Ponte las pilas por el medio ambiente
- Escrito por Fuente: National Geographic
- Publicado en Planeta
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Una sola pila de reloj puede contaminar el agua de toda una piscina olímpica. Su reciclaje es esencial para evitar la contaminación ambiental.
Hoy en día es impensable vivir sin cada uno de esos pequeños aparatos electrónicos que nos hacen la vida más fácil y llevadera. Teléfonos móviles, relojes, cepillos de dientes eléctricos, audífonos, mandos a distancia... la lista se antoja interminable y todos ellos tienen algo en común: funcionan a base de baterías o pilas.
Mientras que la baterías tienen la característica de poder recargarse periódicamente, con las pilas ocurre todo lo contrario: una vez estas producen la energía para la que fueron diseñadas, han de desecharse debido a la degradación de los componentes de los que están fabricadas. Entre estos componentes se hallan compuestos de mercurio, cadmio, níquel, litio, plomo, manganeso y zinc. Todos ellos son inminentemente tóxicos para la salud, pudiendo provocar desde ceguera, pasando por un amplio abanico de enfermedades mentales, hasta la muerte. Y además, son muy nocivos para el medio ambiente.
La importancia de reciclar las pilas y baterías
En muchos casos, cometemos el descuido de tirar las pilas y baterías al contenedor de la basura. Esto produce que por regla general acaben en un vertedero, pudiéndose filtrar los metales pesados de los que están compuestos, al suelo y el agua, o pasando a la atmósfera en su incineración, haciendo que además de ser contaminantes, contribuyan a la acentuación del efecto invernadero.
Puede que dentro de unos años podamos valernos de la energía solar para poner en funcionamiento los dispositivos de los que hacemos uso. Algo que sin embargo a día de hoy se antoja una realidad muy lejana. Por todo ello es imprescindible el reciclado de las pilas, haciéndose e tremendamente necesario depositarlas en los lugares adecuados para su recogida, y prestando especial atención a que nunca, en ninguna circunstancia, alguna de ellas sea alcanzada por el fuego o acabe en una fuente de agua, ya que una sola pila de botón puede contaminar por si misma el agua de toda una piscina olímpica.