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Críticas de Teatro

No trates de ser Eva

 

No trates de ser ausencia.

No trates de ser Eva de Marina Assereto y Micaela Daniela Suarez, deconstruye la imagen de Eva Duarte, la que quería ser actriz. La que encontró en la política un medio de expresión inclusivo en el que no la rebotaran de las audiciones. La obra trata de tratar de ser Eva, trata de ser una identidad perdida. Así, la palabra identidad definiría su tema para demostrar la imposibilidad de llegar a ella sin retazos, y de este modo se construye en anécdotas diferentes que encarna la actriz, que frente a la intención de representar a Eva, ve frustrarse su propia actuación. Porque Micaela Daniela Suarez, trata de ser Antonella, una actriz que trata de ser Eva; y en esta estructura fractal se alejan todas ellas de la unidad espacio/temporal.

Estamos en el teatro, esperamos que la actriz, aquella de nombre Antonella o con el nombre de la propia Micaela, pase y suba a escena, para interactuar con un espacio virtual, con un cielo proyectado en una pantalla de cine que irá brindando diferentes estímulos a la recepción, desde ese cielo que acompaña la estética de los años treinta-cuarenta hasta la estética fragmentada de Madonna en los años ochenta, una Madonna que aún no había tratado de ser Eva, una Madonna que aún quería ser actriz.  

De la misma manera que los enlaces de los personajes se multiplican, dentro del enlace Eva Duarte, ella misma se multiplica ya en la primera escena donde es Carlota de México, Elizabeth I, la reina virgen, Sara Bernhardt, Ana de Austria, Juana de Arco, y ella misma dice: y otras... 

Esta multiplicidad se extiende evidentemente a la actriz que monologa este relato de Eva Duarte. Luego de las citas de los diversos personajes históricos, menciona su carrera y sus diferentes compañeros de trabajo en el cine, algunos de ellos Hugo del Carril y Mario Soffici. En este sentido, lo intertextual también pretende ser (un) homenaje. Y en este punto podemos pensar la figura de un homenaje como esta deconstrucción de una imagen o de un mito: para Eva todos los personajes nombrados, para Antonella/ Micaela, todos aquellos sumados a la reconstrucción de la vida de Eva, desde su infancia a su muerte. 

Es en la escena II dónde el monólogo muestra la necesidad de reconocimiento a través de la búsqueda de su identidad que amalgama los diversos tiempos y espacios propuestos: el presente de Antonella, un tiempo espacio ficcional con el tiempo espacio histórico ficcional de Eva, sumado al tiempo espacio real de Micaela. Porque la expresión de deseo puede ser vista desde cada uno de los personajes en escena encarnados por un solo cuerpo, así desde esa sola presencia corporal se corre la focalidad del espectador que constantemente reubica al cuerpo en el personaje. 

La vertiginosidad con la que ese cuerpo, que se encuentra en escena, encarna todas las facetas de los otros, y porqué no de sí misma, hace que creamos como receptores que estamos frente a Eva describiendo su propio embalsamamiento, una especie de rito que pretende conservar el aura y el carisma de un cadáver. Sin embargo, la puesta no tarda en desentramar ese artilugio para dar paso a la interpretación de Antonella sobre ese cuerpo embalsamado fuera de sí.

Uno de los últimos ejemplos que termina por incorporar al espectador a diferentes espacios tiempos simultáneos es la declaración de disconformidad de Eva Duarte -ya Eva Perón- que se queja de haber sido utilizada sin su permiso. Ella dice: Yo no le dije a ninguno de ustedes (…) que podían reproducirme, copiarme, basarse en mí, adaptarme, enajenarme, traducirme,  reproducirme… (…) para luego salir de ese personaje y preguntar: y Walter… ¿filmaste?. Lo interesante de este fragmento es que esa misma queja no es oída por su propia creadora o re-creadora que la hace quejarse y cuestionarle la nueva reproducción.

Lo más notable de la lógica de la obra es que su tema: la identidad, hallará su descanso en el propio cuerpo en escena como elemento definitorio de toda actriz, (que surge de un dilema mínimo cómo representar a la heroína). 
En este sentido, trasciende una temática histórica o partidista para dar paso a una lectura de corte político que exige la recuperación del cuerpo como presencia fundamental.
Por este motivo, no es extraño que la última escena solo veamos movimientos corporales que destacan lo artístico y político de Eva, como la labor de las dos actrices la virtual y la real.

 

 

No trates de ser Eva

Ficha técnico artística

Autoría: Marina Asseretto, Micaela Daniela Suarez
Actuan: Micaela Daniela Suarez
Diseño de vestuario: María Eugenia Lenardon
Diseño de luces: Marina Asseretto
Diseño sonoro: Juan Miguel González
Video: Alejandro Martín Beain, Anahí Conte
Asistencia técnica: Marcela Porfiri
Prensa: Daniel Falcone
Producción general: Micaela Daniela Suarez
Diseño de coreografia: Marcela Porfiri
Duración: 70 minutos
Puesta en escena: Marina Asseretto
Dirección: Marina Asseretto

 

CÓDIGO MONTESCO TEATRO-RESTÓ

Gorriti 3956
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 3968-4292
Web: http://www.codigomontesco.com.ar/
Entrada: $ 40,00 - Domingo - 19:00 hs - Del 04/09/2011 al 11/09/2011

 

 

 

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