Críticas de cine

"Un hombre perfecto": Laxitud latente

El disparador de la  historia engancha. La elegancia y sofisticación del relato visual agradan. El clasicismo de su narrativa esta correcta y esta diríamos sólida. Lo chic de su envoltorio como patina cultural atrapa. Las resoluciones técnicas del film están bien balanceadas y hasta son una gema por momentos. Ahora bien, ¿Porque el film no termina de golpearnos el pecho?  ¿Porque la llovizna nunca se transforma en lluvia torrencial? ¿Porque nos agrada en su comienzo, nos seduce por momentos, nos atrapa en otros, pero termina siendo algo bueno, pero con sabor a brindis con agua en fin de año?.

 

 Mathieu (Pierre Niney), tiene 25 años. Sueña con ser escritor. Para cristalizar su sueño trabaja en su apartamento en sus momentos libres. Mientras tanto solventa sus sueños trabajando como peón de mudanza. Concluido un escrito, llama a la editorial en varias ocasiones para insistirles que lo suyo es bueno, pero lo único que consigue es que terminen por cortarle la llamada. En una clase de literatura vera exponer a una joven tan subyugante en su exposición literaria como el encantamiento que provoca su angelical presencia. Este último elemento se incube en su ser y motorizara el accionar que dispara la trama. Tras ello en su trabajo en plena mudanza el joven aspirante a escritor encuentra un manuscrito de un fallecido. La obra resulta ser una genialidad. Se “apropia” de Él y de ahí en adelante su vida de un vuelco. 

 

 

Yann Gozlan (dramaturgia y dirección), no construyo la trama para encandilar con postulados engolados sobre lecturas bajo el agua. No sé para arriba de un banco y desde allí te habla son aires de superioridad. No está “sobre-actuado” ni hace alardes morales. Su script tiene una sola capa dimensional. No le interesa la sub-trama. No mete la pala para escarbar mucho en ello. El problema que tiene el guion, es que la historia se acaba a mitad del film. En su recorrido la previsibilidad comienza a carcomer la el argumento. Los huecos psicológicos del personaje principal son “pozos de aire” en el vuelo narrativo. La medianía argumentativa con que los demás personajes están puestos en la historia es un corcel demasiado forzado. 

 

La dirección aposto a lo clásico. Los cuadros son “una pinturita”. El ritmo funciona ya que esta aceitado y a buen trote. La estructura clásica del relato visual comienza a resquebrajarse a media que al joven Mathie, es persuadido por un amigo del fallecido quien comienza a hostigarlo. O cuando el competidor de su amada comienza a sospechar que algo no cierra. El propio thriller pide a los gritos elementos “menos prolijos” y menos pureza. Mathie está en problemas muy serios. Los “impactos” en la vida del joven lo obligan a decisiones “bisturí”. Luego esa huella se borra del guion y el elástico narrativo queda fofo.  Ello desde la dirección y el montaje, no se soluciona solo con una música incidental con la pretensión de darle espesura y “dolor” a la trama. El film necesita “barro” y dejar que el clasicismo no se apodere del film ya que termino aplanándolo y aplastándolo. Si merece destacarse el final. Es la confirmación que confirma la regla. La historia pedía desde antes que el curso de la historia recorriera un camino más angosto y con una herida mayúscula. 

 

Ya se sabe que la actuación en el cine es una conjunción de elementos. Un actor resuelve con presteza o no su trabajo por múltiples factores. Algunos de ellos van desde la construcción solida de su personaje, del vínculo con la cámara, de la iluminación, de la construcción del plano y desde el montaje. Pierre Niney, no tiene sex appeal, pero la subjetividad de su rostro está bien explotada. Rostro que en los últimos tiempos en occidente pareciera representar para un sector de la industria de occidente un fuerte canon de belleza masculina. Rostros refinados pero con sutiles asimetrias para asimilarlo en lo popular. Se nota mucho trabajo y solvencia técnica en la construcción del personaje. No obstante, entre cierta inconsistencia del guion, la falta de verosimilitud en la estructura psicológica del personaje y la falta de espesura en la composición, advertimos que el personaje le dieron un saco demasiado grande para su talla.

 

Párrafo especial para Ana Girardot, quien personifica a la novia de Mathie. Su presencia es lo mejor del film. Tiene brillo, carisma, soltura, vínculo con la cámara, y si no tiene más arrojo es porque también su personaje esta con anemia en el envase de la escritura. 

 

By Hugo Manu Correa

 

Un hombre perfecto

 

Título original
Un homme idéal

 

Año

 

Duración
97 min.

 

País
Francia Francia

 

Director

 

Guión
Yann Gozlan, Guillaume Lemans, Grégoire Vigneron

 

Música
Cyrille Aufort

 

Fotografía
Antoine Roch

 

Reparto

 

Productora
2425 Films / Mars Films / TF1 Films Production2425 Films / Mars Films / TF1 Films Production / Wy Productions

 

Género
Thriller | Literatura

 

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