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Críticas de Teatro

Por tu padre: Identidad desconocida

padreLa política de los gobiernos tiene en su agenda temas prioritarios que los exponen como punta de lanza en el escenario social. En Argentina el gobierno K, ha puesto el tema de los derechos humanos como una de las banderas de su filosofía política y lo ha hecho con tanta elocuencia que por momentos la exageración y/o impostación del tema ha quedado expuesto a que se le criticara dicha efervescente exposición.

El mundo artístico a través del cine, la TV y el teatro acompañan con mayor o menor riqueza artística, pero siempre  con un fuerte compromiso, este tema sensible para la realidad política de la Argentina de las ultimas 4 décadas. Época en que la sociedad fue despojada de los  derechos humanos mas elementales y en donde muchos vieron trastocada su Identidad.

Justamente el mucho agua que ha corrido en estos últimos años en el tratamiento de derechos humanos y su transito por la sociedad a través de los medios de comunicación, es un “detalle” que tiene significancia en la obra de Carneiro Neto. Conociendo lo mucho que esta masticado este tema en el imaginario político-mediático-social, elige para exponerlo otro camino y lo hace con igual seriedad, con mucha solvencia y espesura, sin recurrir a golpes bajos, a la estridencia dramática ni a costados previsibles y redundantes. 

"Por tu padre" tiene mucho de su brillo porque nunca tira el golpe directo sobre este espinoso tema. En la subtrama se esconde una verdad que logra poco a poco subir a la superficie. Cuando lo hace, el conflicto eleva la temperatura dramática y hace estallar las sorpresas. Es así como la obra adquiere una solidez mayor, potenciada por el brillo de las interpretaciones. El conflicto, se centra en un hijo que carga con un  sufrimiento de culpa y de angustia soterrada que explota cuando quiere excomulgar su dolor en una iglesia. Allí interpelará a su padre y al socio de este último sobre su Identidad. La seducción que el amigo de su padre provoca en su madre, es el disparador en el que se apoya la obra. Este hecho, en la pieza, es demasiado para la moral conservadora que no soporta tal afrenta liberal de un Don Juan,  quien le esputa en la cara las verdades de un mundo más duro del que este joven concibe: un mundo despiadado en lo político, en lo social y mas visceral para su potente fragilidad.

“Que hicieron con mi identidad”, grita este joven que desde los 12 años viene soportando esa carga a través del coraje ineludible que debe tener para enfrentarse con sus propios demonios interiores. Lo grita en una iglesia,  lugar de culpa y de dolor donde tiene lugar la interpelación que hace a su padre y al socio de este. Ambos le dan la mayor sorpresa que jamás hubiera imaginado sobre Su Identidad que lo hace trastabillar en su vida debido a la fragilidad espiritual con la cual transito sus días.

La pieza es rica en diálogos de personajes quienes están delineados robustamente en sus perfiles. La dirección (Miguel Cavia)  le dio elasticidad a los movimientos, y nunca la mecanización se apoya en artificios, siendo siempre la emoción la que puja de los cuerpos.  Las  discusiones, parlamentos, o retóricas estallan en los cuerpos y salen disparadas como un fuego que cruza el escenario cuya simple y soberbia puesta (Marcelo Pont) contiene y eleva esta sólida creación artística. 

La composición de Adrián Navarro es sensible y precisa dándole consistencia al relato, y el trabajo de Federico Lupi es brillante de principio a fin intercalando con maestría las transiciones de los 3 personajes que compone haciendo olvidar que el reloj indica la hora y media que dura esta robusta y potente obra.