Ese loco de Cervantes: “Esquirla poética”
- Escrito por Hugo Manu Correa
- Publicado en Teatro / Críticas
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Mayormente en los espacios literarios del mundo se suele ponderar que la síntesis metafórica de “El Quijote”, está anclada en ese hombre (romántico) quien lucha contra Molinos de Viento (poder sajón que aun marca el paso del mundo).
Ese núcleo sustancial en la vida de Cervantes (de quien en este 2016 se cumplen 410 años de su “ida” física) y que manifestaría en sus geniales e insuperables creaciones, ha sido materializada como sustrato principal en “En ese loco de Cervantes” y cuyo logrado texto (Marco Antonio de la Parra) marcará acertadamente el pulso de esta propuesta.
La pieza apuntala su norte sin más pretensiones que rendir homenaje a este genio que fue un adelantado en el tiempo y como nadie hablo desde nuestro gen de pertenencia cultural y de la medula espinal que aún nos sigue interpelando.
Todos estos logros están plasmados en esta pequeña aunque ponderable creación. La misma se articula desde esa pequeña habitación en la que “El Manco” exorciza sus demonios, vuelca su arte creativo, y dialoga con un tal Shakespeare.
La presencia actoral de Gustavo Manzanal motorizando a Cervantes logra adosarle un alto grado de credibilidad dado la verosimilitud lirica desde la cual dispara no solo cada fonema, sino el sustrato que subyace en su proyección aurica: sentida, bien articulada, y con un bello grado de convicción y pertenencia a ese mismo sustrato cultural.
Queda no obstante el interrogante de cuál hubiera sido el resultado si se hubiera plasmado en escena el giro idiomático en el idioma de castilla. La duda emerge, dado que se advierte en que los logros de dirección (Román Caracciolo), de actuación y de la puesta logran solidos estandartes que –quizás- la voz alejada del rioplatense le hubiera dado aún mayor espesura a tan buen registro actoral.
La puesta en escena (Román Caracciolo) aposto a un lúgubre espacio minúsculo como lo es la habitación de este poeta donde convive con su pobreza material y las esquirlas poéticas que tanto lo acicatean su espíritu y que solo logra dominar cuando su pluma materializa su frenético rio interior, o en este caso, cuando habla en este último día en este mundo. En este espacio minúsculo se encuentran; una cama, una mesa, una silla y además un teléfono. Este último elemento es sustancial en “Ese loco de Cervantes”, ya que coloca en “ese” espacio tiempo algo perteneciente a “este” tiempo. Esta poética espacial motoriza dos miradas: la hispana y la sajona. Cervantes y Shakespeare. En ese dialogo la obra dispara imágenes a granel y cristaliza un micro mundo de plena vigencia contemporánea.
By Hugo Manu Correa