiempos signos evidente de decadencia en los valores que la llevaron a ser la punta de lanza en el mundo.

La gran nación del norte por estos días ve carcomida la matriz  moral que los llevo en su génesis y en su constitución a separar la religión y de la político.  Hoy una de ellas, La religión y su visión están en crisis.  Hace agua por doquier y ello ha ido ahogando a sus ciudadanos los cuales se encuentran perdidos o buscando respuestas en otras creencias espirituales, afectando indisimulablemente a su otro gran pilar...la política.

“No creo en esas m….”, le espeta el oficial a Stone quien ha tenido un notorio cambio interior, logro que obtuvo buscándose a sí mismo y lo hizo a través de una nueva ola espiritual. Mismo respuesta que Jack le da a su esposa Madylyn cuando ella es quien busca un cambio en otra creencia (ante la muerte fáctica de su matrimonio), al decirle que todos primero fuimos piedra para luego "ir puliéndonos en el Karma que todos cargamos”, dice.

Este serán algunos  de los tantos signos que confluye en “el tema” del film, la gran crisis de la sociedad estadounidense. Como lo es la famosa y legendaria 2da enmienda de la constitución de EE.UU., que habilita a cada ciudadano de los EE.UU. a portar arma, lo cual hoy acarrea encendidos debates entre los Demócrata y Republicanos.

El personaje de Robert De Niro en el paroxismo de su crisis sale a “defender” su crisis espiritual portando un arma en su casa (...), huyendo del “incendio” que es su vida,  la cual esta abrazada a valores que ya no tienen que ver la realidad circundante.

El film no tendría la solidez de la cual goza si no le diera marco con la aparición de dos mujeres interpretadas de maneras brillantes por Frances Conroy ( Madylyn) como la abdicada esposa del agente correccional  y la resplandeciente Milla Jovovich (Lucetta) como la esposa-amante de Stone,  mostrando un abanico de múltiples caracterizaciones deslumbrantes de principio a fin.

Lucetta es quien pone al descubierto las miserias e hipocresías con las cuales todos conviven. Cuando hacen su aparición su sensualidad, desparpajo, autenticidad y misticismo nada será igual.  Su arrasador paso en la vida del agente policial lo llevara al fondo de su alma donde esconde sus propias miserias.

El guion ( Angus MacLachlan) no es reluciente, pero se concentro acertadamente en los remolinos emocionales de los 4 personajes atravesados por la culpa y el dolor. El guionista puso en un lado de la balanza a dos personajes en la tercera etapa de sus vidas defendiendo sus creencias, pero deberán tirar la toalla ante dos jóvenes que tienen tanto conflictos como ellos, aunque poseen más autenticidad y una ola de aire fresco que oxigena sus almas.

"Stone" pone sobre la mesa la sordidez, lo asfixiante, y la catarsis que cuatro personajes jamás logran realizar como una "pequeña" muestra del verdadero caldo de cultivo que se cocina en gran parte de una sociedad de EE.UU., que se desgaja pues prefiere mirar para otro lado, concentrándose en lo difícil (el tema) y dejando de lado lo importante (el motivo).

Dirección: John Curran.
País: USA. Año: 2010.
Género: Drama, thriller.
Interpretes: Robert De Niro(Jack Mabry), Edward Norton (Stone), Milla Jovovich (Lucetta), Frances Conroy (Madylyn)
Guión: Angus MacLachlan.
Producción: David Mimran, Jordan Schur y Holly Wiersma.
Fotografía: Maryse Alberti.
Montaje: Alexandre de Franceschi.
Diseño de producción: Tim Grimes.
Vestuario: Vicki Farrell.
Distribuidora: Filmax
No recomendada para menores de 16 años.

 

 

Miércoles, 09 Febrero 2011 00:39

Incriminados: Introspección desolada.

Todos los domingos de abril a las 19 hs se presenta la obra “Incriminados”, de Peter Handke, con adaptación de Leonor Manso y Cesar Fois y las actuaciones de Maia Mónaco y Martín Pavlovsky y dirección de la misma Leonor Manso. El espectáculo presentará un mes más de funciones, todos los domingos a las 19hs. en la sala Solidaridad del Centro Cultural de la Cooperación

 Hugo Manu Correa-. Peter Handke es un escritor austríaco (también director de cine), quien quedo marcado en su vida por el suicido de su madre y por el hecho (menor por cierto) de estudiar la secundaria en un internado.

Sus introspecciones lo llevaron a cambiar de carrera (literatura por abogacía), y viajar por toda Europa, incluyendo un periplo por España, el cual lo hizo en gran parte caminando.
Sus heridas existenciales las plasmó en varias obras. Una de ellas es "Incriminados", donde lo discursivo es por lejos lo más importante. Lo filosófico-existencial marca el contorno por donde viaja la obra que tiene a dos personas quienes en respectivos monólogos comentan sus vidas. Lo hacen rompiendo la cuarta pared y con la mirada clavada en el público.

Su vida profana en lo social y de trabajo esta contado al detalle. Con el mismo énfasis ambos personajes comentan su insatisfacción con un mundo lleno de reglas, las cuales no hicieron más que cumplirlas y esa “perfección”... de poco les sirvió.

En esos intersticios de sus vidas, en la obra, hace su aparición la voz de una niña ( Chloe Talavera Togander). Lo hace con la potencia de la dulzura y el encanto que denuncia toda voz juvenil (impecable trabajo de diñero sonoro de Barbara Togander). La fuerza con que irrumpe lo consigue con una inmaculada sonorización que cubre todo el ámbito de la sala Solidaridad del CCC. El inconsciente, la conciencia y hasta el lejano más allá están presentes en cada fragmento que esa criatura pronuncia.

La obra no realiza un juicio de valor sobre creencias religiosas o sobre un sistema político. Se ubica en otro lugar más universal como lo es el vacío (angustia) que tienen personajes que han recorrido sus vidas. A ellos la mismísima existencia los dejo machucados sin tener un justificado o un lógico porque en su racional vivir.

Leonor Manso ( escenografia/vesturia/adaptacion/direccion) plasmó esta obra con varios aciertos. El primero de ellos es darle valor a lo más importante, la palabra. Lo otro, es haberle dado un brillante marco escenográfico. Los dos actores (Maia Mónaco y Martín Pavlosky) están plantados en el escenario,  lo apolíneo en sus voces y sus cuerpos robustecen la obra y lucen ubicadas en un minucioso y sutil segundo plano, para dejar implícitamente al descubierto que estos dos personajes tienen algo que decir.

Las voces tienen un tono monocorde que nos habla de la mecanización de la vida de hoy en día. La repetición y el ser perfecto en lo profano fue burlado por el destino. De allí saldrán únicamente con un grito que denuncia el caos existencial que padecen, lo dionisíaco reprimido. Grito que habla del renacer (acaso)  que es el llegar a esta vida, o bien tener dicho (re) nacimiento  luego de que la tragedia los obligo a realizar estas preguntas.

Aquí se advierte (indisimulablemente) lo bíblico, el Adán y Eva que nos habla la creación. Lo hace (se insiste), sin ingresar en un juicio de valor sobre actuales creencias de las principales religiones del orbe. La obra tiene allí su sello principal, la pregunta primigenia que es buscar (intentar al menos), hacer la pregunta de nuestro origen, quienes somos, que hacemos aquí, hacia donde vamos (si es que van para algún lugar). Allí están esos dos sujetos rodeados de un gran vacío que los rodea y que tan notablemente Leonor Manso le dio dimensionalidad.

Otro gran acierto Leonor Manso es que “extirpó” de la dramaturgia original temas del nazismo que no se circunscribían con el contexto argentino y la búsqueda que la propia actriz-directora busco en su adaptación.

La puesta circular se podría inferir que habla de ese subí y baja de la vida, y de la circularidad que con-lleva el oficio de vivir. Dicha puesta parafraseando al antropólogo francés Marc Augé es un “no lugar”, donde lo inmenso de ese negro espacio vacío. Esa oquedad habla de un espacio que actúa como ese lugar vacuo que tiene mucha voz, en ese mar de preguntas que padecen ambos personajes.

Dicho hueco espacial, le resultará fácilmente reconocible para aquellos amantes del género ciencia ficción, especialmente para los que hayan leído  las geniales creaciones de Arthur Clarke como la  maravillosa Rama Revelada. Si bien en la obra del padre de la ciencia ficción los personajes tienen una impronta optimista, aunque también están rodeados de un ese inmenso vacío ( espacio negro que habla "del espacio"). En esta admirable pieza ese hueco físico y existencial es interrumpido y acompañado en algunos tramos por  algunas luces que “cada tanto” hacen su aparición.

La acústica de la sala Solidaridad del CCC es impecable, junto con una iluminación logran hacer deslizar en la superficie nuevos contornos sin invadir (más bien potenciar) nunca ni el "tema" ni el "conflicto" que lleva adelante esta destacadísima obra.

Las actuaciones de Maia Mónaco como Martín Pavlovsky son sólidas, potentes, creíbles y notablemente construidas. Lo generan desde la apoderación del texto, la musicalidad de sus voces, y lo acicateados que lucen dichos personajes.  Crean asi una atmosfera admirable logrando intalar rápidamente  la sensación de agobio que a ambos sujetos los gobierna.

Lunes, 13 Diciembre 2010 14:22

Dragón de Komodo

Des-encuentros Molestos.

"La juventud es un defecto que se cura con los años",  Enrique Poncela.

Hugo Manu Correa-. Cuerpos corriendo de aquí para allá buscando algo sin saber qué, pero buscándolo. Primero de los signos que nos arroja en la cara "Dragón de Komodo". Obra donde un grupo de jóvenes se tironean entre sí,  se juntan pero no se unen, más bien se ajan, se lastiman, se fiscalizan y giran en remolino buscando lo que los atraviesa y constituye como jóvenes.  Aunque es el porqué el que los lleva al "to be or not to be"...y en eso andan.

Esta fábula abre un sinfín de puertas sobre la matrix interior que los constituye. En el actual mundo donde lo individual cierra cualquier posibilidad de que el otro tenga que ver con uno mismo, paradójicamente aquí se es consciente de que ese otro es parte de uno. Pero lo que potencia el conflicto es que ese otro es ninguneado constantemente,  como que esa parte “de mi” no me gustará, dando lugar entonces al surgir del amor-odio.

Un sexteto de 3 x 3 (hombres y mujeres) dialogan, se gritan, se provocan, se victimizan, eyectan de su boca lo que se le viene a la mente. Sus diatribas son escupidas como dagas (dolores). Ese es la punta del iceberg que dimensionalmente traza una radiografía sobre sus padecimientos. Ese propio dolor es el que los acerca al querer-pretender estar bien. No lo consiguen en sus intentos, entonces los devaneos con sus luces y sombras cobra cada vez mas espesura
.

El marco poético que contiene a estos seis fuertes personajes esta esplendida cubierto por objetos que atiborran la puesta, pero increíblemente dado las edificantes actuaciones, la ecléctica y poética escenografía, mas la brillante dirección logran, no solo hacer fluir la sinergia de todos los elementos en escena, sino que logran condensar una obra de vivificante pigmentación, potentísima, entretenida y con riesgos varios.

“Molestos como mosca de tambo”, dice un viejo refrán campero. Así están ellos rodeados de esas literales inmensas moscas que metafóricamente los definen. Allí están ellos en ese escenario de “mierda”, que los contiene-detiene.

Cristian Morales (Dirección) le dio una coreografía (junto a Ana Garat y Pilar Beamonte) admirable: espacialmente jugada, provocativa, divertida y funcional al eje temático que abordan. La “filosofía” que sustenta esta búsqueda logra ser justificada por tema y conflicto.
Meneos enajenados, excéntricos y constantes de los actores, agresiones varias, sensualidad y agresividad por igual, contorneo y plasticidad siempre exigente. A ello se le suma un vestuario esplendido (Verónica de la Canal – Miuki Madelaire) y digno de modernidad.  Al mismo tiempo le da un barniz que provee la  puesta de una contemporaneidad "neutral", digna de cualquier coyuntura de tiempo, cultura y marco social.

Las gigantes propias moscas, un espejo, juegos de luces, una planta gigante, un moscardón inmenso, son algunos de los objetos que viven en la poética espacial y que rodean a estos jóvenes, los cuales viven con un amor en menor dosis de la que necesitan. Y la orfandad de ese néctar no ha hecho más que aparecer.

Sexo, personajes populares del ámbito porteño, vulgaridades justificadas, poesía, sueños, ilusiones, etc., componen el rosario conceptual de los temas que abordan, los cuales tiene como uno de los signos la destrucción de la cuarta pared. Este es otro signo que robustece la propuesta de "Dragón de Komodo", ya que este relato ha sido impuesto por  la media-network (monologo-stand up - big brother)  que en la última década se ha popularizado, y la juventud lo ha tomado como modo de exorcizar sus remolinos interiores.

El otro rasgo distintivo y refrescante es la música. La misma habita toda esta comedia de enredos de principio a fin. Aquí el trabajo de Ana Garat y Pilar Beamonte reluce. Elevan la pieza con una sincronización milimétrica, dándole marco a la retórica encendida en todo su recorrido. Usan para ello un mosaico de temas de los más variados, algunos de los cuales tienen fuerte resonancia en el reconocimiento indisimulable que tiene ese código con el público.

“Dragón de Komodo” sin llegar a ser una obra tridimensional (pareciera no buscar eso), tiene en su bidimensionalidad algo sumamente potente y admirable.  He allí su relevancia pues logra ser concreta y explicita en su profanidad sin más pretensión que contar los demonios y dioses que habitan en estos jóvenes.


Las actuaciones son verosímiles en todos los casos. Merecen subrayarse los trabajos de Juan Pablo Panebianco en un rol soberbio, Salome Vega quien enhebra el relato de la obra con su sensualidad y su magnética  presencia actoral, y Chachi Telesco la cual con su imantada presencia y prodigiosa voz le otorga la cuota más sensible y colorida a esta propuesta singular, que asume riesgos y que tiene aun mucho más brillo por descubrir.

Pdta.: "Cometí el peor pecado de mi vida, no ser feliz", Jorge Luis Borges

Estos jóvenes allí están, con anemia de amor, con el dolor a cuestas. Tormento que no actúa como faro-guía. Se ha vuelto algo residual y tóxico, sin permitirles ser felices.

Dirección y autoría: Cristian Morales
Coreografía: Pilar Beamonte, Ana Garat
Intérpretes: Salomé Vega, Santiago Caamaño, Nieves González, Juan Pablo Panebianco, Leonardo Serio, Chachi Telesco.
Artistas invitados: Miuki Madelaire
Vestuario: Verónica De la Canal, Miuki Madelaire
Escenografía: Cristian Morales
Maquillaje: Maximiliano Jitric, Emanuel Miño
Post producción audiovisual: Juanmi Icario
Artista plástico: Ariel Villarreal
Fotografía: Niki Noto
Producción ejecutiva: Ricardo Saieh
Prensa: Walter Duche, Alejandro Zarate

NOAVESTRUZ, Humboldt 1857, 4777-6956, $ 30,00, Miércoles - 21:00 hs

Lunes, 06 Diciembre 2010 14:32

O Estranho caso de Angelica

Amor metafísico

 

Hugo Manu Correa-. “Soy una persona complicada y además me pasa esto”, le dice Isaac a la sirvienta de una casa a cuyo lugar llevo fotografías de una bella joven muerta...de quien concluye enamorado.

De Manoel de Oliveira retrato en 97 minutos con la sapiencia de orfebre este film enigmático y sombrío el cual retrata la vida de un joven que vive escindido de la realidad y a quien el amor lo atrapara de la manera más extraña imaginable.

Isaac atraviesa sus días en forma paralela  al resto de los mortales qué lo rodean. Su interior esta ajado por algo que lo atraviesa espiritualmente. Esa emoción provoca un comportamiento extraño en sus acciones que perturba a todos aquellos que lo circundan.

El conflicto en él es este misterioso hecho: enamorarse de una muerta; lo cual le acarreara situaciones de fuerte impacto, provocando noches verdaderamente "pesadas".  Acaso ello pueda llevarlo a descodificar el laberintico y atávico tormento que es su vida.

El film esta tejido de principio a fin con una textura negra, reflejando siempre el punto de vista del alma perturbada de Isaac, quien transita sus días con un indisimulable penar, pues advierte que la dimensión de su existencia no no se corresponden con la contemporaneidad reinante. 


Isaac (Ricardo Trepa)  es fotógrafo y llego de manera no del todo clara a un caserón que actúa como pensión. Allí es requerido una noche para fotografiar a una joven muerta.  Luego de una persistente negativa es convencido de acudir a la cita. En el propio acto fotográfico la bellísima Angél-ica (Pilar López de Ayala), le sonríe y ello le causa tal perturbación que lo hace salir poco menos que despavorido de allí.

“¿Por qué saca fotografías a esos trabajadores (…) es un oficio antiquísimo?”, le espeta la mayordoma de la casa donde vive. Isaac retrata esos documentos como algo “nuevo” en su vida.  Allí el talentoso director Europeo nos entrega la primera guía de esta alma "pretérita". Alma que se comporta con la misma sensación de extrañeza en cada acto,  causando así más perturbación con quienes están cerca de él.

El director portugués logra conjugar en cada cuadro elementos que configuran las distintas capas metafísicas del ver (mirar la vida) y vivir la realidad de los personajes. A los continuos, estáticos y repetidos cuadros en blanco y negro, en una escena le agrega una pequeña esfera (mayor signo acaso del film) llena de agua en cuyo interior un pez fosforescente y su vivaz comportamiento atraen a Isaac. Alli vemos toda la simbología de separación espiritual, cultural y social (hasta política) que vive Isaac de todo cuanto lo circunda.

Primero contempla al expeditivo pececito, luego queda absorto y  tercero queda conmovido al advertir que ese pez en su universo de agua está lleno de vida y de libertad. Muy distinto al ahogo existencial que articula su existencia donde el aire que lo rodea solo pareciera asfixiarlo.

Justamente lo existencialista esta abordado con una precisión de orfebre. Oliveira obturo cualquier elemento técnico y artístico que fuera a mostrar la costura de esta formidable creación: Las actuaciones tienen en todos casos están “alimentadas” por la naturaleza circundante. Los gestos, los hábitos, la naturalidad navega en cada uno de ellos no siendo dotados de artificios no correspondientes a la época que los cobija.

Una pájaro, el impacto de la ruidosa contemporaneidad o una mariposa cual llamado de ángeles, condensan la metáfora poética haciendo confluir las distintas dimensiones que atraviesan de principio a fin esta fascinante creación. Ello sumado a lo resquebrajado que esta espiritualmente Isaac con pesadillas varias, no pudiendo separar realidad de sueño concretando un universo complejo y poético. Así Oliveira viste (y reviste) a la historia. Los personajes se entrelazan sin más vínculo que el verse ya que todo lo que los constituye como seres mayormente los separa.

La única gota (la lluvia será un recurso de natural trascendencia en muchas partes del film) que hace macula a "O estranho caso de Angelica", es que tiene en una de las escenas más importantes del film una similitud apabullante a la fenomenal “Cumbres Borrascosas”. Se podría inferir también que allí hay un homenaje implícito para un clásico del cine, lo cierto es que también le restan algo de brillo a este drama, aunque no logra erosionar el resultado final de esta soberbia creación.

El juvenil espíritu de trabajo de Oliveira desmiente su centenaria vida, la cual tiene varias dimensiones que lo atraviesan. Ellas quedan en evidencia al ser traducirlas y encapsuladas en esta fantasmagórica, subyugante y metafísica creación del incansable y genial artística portugués.

Director: Manoel de Oliveira
Guión: Manoel de Oliveira
Intérpretes: Filipe Vargas, Isabel Ruth, Leonor Silveira, Luís Miguel Cintra, Pilar López de Ayala, Ricardo Trêpa
Productor: François d'Artemare, Maria João Mayer, Luis Miñarro
Estreno en Argentina: 31 diciembre 2011

 

Lunes, 29 Noviembre 2010 01:13

Skyline: Luces, invasión, (y)...nada más

 Buda Gautama: "Si profundizas mucho en la materia te darás cuenta que no hay nada, ello ocurre por que la substancia desaparece". (x)

(Hugo Manu Correa). Desde el famoso caso Roswell en 1947 (que habría registrado la  caída de un supuesto UFO con 3 sobrevivientes a bordo en Nuevo México -EEUU-),   el tema extraterrestre ha estado con mayor relevancia en la vida de todo el mundo.

Los medios de comunicación en los últimos años abordan (cada vez con menor indulgencia) estos temas. Muchos  Network de gran reputación en el mundo está volcada a tocar estos temas. Desde CNN (Larry King Show en la cadena de Atlanta fue uno de los que mas y con mayor seriedad lo abordo), FOX News y magazines como NYTimes o el Washington Post, entre otros también dedican mucho espacios a estos temas. 

En internet recientemente uno de los site's   de mayor llegada en todo el mundo como lo es Yahoo amplifico mucho lo tratado en el recinto de la Naciones Unidas en septiembre 2010. Allí se resolvió que será la astrofísica malaya Mazlan Othman la encargada de hablar con extraterrestres en caso de una invasión. También los blogs (con serios y no tan serios investigadores) lo que dan cuenta de estos “asuntos” con mayor o menor pericia.

Allí se encarna lo poco fértil que esta Hollywood en ideas novedosas y así el sistema político  estadounidense encuentra (nuevamente) como mejor parábola del porque su vertical punto de vista (acción mediante),  que la lucha contra contra habitantes de otros universos es algo con que (cinematográficamente)  entretener. 

Skyline  tiene un disparador (tema) que es al mismo tiempo el conflicto: “la invasión” de chicos no precisamente buenos del espacio exterior. Skyline no saldrá de allí jamás en lo poco más de hora y media  que dura el film.  Girara una y otra vez en este espeluznante enemigo que apareció en la Ciudad de Los Angeles y no hay manera de emanciparse de El.

Es esta  época en donde la humanidad (mayormente)  tiene al propio hombre como centro, y no a Dios como lo fue en siglos pasados. La ciencia es nuestro Dios. El ver para creer es el mandamiento principal de esta “nueva” Biblia. Uno de los predicadores en el “desértico” panorama de la vida interior actual es Stephen Hawkins. Esta eminencia del mundo académico científico es quien tendió un puente para animarnos a estirar las fronteras de nuestra incredulidad... de que hay algo allí afuera.  En abril de 2010 manifestó: “Los extraterrestres existen para mi universo matemático. Podrían ser  nómadas y creo que  gustaría colonizar cualquier planeta”, pontifico y gran parte del propio mundo científico sintió un impacto como si un cometa hubiera caído haciendo temblar las paredes del raciocinio (al menos del mundo occidental).  Skyline pareciera seguir a la perfección esta línea temática-filosófica.

Jarrod (Eric Balfour) y Elaine (Scottie Thompson) son una joven pareja de enamorados que viajan desde New York a Los Angeles a pasar un fin de semana de escape para estar en el cumpleaños del mejor amigo de Jarrod, Terry (Donald Faison) y su novia Candice (Brittany Daniel). Una noche de música fuerte y borrachera, donde el único conflicto que se advierte (sobrevolando el ambiente), es el contraste cultural entre NYC y LA que advierte Elaine,  mostrando los personajes y sistema de vida típicamente Estadounidenses.

Una toma aérea nocturna en las primeras escenas del film (seguido de un pequeño flashback)  de la ciudad californiana acompañada con una música opresiva nos ubica directamente en un ambiente que en cualquier momento saltara por el aire.  Luces como bólidos azules cayendo desde el aire impactan en la ciudad. Naves con forma de Zánganos ocupan el espacio aéreo las cuales desprenden luces que hipnotizan a quien hoce mirarlo. Desde el ático del departamento de Terry todos acuden aterrorizados ante este espectáculo y no se vislumbre que tengan una manera de salir de allí.

Los directores Colín Strause y Greg Strause, son dos especialistas en efectos visuales. Ambos vienen precedidos en brillantes trabajos de diseños cuyos films han logrado transcender por sus claves aportes profesionales.  "Irom Man 2" (2010), o
"El Curioso caso de Benjamín Button" 2008), dan cuenta de ello.

Este aspecto del film es lo más trascendente que tiene. Un ático y la visión a la cual asistimos (casi) como un integrante más del film, las persecuciones, la fotografía en la azotea son lo (único) mejor que muestra esta historia que tiene una trama que se edifica en ese “gran tema” y no logra ramificar mas capas de temas en donde se apoye el peso del film. 

Es imposible dejar de pensar que paso con el script:  No vieron que no hay subtrama?. Dejaron subyugarse por cierta originalidad “efectista” de los efectos?. Ciertamente si la “lógica” que tiene esta historia es que estos invasores vienen a llevarnos literalmente, no andarán preguntando qué hacemos, que miramos, que comemos, en que creemos o que tarea nos falta hacer, etc, etc....etc.. Pero es hasta insultante que los personajes (de correctas actuaciones) vallan desinflándose cuadro a cuadro y ello obedece en que las acciones de la historia van haciendo agua por todos los rincones.

"Distrito 9" (de Neill Blomkamp), tuvo el mismo origen en cuanto a lo reducido de su presupuesto, aunque conto con un lineamiento  básico en lo filosófico y en lo político de la trama, que sustento esa original (y simple) historia. Tanto los humanos como los alienígenas tenían un por qué, una moral y un motivo que los empujaba en su proceder.

"Skyline" parece encontrar en los minutos finales el motivo del proceder de sus invasores y que los trae por aquí: lo escaso de un elemento en su mundo los hace aterrizar en nuestro planeta. Esto sin ser original (hasta se podría inferior que tiene mucho de Alíen, el octavo pasajero de Ridley Scott), muestra al menos algo que sustenta el film, aunque no logra salir indemne de un film que tuvo mucho ruido y pocas nueces.

(x) En Skyline no hay materia para profundizar. Se advierte fácilmente que no hay substancia que sustente la historia
 
Titulo: Skyline.
Genero: Science-Fiction/Thriller
Director: Greg Strause, Colin Strause
Guión: Joshua Cordes, Liam O'Donnell
Intérpretes: Eric Balfour, Donald Faison, Scottie Thompson, Brittany Daniel

Las geniales composiciones actorales de un matrimonio con una disfuncional relación, guiados por una estupenda dramaturgia,  sumado ello a una soberbia dirección hacen de "La noche canta sus canciones" una obra brillante de principio a fin.

Un escritor fracasado se refugia en su casa para escaparle a la fobia que le produce el contacto con las personas, motivando a que su esposa, reciente madre, acreciente su hastío y enojo para con él,  tornando la situación insoportable, llevando a potenciar el eclipse en el que ha caído el vínculo.

En la misma, la situaciones se repiten en una noche de insomnio, de mucho fastidio donde los silencios también juegan su rol. Allí se advierte por momentos una textura árida en los diálogos que giran una y otra vez sobre lo inconducente y nada edificante de la relación que ambos están padeciendo.

La  obra está basada en un libro de Jon Fosse (escritor Noruego de mucho prestigio en su país), sobre el cual el prolífico Daniel Veronese aporta todo su bagaje creativo, generando una envolvente atmósfera, otorgándole a los actores recursos mínimos en la puesta en escena: una alfombra, un sillón, una mesa.

Hay ausencia de música y sin contrastes en la iluminación, con actores que utilizan un lenguaje práctico, directo, irónico, simple y a la vez punzante.

Aquí se advierte otro excelente logro: Veronese muestra la gran resonancia oceánica en lo ético y espiritual de los personajes, y lo hace sin agitar las aguas para mostrar la profundidad de las mismas, que generalmente logran confundir al espectador. La profundidad  es vertebrada en diálogos dinámicos, simples y chispeantes, en silencios opresivos y precisos, y en la contemporánea veta humorística que logran potenciar y elevar la obra.

Pero todo ello no sería posible si no se encuentran actores que le den cuerpo y sustento a las personificaciones. Tanto Eugenia Guerty, como Pablo Messiez, hacen de sus impecables actuaciones el centro mismo de esta magistral propuesta que Veronese lleva a cabo en 2008 en su casona-teatro del barrio de Palermo y que ahora trasladó a Timbre 4. En sus contradicciones a flor de piel, en sus transiciones tanto de tiempos como corporales, en sus caprichos, en el remolino interior que experimentan cada uno de ellos, es allí  donde se instala el núcleo de esta edificante creación artística que siempre se mantiene en lo alto y que no te suelta hasta el mismísimo final.

Las actuaciones de Luis Gasloli y Elvira Onetto (los padres) y de Claudio Tolcachir (Baste), este último como "el otro", también le otorgan brillo a sus trabajos y una fuerte presencia, subiéndose a la alta marea de las creaciones de los dos personajes centrales por donde gira esta fantástica creación teatral.

Sigmund Freud dijo que en "Un matrimonio feliz no hay lugar para el incordio". La obra se instala justamente en el lugar antagónico de lo dicho por el genial padre del psicoanálisis.

Por Hugo Manu Correa

Esta obra cuenta con el apoyo de la Real Embajada de Noruega en Argentina y Proteatro.
Eugenia Guerty ha sido nominada a los premios Trinidad Guevara y a los premios Teatro del Mundo como mejor actriz por el trabajo en esta obra.
Daniel Veronese fue nominado como mejor director para los premios Teatro del Mundo y Clelia Chamatrópulos como mejor traducción.
Esta obra participó del Festival Porto Alegre Em Cena 2008 y del Festival Internacional Santiago a Mil.
El Festival Internacional de Londrina y el Festival Internacional de Teatro de Brasília y Goiana em Cena.

Autor: Jon Fosse
Director: Daniel Veronese
Intérpretes: Luis Gasloli, Eugenia Guerty, Pablo Messiez, Elvira Onetto, Claudio Tolcachir
Timbre 4, México 3554, 4-932-4395.

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