Críticas de cine

Sofia Coppola

Revisión inminente de una directora admirable

 

(*)-. Me parece prudente, para anticipar el estreno de "Somewhere", última película de Sofia Coppola que iluminará la apertura del inminente festival de Mar del Plata, hacer una revisión retrospectiva de los tres films previos de la directora, dándole un poquito más de lugar a su última hazaña, "María Antonieta".

"María Antonieta" es la muestra más clara del universo que Sofia Coppola intenta establecer como directora. Hablamos de un universo propio, de corte autoral que se inmiscuye más que intencionalmente en el contexto de todos sus films y que tiene la particularidad de lo etéreo, como si nos llevara con ella en un viaje en el que no interesa mucho el destino ni las respuestas finales sino más que nada el recorrido, que por alguna razón se ve interrumpido. Creo que si tuviera que elegir, Sofia no terminaría nunca de viajar, pero como artista de cine entiende los tiempos del largometraje y busca situaciones que frenan las experiencias vividas de manera lógica e incuestionable, que ni siquiera ella misma como escritora/directora puede poner en duda. En "Las vírgenes suicidas" era la muerte, anticipada al inicio del film; en "Perdidos en Tokyo" era el inminente regreso...en "María Antonieta" es la propia Historia.

 

Si bien Coppola no le falta el respeto a lo ocurrido en Versalles y en Francia durante la etapa de Luis XVI (interpretado por un -intencionalmente- desencajado Jason Schwartzman), todo lo que en los libros conocemos como Historia es para este film un detonante y, como ya se dijo, un mecanismo de interrupción. En el medio de todo esto, tenemos a una hermosa niña austríaca que fue envíada a Francia para darle un heredero al nieto del rey. Sí, para la concepción general hablamos de María Antonieta; pero para Coppola la niña es una vez más Kirsten Dunst, que despliega todo su encanto y carisma para seducir a un príncipe que no quiere hacerle el amor. ¿Banalizar los hechos? No, simplemente darles un poco menos de solemnidad; una decisión de la directora que funciona como una fuerte brisa de aire fresco que azota contra todas las películas históricas.


Por eso la puesta en escena hace que esta María Antonieta parezca más una Paris Hilton/Lindsay Lohan que la niña rebelde que evidentemente fue. El extremo opuesto a lo solemne aquí es el ridículo, la exageración -mediante la música de alto volumen que nada que ver tiene con la época, las copas derramadas por el piso y los hombres y mujeres recostados por doquier- de ciertas fiestas nocturnas en las que, si bien ocurría de todo, nunca se perdía la 'clase'. Aún así, se procura darle a la protagonista una consideración humana; un desarrollo de personaje que pretende de a ratos convertirla en víctima vulnerable de todo un clima social y político que la superaba. Como si Coppola, mientras da la clara orden de "romper todo" se acercara y nos susurrara: "Es sólo una niña".

 

La película más cara de la directora sigue la línea tan intencionalmente desprolija/desconsiderada desde el lado técnico que tenían sus anteriores obras. Se reúne nuevamente con el director de fotografía Lance Acord y la editora Sarah Flack, esta vez con el permiso de filmar en Versalles, lo que le permite obtener momentos visualmente mágicos que siempre, por un segundo, nos parecen innecesarios. Menos como en su ópera prima y más como en su segundo trabajo, hay un montón de 'nada' en "María Antonieta".


Hay un tiempo claramente suspendido en el que nada avanza pero en el que Coppola está definitivamente viajando y nos invita si tenemos ganas. Si aceptamos SU universo en el contexto de cada uno de sus films, no podemos hacer otra cosa que admirarla. Es un universo que podría explicarse, por así decir, en 3 operaciones:


1) Presentar: introducir a los personajes, más que nada a los principales, en un momento y lugar, en una cotidianidad, y con algo que desde el principio los pone en conflicto. Ejemplo de "María Antonieta": el hecho de casarse con alguien designado para darle un hijo, con 14 años y en la Francia de entonces.

 

2 ) Contener: dar pie a una situación o serie de eventos, que generalmente devienen automáticamente del conflicto, y que hacen que los protagonistas entren en una desesperada -de mayor o menor grado- y necesaria búsqueda de algo que cambie el estado actual de las cosas. Ejemplo en "María Antonieta": el difícil intento de lograr el objetivo, que se cruza con las relaciones diplomáticas y el entorno de personas que no ven a María como alguien que merezca el lugar que ocupa.

 

3) Liberar: hacer que la situación contenida explote, en menor o mayor medida. Lograr que esa contención se convierta, en el contexto de cada película, en algo que claramente se identifique con la liberación, y que implique que los personajes tengan que manifestarse de alguna manera, quebrar ciertas normas; transgredir. Ejemplo en "María Antonieta": cosas concretas como el aplauso en medio de la función de ópera, o el pequeño mundo aparte que le pide a su marido que le construya; luego el resto.

 

Creo que es posible localizar estas 3 cosas en cada película de Coppola, que no siempre aparecen instantáneamente, claramente a la vista (tampoco creo que sea una directora a la que le interese dar una completa claridad de las cosas, menos a medida que se acerca del final de los films). Son películas, sin embargo -y si me permiten la contradicción-, sumamente claras. Universos donde la luz centellante del día y la oscuridad de la noche juegan roles marcados y específicos; historias de nada que dicen mucho para el que preste atención y quiera (como dije) viajar y agarrar pedacitos; obras que buscan sin cesar la obtención de momentos de -como se dice- "cine puro", y los logran exitosamente.

 

Y volviendo al comienzo, son películas, que -como deja muy claro el último plano de "María Antonieta"-, tarde o temprano, y en el mundo de Sofia casi sin aviso previo, terminan...aunque queramos lo contrario.


(*)-. Crítica de Juan Pablo Schapira (www.losospechososdesiempre.blogspot.com)

 

 

Medios