Críticas de cine

Brave: Recuperando la fe

 

No me cabe duda de que gracias a 'Brave (Indomable)' Pixar volverá a recuperar su butaca en la próxima ceremonia de entrega de los Oscar como uno de los nominados a la mejor película de animación. Y lo hará porque 'Brave (Indomable)' es la mejor película de animación del año, o al menos lo es de cuantas de momento se han puesto a prueba ante el público. La diferencia sustancial sin embargo con algunas OBRAS MAESTRAS de la compañía como son 'Wall-E' o 'Toy Story 3' es que aventurarse a darla como ganadora sería, en esta ocasión, una actitud de arrogancia más que reprobable (aunque la competencia de momento se lo esté poniendo muy fácil). Y es que a diferencia de los dos títulos antes mencionados, y a pesar de que a buen seguro la cinta se revalorizará con el tiempo, sus innegables virtudes no le alcanzan ni para ser una obra incontestable... ni para revolucionar o sorprender en ninguna faceta en particular, lo que no quita para que sea un filme igualmente notable y muy recomendable. O en otras palabras, para ser un filme de Pixar.

Vaya por delante lo que todos los que han disfrutado del buen cine de Pixar quieren leer: que 'Brave (Indomable)' no es 'Cars 2', la que es (y esperemos que siga siendo por mucho tiempo) la película más floja de la compañía cuyo último filme, por cierto, está dedicado a la memoria de Steve Jobs. Y repito textualmente por si alguien estaba despistado, "la película más floja", porque aún así dista mucho de ser una mala película (especialmente atendiendo a las habituales características del llamado "cine de animación"). Sí, soy un firme (y agradecido) defensor de Pixar, no me queda otra; y si, defenderé con uñas y dientes hasta un título como 'Cars 2', especialmente después de haberlo revisionado en más de una ocasión, si bien no tengo lo que hay que tener como para subirme a donde la altura pierde su nombre y jugar a ser Dios negando la realidad que se nos presenta: que dicha secuela constituye el nivel más bajo mostrado hasta el momento por la compañía, y además de forma tan evidente que si no fuera por su sensacional diseño de producción incluso podríamos decir que parece una secuela parida por Blue Sky o DreamWorks Animation, o lo que es lo mismo, que parece tener más en común con 'Ice Age 4' o 'Madagascar 3' que con cualquiera de las dos secuelas de 'Toy Story'.
Las comparaciones, siempre las malditas, manipuladoras y corruptibles comparaciones. 'Cars 2' tuvo la difícil papeleta de enfrentarse a cuatro precedentes recientes a cada cual mejor, mientras que 'Brave (Indomable)' cuenta con la teórica ventaja de venir precedida de, precisamente, 'Cars 2', a la que no le ha sido difícil superar en donde debía superarla, sobre la pantalla de cine (que no sobre las estanterías). Teórica ventaja... sobre el papel. Sin embargo, no sabría muy bien decir por qué, existe cierta sensación de que Pixar ha de demostrar algo con 'Brave (Indomable)', como si todo aquello que ha dejado a sus espaldas jugara más en contra que a favor cual legado de Bourne, como si el haber demostrado ser mucho mejor que sus rivales no le valiese a la hora de ser sólo mejor que sus rivales. Y es que visto así, si queremos "ser malos", podemos decir que efectivamente 'Brave (Indomable)' se encuentra "por debajo de lo mejor de Pixar". Y yo me pregunto, ¿y qué no se encuentra por debajo de lo mejor de Pixar? El principal defecto de la última producción de la factoría es que no es una obra maestra, que se limita a ser sólo una muy buena película de animación. Y aún así, aún siendo lo que podríamos catalogar como un título menor, sigue siendo mucho mejor que 'Ice Age 4', 'Madagascar 3', 'El lorax' o '¡Piratas!', títulos a los que vista la vulgaridad de sus precedentes parece que les vale con ser simplemente correctas (en el mejor de los casos) para ser correspondidas con el aplauso de la audiencia.
No sé si resulta evidente o no, pero llevamos lo que espero sea más de la mitad de la crítica (por el bien de un servidor, mejor no sepan en que circunstancias la estoy redactando...) y apenas sí he hablado de la película propiamente dicho. Siento hacer la advertencia ahora, pero más allá de alabar lo guapa que es Mérida (...), o su sensacional banda sonora, o su ritmo endiablado, o la brillante relación dramática que sin palabras se establece a partir de la mitad, no es mi intención desvelar ni comentar ningún aspecto en particular de la cinta. ¿Para qué? Baste el logo de Pixar para que uno sepa que merece la pena apostar por este filme como una opción prioritaria, y a la larga ineludible. Son demasiados grandes títulos a sus espaldas como para que ahora seamos tan mezquinos de dudar de su más que probable potencial, y por más que precisamente este legado nos incite a ser un tanto injustos al exigirles más a aquellos a los que, no obstante, sabemos que podemos reclamarles una exigencia mayor. Ahora bien, por costumbre no podemos estar esperando siempre una nueva obra maestra por más que nos encantaría, simple cuestión de estadística. 'Brave (Indomable)' no lo es, al menos no lo es hoy (que ya veremos a ver mañana). Tampoco lo fue en su momento 'Bichos' ni tampoco lo es hoy, pero prueben a volver a verla y descubrirán que se disfruta tanto como si lo fuera. Ese es el arte de Pixar, y ese mismo arte se esconde detrás de 'Brave (Indomable)', el de las cintas que sobreviven al tiempo, el de las cintas que sobreviven a su paso por una sala de cine.
'Brave (Indomable)' es una más que notable película a la que no debería hacer falta presentar. No sólo es la mejor en su especie en lo que llevamos de año, también es de lo poco que cuando el año termine merecerá la pena ser recordado. Si es cierto que en algún momento, durante su visionado, uno puede caer en la sensación de que el filme no termina por explotar todo su potencial, de que quien sabe si a causa del relativo pinchazo moral de 'Cars 2' que, recordemos, es responsabilidad directa del mandamás de la compañía, John Lasseter, sus responsables han optado por apostar sobre seguro y, como vulgarmente se suele decir, "han atado en corto" a la producción para mantenerse en terreno conocido. Tanto monta que monta tanto, sigue siendo una película de Pixar con lo que todo eso conlleva aunque habrá quien la atize por lo de siempre, por no ser ni la mejor ni la más original de sus producciones, cuando no por ello deja de ser un filme plenamente satisfactorio que cumple más que de sobra, sigue ofreciendo bastante más que la mayor parte de las producciones de la competencia, y no se olvida de regalarnos ese momento idóneo para soltar la lagrimilla de rigor que ponga punto final a una buena sesión de cine. Porque de eso se trata al fin y al cabo, de cine y no simplemente de animación, ya sea para grandes o pequeños... o para ambos.
Nota: 7.5

 

Medios