Corrupción de guante blanco.

La verdad oculta, thriller protagonizado por la ganadora del Oscar Rachel Weisz denuncia la corrupción de los cascos azules en la posguerra bosnia. Basado en el libro The Whistleblower de Kathryn Bolkovac.

La verdad oculta es una película severa y firme, especial para el debate. Cruda y violenta pero excelentemente actuada por Raquel Weisz en un protagónico que exige interpretar un papel oscuro y duro.

Un logrado debut de la directora que logra evitar las trampas usuales y canaliza su indignación en una obra focalizada con gran sentido de la empatía. Un sólido thriller que, al igual que su protagonista, no pierde de vista lo importante de una historia, ene ste caso las víctimas. Una exploración fantástica sobre la lucha de las mujeres en un mundo dirigido por hombres.

La entrega de Rachel Weisz en este protagónico es soberbia y brilla con su gesto oscuro y su determinación en esta película por momentos brutal y dura.

Sinopsis

El thriller protagonizado por la ganadora del Oscar Rachel Weisz denuncia la corrupción de los cascos azules en la posguerra bosnia. Basado en el libro The Whistleblower de Kathryn Bolkovac, narra la propia experiencia de la autora mientras trabajaba en 1999 en Sarajevo para una compañía privada contratada por Estados Unidos para supervisar el proceso de reconstrucción de Bosnia tras la guerra.

La autora fue policía del estado de Nebraska y sostiene que las fuerzas internacionales enviadas por las Naciones Unidas, además de diplomáticos con inmunidad, permitían que las mafias de Europa del Este ejercieran la trata de personas y que su personal acudiera con frecuencia a locales donde se obligaba a mujeres a prostituirse en situación de esclavitud.

Acompañan en el elenco a Rachel Weisz las consagradas Vanessa Redgrave,  Monica Bellucci de un film cuya dirección estuvo a cargo de Larysa Kondracki.

Critica

La verdad oculta es una película que se remonta a la Edad de Oro del cine independiente americano de la década del 70, a la vez de una interpretación moderna del thriller político. Como otras historias de alto alcance, su génesis fue relativamente modesta. A principios del año 2000, la directora Larysa Kondracki estaba en New York para llevar adelante la investigación de lo que se convertiría en su primer largometraje. Nacida y criada en Toronto, creció con fuertes lazos con la comunidad ucraniana local, y usó esto como fuente de inspiración para la historia que quería contar.

Ella explica: “Como ucraniana, era importante para mí contar esta historia sobre la trata de personas; de lo que no tenía idea era de que el crimen estaba tan ampliado y generalizado”. Desde los inicios del proceso, se topó con la historia de Kathryn Bolkovac, una policía de Nebraska que termina haciendo sonar la alarma sobre lo que luego fue el mayor encubrimiento de la historia de las Naciones Unidas. “Enseguida que leí sobre Kathryn, me contacté con ella y convoque a Eilis Kirwan, quien escribiría el guión conmigo, para que se suba al proyecto. Sabíamos que se trataba de una historia muy grande ya en ese momento”.

Y fue una historia muy grande, que tenía ramificaciones de largo alcance para la política social e internacional, la ley y los derechos humanos. Sorprendentemente, a pesar de que recibió una tremenda cantidad de atención de la prensa y el público en Europa, la demanda Bolkovac fue relativamente desconocida al otro lado del océano Atlántico, en los Estados Unidos.

Al igual que el inicio modesto de la película, la historia real de la madre sola que tiene intenciones de mantener a sus hijos fue más bien simple.

Expone la autora del libro y protagonista real de los hechos, Kathryn Bolkovac: "Llegué como una ingenua policía del medio oeste esperando hacer las cosas bien, con ganas de hacer justicia en un mundo sin ley. Y me encontré con la anarquía dentro de mis propias filas, al final fue un auténtico despertar para mí”.

Kathy llegó a Bosnia en 1999 para darse cuenta rápidamente de que las leyes que se usaban en Estados Unidos no aplicaban en un lugar enfrentado a años de conflictos internos. Ella en realidad había tomado conciencia de esto con cierta anterioridad y sintió la situación casi como un mandato a seguir: “Años antes de ir a Bosnia, estaba sentada en mi sofá en Lincoln, Nebraska, mirando la guerra por TV, viendo las caras de las personas que podían ser parientes míos, ya que mi familia tiene raíces croatas. En ese momento sentí que alguna vez iría allí, pero realmente no sabía en calidad de qué, sonaba a una causa justa, algo de lo cual realmente poder aprender y que deseaba hacer”.

Una vez contratada para ir, Kathy comenzó a tener algunas dudas acerca de la situación a la que ingresaba y sobre la gente con la que trabajaría. Cuando se le pregunta si existió un momento definido donde se dió cuenta de que algo andaba mal, ella explica: “Hubo una pista antes de salir de Forth Worth, Texas. Un caballero (uso el término de manera muy informal) sentado con nosotros, sentado al lado de la piscina tomando una cerveza ocasional, anuncia a la multitud que no sabía dónde encontrar chicas de 12 a 15 años realmente agradables. Esto se clavó en mi mente, que un poco lo registró pero realmente quise deshacerme de eso. Una vez llegada a Bosnia, cuando comencé a ver y recorrer los burdeles y a observar el funcionamiento de estas mujeres e investigar estos crímenes, todo eso volvió a mí. Era tan claro de lo que estaba hablando... y entonces tuve que descubrir la verdad por mí misma”.

No fue hasta 2002 que Bolkovac conoció a Larysa. La ex policía vivía ahora en Holanda y accedió a encontrarse con la directora y la co-guionista Eilis Kirwan. Hubo un aprecio instantáneo entre las mujeres, de amplio compromiso con el tema.

La ganadora del Oscar, Rachel Weisz había leído el guión años antes, mientras cursaba su primer embarazo y no se sentía en el lugar para poder encarar una película con resonancias tan emocionales. Sin embargo, el poder del guión permaneció con ella y muy poco tiempo después de que volviera a ponerse en contacto con los directores para saber qué había sido del proyecto, las cosas se pusieron nuevamente en movimiento.

Para Rachel, el guión personifica el tema principal por el que ella se siente más atraída: mujeres ordinarias que hacen cosas extraordinarias. Rachel profundiza sobre el personaje: “No es realmente una cuestión moral lo que la impulsa a actuar o no, a soplar el silbato, o pararse frente a las injusticias. No creo que ella piense sobre eso.

The Whistleblower - La Verdad Oculta

Reparto

Rachel Weisz Kathryn Bolkovac 
Benedict Cumberbatch Nick Phillips 
Monica Bellucci Laura Levin 
Liam Cunningham Bill Hynes 
David Strathairn Peter Ward 
Vanessa Redgrave Madeleine Rees 
David Hewlett Fred Murray 
Luke Treadaway Jim 
William Hope John Blakely 
Nikolaj Lie Kaas Jan 
Demetri Goritsas Kyle 
Jeanette Hain Slava 
Alexandru Potocean Viko 
Roxana Condurache Raya 
Stuart Graham McVeigh 
Anna Anissimova Zoe 
Paula Schramm Luba

Ficha Técnica

Dirigida por LARYSA KONDRACKI 
Escrita por EILIS KIRWAN y LARYSA KONDRACKI 
Producida por CHRISTINA PIOVESAN y CELINE RATTRAY 
Productora ejecutiva AMY KAUFMAN 
Productores ejecutivos PETER SCHAFER y NICOLAS CHARTIER 
Director de fotografía KIERAN MCGUIGAN 
Diseño de producción CAROLINE FOELLMER 
Compaginación JULIAN CLARKE, A.C.E, C.C.E. 
Diseño de vestuario GERSHA PHILLIPS