O Estranho caso de Angélica
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Amor metafísico
Hugo Manu Correa-. “Soy una persona complicada y además me pasa esto”, le dice Isaac a la sirvienta de una casa a cuyo lugar llevo fotografías de una bella joven muerta...de quien concluye enamorado.
De Manoel de Oliveira retrato en 97 minutos con la sapiencia de orfebre este film enigmático y sombrío el cual retrata la vida de un joven que vive escindido de la realidad y a quien el amor lo atrapara de la manera más extraña imaginable.
Isaac atraviesa sus días en forma paralela al resto de los mortales qué lo rodean. Su interior esta ajado por algo que lo atraviesa espiritualmente. Esa emoción provoca un comportamiento extraño en sus acciones que perturba a todos aquellos que lo circundan.
El conflicto en él es este misterioso hecho: enamorarse de una muerta; lo cual le acarreara situaciones de fuerte impacto, provocando noches verdaderamente "pesadas". Acaso ello pueda llevarlo a descodificar el laberintico y atávico tormento que es su vida.
El film esta tejido de principio a fin con una textura negra, reflejando siempre el punto de vista del alma perturbada de Isaac, quien transita sus días con un indisimulable penar, pues advierte que la dimensión de su existencia no no se corresponden con la contemporaneidad reinante.
Isaac (Ricardo Trepa) es fotógrafo y llego de manera no del todo clara a un caserón que actúa como pensión. Allí es requerido una noche para fotografiar a una joven muerta. Luego de una persistente negativa es convencido de acudir a la cita. En el propio acto fotográfico la bellísima Angél-ica (Pilar López de Ayala), le sonríe y ello le causa tal perturbación que lo hace salir poco menos que despavorido de allí.
“¿Por qué saca fotografías a esos trabajadores (…) es un oficio antiquísimo?”, le espeta la mayordoma de la casa donde vive. Isaac retrata esos documentos como algo “nuevo” en su vida. Allí el talentoso director Europeo nos entrega la primera guía de esta alma "pretérita". Alma que se comporta con la misma sensación de extrañeza en cada acto, causando así más perturbación con quienes están cerca de él.
El director portugués logra conjugar en cada cuadro elementos que configuran las distintas capas metafísicas del ver (mirar la vida) y vivir la realidad de los personajes. A los continuos, estáticos y repetidos cuadros en blanco y negro, en una escena le agrega una pequeña esfera (mayor signo acaso del film) llena de agua en cuyo interior un pez fosforescente y su vivaz comportamiento atraen a Isaac. Alli vemos toda la simbología de separación espiritual, cultural y social (hasta política) que vive Isaac de todo cuanto lo circunda.
Primero contempla al expeditivo pececito, luego queda absorto y tercero queda conmovido al advertir que ese pez en su universo de agua está lleno de vida y de libertad. Muy distinto al ahogo existencial que articula su existencia donde el aire que lo rodea solo pareciera asfixiarlo.
Justamente lo existencialista esta abordado con una precisión de orfebre. Oliveira obturo cualquier elemento técnico y artístico que fuera a mostrar la costura de esta formidable creación: Las actuaciones tienen en todos casos están “alimentadas” por la naturaleza circundante. Los gestos, los hábitos, la naturalidad navega en cada uno de ellos no siendo dotados de artificios no correspondientes a la época que los cobija.
Una pájaro, el impacto de la ruidosa contemporaneidad o una mariposa cual llamado de ángeles, condensan la metáfora poética haciendo confluir las distintas dimensiones que atraviesan de principio a fin esta fascinante creación. Ello sumado a lo resquebrajado que esta espiritualmente Isaac con pesadillas varias, no pudiendo separar realidad de sueño concretando un universo complejo y poético. Así Oliveira viste (y reviste) a la historia. Los personajes se entrelazan sin más vínculo que el verse ya que todo lo que los constituye como seres mayormente los separa.
La única gota (la lluvia será un recurso de natural trascendencia en muchas partes del film) que hace macula a "O estranho caso de Angelica", es que tiene en una de las escenas más importantes del film una similitud apabullante a la fenomenal “Cumbres Borrascosas”. Se podría inferir también que allí hay un homenaje implícito para un clásico del cine, lo cierto es que también le restan algo de brillo a este drama, aunque no logra erosionar el resultado final de esta soberbia creación.
El juvenil espíritu de trabajo de Oliveira desmiente su centenaria vida, la cual tiene varias dimensiones que lo atraviesan. Ellas quedan en evidencia al ser traducirlas y encapsuladas en esta fantasmagórica, subyugante y metafísica creación del incansable y genial artística portugués.
Crítica de Hugo Manu Correa
Película: El extraño caso de Angélica. Título original: O estranho caso de Angélica.
Dirección y guion: Manoel de Oliveira.
Países: Portugal, España, Francia y Brasil.
Año: 2010. Duración: 97 min.
Género: Drama. Interpretación: Pilar López de Ayala (Angélica), Ricardo Trêpa (Isaac), Filipe Vargas (marido), Leonor Silveira (madre), Luis Miguel Cintra (ingeniero), Isabel Ruth (empleada doméstica), Ana María Magalhâes (Clementina), Adelaide Teixeira (Justina).
Producción: Luis Miñarro, François D’Artemare, Maria Joåo Mayer, Renata de Almeida y Leon Cakoff.
Fotografía: Sabine Lancelin.
Montaje: Valérie Loiseleux.
Diseño de producción: Christian Marti y José Pedro Penha.
Vestuario: Adelaide Maria Trêpa.
Distribuidora: Karma Films.
Apta para todos los públicos.