"El Viento Escribe", en Teatro Payró
- Escrito por Enrique Papatino
- Publicado en Noticias de teatro
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Algunas opiniones sobre El viento escribe
Héctor Puyo (somostelam)
“El viento escribe” es un texto muy afortunado de Papatino -autor de la recordada “Amalfi”- que el director Dacal maneja con gran pericia, adosándole un evidente dejo beckettiano en el que también hay lugar para un humor en sordina del que no es difícil ser cómplice(…) y un ajustado trío de actores, dentro del cual Longueira aporta varias máscaras a su particular criatura, con algún giro que recuerda las chantadas de Fidel Pintos.
Marcos Koremblit (Critica Virtual)
Enrique Dacal logra en esta pieza un clima excelente donde la duda aparece en primer plano; nada es lo que parece. De manera eficaz el espectador se va pensando acerca de preguntas esenciales. Los tres actores generan un rico y eficaz ensamble que obliga a seguir los intercambios sin perder atención a pesar de la complejidad de su trama. (…) y es realmente impresionante la densidad dramática con que el texto está escrito, obligando a mantener vivos importantes temas por los que somos todos atravesados, en tanto resultan terrible -y dolorosamente- actuales.
Perla Zayas de Lima (Goen en escena)
Un valioso texto que indaga sin concesiones en temas filosóficos, estéticos y morales de absoluta vigencia. A lo largo de las secuencias, los diálogos (…) generan un contrapunto rítmico y de confrontación de ideas sobre las mentiras de la historia, la manipulación de los poderosos, la autenticidad de la fama atribuida por la posteridad, las ciencias y la filosofía, la ficción y la historia, la ciencia y el amor como pasiones excluyentes.
Azucena Ester Joffe (lunateatral2)
El sólido elenco le otorga la textura precisa a estos seres, hombres no lejanos a nuestro presente. Un texto profuso por el cual los tres actores transitan con precisión y fluidez. El perfecto vestuario y cada elemento de la escenografía nos anclan en esa temporalidad requerida. En tanto, la acertada iluminación, sin estridencias, recorta cada ámbito con la intimidad que requiere la situación dramática. La dupla Papatino/ Dacal nos propone un relato donde quedan trazos silenciosos que configuran una “verdad” dicha a media voz, para que cada espectador pueda hurgar en su memoria personal y también en la memoria colectiva.
Aníbal Villa Segura
Una dramaturgia impactante, ubicada en un presente cercano, que cuestionando la llamada realidad y las supuestas verdades, introduce una historia propia y personal sobre la belleza. Enrique Dacal ha sabido concretar un clima especial. El gradiente de las discusiones va en aumento y entramos en un thriller, no de robos o asesinatos, sino de profundo misterio. Las actuaciones, la dirección y la dramaturgia de Papatino colocan la obra en una de las más importantes discusiones de la contemporaneidad.