"El Velorio": Metafísica de un dolor
- Escrito por Hugo Manu Correa
- Publicado en Teatro / Críticas
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Impacta por el desparpajo actoral. Emociona por la viceralidad de los tres actores la cual es magistral. Imanta la platea con una performance en clave de clown y logra una profusa cosmovisión en su metafísico andamiaje que transita durante todo el recorrido.
El Velorio es una propuesta valiosa y arriesgada. Tiene una propuesta entre cómica y dramática en cuanto a la “convocatoria” de los tres personajes a un velorio que traerá un torbellino de sensaciones y un mar de lágrimas que hablara de la angustia que los gobierna. De todos modos el logro principal de ello radica en la enunciación del tema, más que en la solificación de una dramaturgia que no logra ratificar lo que todo el tiempo amaga en cada tramo de esta pieza de poco más de 55 minutos de duración.
Cada fragmento de esta pieza es tomado por los actores logrando dinamitar el discurso y hacerlo volar por los aires para darle una mayor dimensión y encarnadura a la de por si profusa cosmovisión que sugiere el texto en todo su recorrido. Lo que no logra la obra es enlazarse en un determinado momento –cuando lo pide la pieza- es el matrimonio entre la dramaturgia y la propia acción. Es como ese espacio sutil estuviera divorciada una de otra.
Es un desierto que logra ajar la obra. Subyace así una pieza en falsa escuadra, aunque de todos modos es algo sutil, ya que El Velorio es una obra de quilate en lo que a dirección se refiere.
¿Tiene metáfora la obra? Claro que sí. ¿Recurre a una poética en su insondable búsqueda? Por su puesto que también. Lo que no logra la obra es despegarse de su traspecistico juego de estar atrapada en cierto eclecticismo abstracto en la cual suelen caer (algunas) obras del circuito off que le hacen bajar el rating de sus merecidos logros.
Ahora bien, hay que destacar es el trabajo de Gabriel Rozas (Dirección), quien hace transpirar los cuerpos de los actores y le dio una mezcla de quietud y misterio que da como resultado la potenciación de todo lo extraño y oscuro que allí ocurre.
La obra por si hiciera falta decirlo se sintetiza en el furioso volcán que transmiten los tres actores: Kairiana Núñez Santaliz (mujer), Martín Amuy Walsh (hombre 1), Lucas Roma (hombre 2). Ellos son el frente y reverso de una descomunal actuación que disparan risas y asombros en la platea en todo el recorrido de la obra.
By Hugo Manu Correa
Sábados, 23.15 hs
El Camarín de las Musas
Mario Bravo 960
Entrada: $130 / $80 (Jubilados y Estudiantes)
2x1 con Club La Nación
Reservas 4862-0655 / www.elcamarindelasmusas.com