Se abalanza como un corcel negro arrasando todo a su paso. Su corcoveo es impetuoso, estilizado, con suma clase e imantando todo a su paso. Ese deslizamiento lo hace con naturalidad, sin pretensiones, sin alardes para hablar de un gran tema.  “Como si pasara un tren” tiene el poder que siempre provoca el poder-contundente de historias “pequeñas” y frescas que acontecen en nuestra interminable pampa. Esta estupenda creación de Lorena Romanin conjuga una poética simple y universal la cual viene en un envase provisto de encanto, ternura y al mismo tiempo de hilaridad.

Esta comedia dramática de una hora de duración narra la historia de Susana (Silvia Villazur) y su hijo Juan Ingacio (Guido Botto Fiora), quien padece un retraso de maduración. La sobreprotección de Susana encadena una espesa atmosfera que no hace más que potenciar la dificultad que sufre su hijo. Ellos tienen un vínculo que mixtura el amor con una historia de yerros por parte de una mujer cuya vertical y excesiva autoridad ha contaminado y logrado asfixiar el afecto rancio que se profesan.

Las rutinas que jalonan los pueblos de nuestro país tienen otra espesura a la de las grandes urbes. Sus rituales, sus sentenciosos juicios y “verdades reveladas” actúan como pasaporte para que un día y otro tenga la misma huella sin macula a la vista. Ese sopor en esta pieza está anclado en la voz de Susana: visceral, autoritaria, poderosa y de cuya vitalidad se abastece la obra.  En ese tracto vocal es sobre cuya autopista viaja toda esta creación artística.

Todo cambia cuando llega desde Buenos Aires, Valeria (Luciana Grasso), quien con su frescura, su otra mirada de la vida, su impronta llena de encanto y lucidez hace saltar por los aires una historia anclada, oxidada y encallada.

Lorena Romanin, en su dramaturgia vuelca en el personaje de Valeria la historia de una joven que también es “castigada” por una madre (ahora urbana de la gran metrópoli pero con pasado campero). La adolescente sufrirá la misma severidad ya que fumo un porro y esa “droga” es terrible y no admite otra mirada que no ser condenarla al purgatorio del “campo”.

La obra tiene varias capas que la hacen lucir de principio a fin: El fuerte drama no es abordado  con condescendencia y tampoco se lo subestima, no obstante no lo vuelve solemne, ni tampoco lo parodia. El trazo grueso de la obra viene en grandes pliegues y avanza con celeridad lo cual no indica que el tema se aligera, más bien lo contrario. Por último, el vínculo entre los tres personajes es prodigioso.

Juan Ignacio sostiene en todo su cuerpo las inflexiones (internas y externas), de un ser que es un dique a punto de estallar. Articula un personaje lleno de ternura que se transforma en un huracán cuando el núcleo de su dolor literalmente explota. La cuarta pared recibe un viento helado y poderoso cuando ello pasa. Valeria tiene un uso de magnético de su naturalidad contemporánea. El vínculo con su primo y con su tía está basado en como moldea su verdad arqueándose en una situacion y otra con un desparpajo admirable. Susana, en tanto, será atravesada por un rayo láser cuando su verdad se caiga a pedazos. La muda de piel en su personaje será prodigiosa y la paleta de colores con los cuales cubrió el mismo será la joya mayor de esta espléndida creación.

Romina Romanin, se luce con una dramaturgia fuerte por el tema, sutil por el tratamiento, liberada de atascamientos y brillante porque siempre avanza con solidez, interpelando y entreteniendo al mismo tiempo. A su vez a la dirección le dio la movilidad precisa sin adornos innecesarios. Robusteció la propuesta con un dinámica creíble en los vínculos, cuyas frondosas inter-relaciones le dan equilibrio al drama y una genuina comicidad que como una bruma envuelve el reciento en todo su recorrido.

La puesta en escena provoca encantamiento ni bien “golpea” en la vista y en el alma. La bella construcción de esa casa donde se teje la historia es tan altiva como despojada de artificios. El tren girando en el suelo sumerge al reciento de un solo impacto ni bien se ingresa. Ese sonido y fundamentalmente la historia no soltara al público hasta el mismísimo desenlace cuando esta joya teatral marca el final de una pieza que se queda cual gema morando en el ser de cada espectador.  De pie!

By Hugo Manu Correa

COMO SI PASARA UN TREN

Escrita y dirigida por Lorena Romanin

 Una comedia dramática sobre la vulnerable relación de una madre y su hijo en una ciudad de campo. La llegada de una prima de la capital va a cambiar todo para siempre.

 Elenco: Silvia Villazur, Guido Botto Fiora y Luciana Grasso

Dramaturgia y dirección: Lorena Romanin

 Funciones: viernes 22.30 y domingos 17 hs. Funciones especiales: viernes 15 de julio 20 hs. y sábado 16 de julio 22.30 hs. Duración: 70 minutos.

 EL CAMARÍN DE LAS MUSAS. Mario Bravo 960. Reservas: 4862-0655. http://www.elcamarindelasmusas.com/

Entradas: $ 200, $ 150 (estudiantes y jubilados con acreditación) y $ 100 (menores de 30 años presentando DNI)