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Críticas de Teatro

Skyline: Luces, invasión, (y)...nada más

 Buda Gautama: "Si profundizas mucho en la materia te darás cuenta que no hay nada, ello ocurre por que la substancia desaparece". (x)

(Hugo Manu Correa). Desde el famoso caso Roswell en 1947 (que habría registrado la  caída de un supuesto UFO con 3 sobrevivientes a bordo en Nuevo México -EEUU-),   el tema extraterrestre ha estado con mayor relevancia en la vida de todo el mundo.

Los medios de comunicación en los últimos años abordan (cada vez con menor indulgencia) estos temas. Muchos  Network de gran reputación en el mundo está volcada a tocar estos temas. Desde CNN (Larry King Show en la cadena de Atlanta fue uno de los que mas y con mayor seriedad lo abordo), FOX News y magazines como NYTimes o el Washington Post, entre otros también dedican mucho espacios a estos temas. 

En internet recientemente uno de los site's   de mayor llegada en todo el mundo como lo es Yahoo amplifico mucho lo tratado en el recinto de la Naciones Unidas en septiembre 2010. Allí se resolvió que será la astrofísica malaya Mazlan Othman la encargada de hablar con extraterrestres en caso de una invasión. También los blogs (con serios y no tan serios investigadores) lo que dan cuenta de estos “asuntos” con mayor o menor pericia.

Allí se encarna lo poco fértil que esta Hollywood en ideas novedosas y así el sistema político  estadounidense encuentra (nuevamente) como mejor parábola del porque su vertical punto de vista (acción mediante),  que la lucha contra contra habitantes de otros universos es algo con que (cinematográficamente)  entretener. 

Skyline  tiene un disparador (tema) que es al mismo tiempo el conflicto: “la invasión” de chicos no precisamente buenos del espacio exterior. Skyline no saldrá de allí jamás en lo poco más de hora y media  que dura el film.  Girara una y otra vez en este espeluznante enemigo que apareció en la Ciudad de Los Angeles y no hay manera de emanciparse de El.

Es esta  época en donde la humanidad (mayormente)  tiene al propio hombre como centro, y no a Dios como lo fue en siglos pasados. La ciencia es nuestro Dios. El ver para creer es el mandamiento principal de esta “nueva” Biblia. Uno de los predicadores en el “desértico” panorama de la vida interior actual es Stephen Hawkins. Esta eminencia del mundo académico científico es quien tendió un puente para animarnos a estirar las fronteras de nuestra incredulidad... de que hay algo allí afuera.  En abril de 2010 manifestó: “Los extraterrestres existen para mi universo matemático. Podrían ser  nómadas y creo que  gustaría colonizar cualquier planeta”, pontifico y gran parte del propio mundo científico sintió un impacto como si un cometa hubiera caído haciendo temblar las paredes del raciocinio (al menos del mundo occidental).  Skyline pareciera seguir a la perfección esta línea temática-filosófica.

Jarrod (Eric Balfour) y Elaine (Scottie Thompson) son una joven pareja de enamorados que viajan desde New York a Los Angeles a pasar un fin de semana de escape para estar en el cumpleaños del mejor amigo de Jarrod, Terry (Donald Faison) y su novia Candice (Brittany Daniel). Una noche de música fuerte y borrachera, donde el único conflicto que se advierte (sobrevolando el ambiente), es el contraste cultural entre NYC y LA que advierte Elaine,  mostrando los personajes y sistema de vida típicamente Estadounidenses.

Una toma aérea nocturna en las primeras escenas del film (seguido de un pequeño flashback)  de la ciudad californiana acompañada con una música opresiva nos ubica directamente en un ambiente que en cualquier momento saltara por el aire.  Luces como bólidos azules cayendo desde el aire impactan en la ciudad. Naves con forma de Zánganos ocupan el espacio aéreo las cuales desprenden luces que hipnotizan a quien hoce mirarlo. Desde el ático del departamento de Terry todos acuden aterrorizados ante este espectáculo y no se vislumbre que tengan una manera de salir de allí.

Los directores Colín Strause y Greg Strause, son dos especialistas en efectos visuales. Ambos vienen precedidos en brillantes trabajos de diseños cuyos films han logrado transcender por sus claves aportes profesionales.  "Irom Man 2" (2010), o
"El Curioso caso de Benjamín Button" 2008), dan cuenta de ello.

Este aspecto del film es lo más trascendente que tiene. Un ático y la visión a la cual asistimos (casi) como un integrante más del film, las persecuciones, la fotografía en la azotea son lo (único) mejor que muestra esta historia que tiene una trama que se edifica en ese “gran tema” y no logra ramificar mas capas de temas en donde se apoye el peso del film. 

Es imposible dejar de pensar que paso con el script:  No vieron que no hay subtrama?. Dejaron subyugarse por cierta originalidad “efectista” de los efectos?. Ciertamente si la “lógica” que tiene esta historia es que estos invasores vienen a llevarnos literalmente, no andarán preguntando qué hacemos, que miramos, que comemos, en que creemos o que tarea nos falta hacer, etc, etc....etc.. Pero es hasta insultante que los personajes (de correctas actuaciones) vallan desinflándose cuadro a cuadro y ello obedece en que las acciones de la historia van haciendo agua por todos los rincones.

"Distrito 9" (de Neill Blomkamp), tuvo el mismo origen en cuanto a lo reducido de su presupuesto, aunque conto con un lineamiento  básico en lo filosófico y en lo político de la trama, que sustento esa original (y simple) historia. Tanto los humanos como los alienígenas tenían un por qué, una moral y un motivo que los empujaba en su proceder.

"Skyline" parece encontrar en los minutos finales el motivo del proceder de sus invasores y que los trae por aquí: lo escaso de un elemento en su mundo los hace aterrizar en nuestro planeta. Esto sin ser original (hasta se podría inferior que tiene mucho de Alíen, el octavo pasajero de Ridley Scott), muestra al menos algo que sustenta el film, aunque no logra salir indemne de un film que tuvo mucho ruido y pocas nueces.

(x) En Skyline no hay materia para profundizar. Se advierte fácilmente que no hay substancia que sustente la historia
 
Titulo: Skyline.
Genero: Science-Fiction/Thriller
Director: Greg Strause, Colin Strause
Guión: Joshua Cordes, Liam O'Donnell
Intérpretes: Eric Balfour, Donald Faison, Scottie Thompson, Brittany Daniel

La noche canta sus canciones: Eclipse matrimonial

Las geniales composiciones actorales de un matrimonio con una disfuncional relación, guiados por una estupenda dramaturgia,  sumado ello a una soberbia dirección hacen de "La noche canta sus canciones" una obra brillante de principio a fin.

Un escritor fracasado se refugia en su casa para escaparle a la fobia que le produce el contacto con las personas, motivando a que su esposa, reciente madre, acreciente su hastío y enojo para con él,  tornando la situación insoportable, llevando a potenciar el eclipse en el que ha caído el vínculo.

En la misma, la situaciones se repiten en una noche de insomnio, de mucho fastidio donde los silencios también juegan su rol. Allí se advierte por momentos una textura árida en los diálogos que giran una y otra vez sobre lo inconducente y nada edificante de la relación que ambos están padeciendo.

La  obra está basada en un libro de Jon Fosse (escritor Noruego de mucho prestigio en su país), sobre el cual el prolífico Daniel Veronese aporta todo su bagaje creativo, generando una envolvente atmósfera, otorgándole a los actores recursos mínimos en la puesta en escena: una alfombra, un sillón, una mesa.

Hay ausencia de música y sin contrastes en la iluminación, con actores que utilizan un lenguaje práctico, directo, irónico, simple y a la vez punzante.

Aquí se advierte otro excelente logro: Veronese muestra la gran resonancia oceánica en lo ético y espiritual de los personajes, y lo hace sin agitar las aguas para mostrar la profundidad de las mismas, que generalmente logran confundir al espectador. La profundidad  es vertebrada en diálogos dinámicos, simples y chispeantes, en silencios opresivos y precisos, y en la contemporánea veta humorística que logran potenciar y elevar la obra.

Pero todo ello no sería posible si no se encuentran actores que le den cuerpo y sustento a las personificaciones. Tanto Eugenia Guerty, como Pablo Messiez, hacen de sus impecables actuaciones el centro mismo de esta magistral propuesta que Veronese lleva a cabo en 2008 en su casona-teatro del barrio de Palermo y que ahora trasladó a Timbre 4. En sus contradicciones a flor de piel, en sus transiciones tanto de tiempos como corporales, en sus caprichos, en el remolino interior que experimentan cada uno de ellos, es allí  donde se instala el núcleo de esta edificante creación artística que siempre se mantiene en lo alto y que no te suelta hasta el mismísimo final.

Las actuaciones de Luis Gasloli y Elvira Onetto (los padres) y de Claudio Tolcachir (Baste), este último como "el otro", también le otorgan brillo a sus trabajos y una fuerte presencia, subiéndose a la alta marea de las creaciones de los dos personajes centrales por donde gira esta fantástica creación teatral.

Sigmund Freud dijo que en "Un matrimonio feliz no hay lugar para el incordio". La obra se instala justamente en el lugar antagónico de lo dicho por el genial padre del psicoanálisis.

Por Hugo Manu Correa

Esta obra cuenta con el apoyo de la Real Embajada de Noruega en Argentina y Proteatro.
Eugenia Guerty ha sido nominada a los premios Trinidad Guevara y a los premios Teatro del Mundo como mejor actriz por el trabajo en esta obra.
Daniel Veronese fue nominado como mejor director para los premios Teatro del Mundo y Clelia Chamatrópulos como mejor traducción.
Esta obra participó del Festival Porto Alegre Em Cena 2008 y del Festival Internacional Santiago a Mil.
El Festival Internacional de Londrina y el Festival Internacional de Teatro de Brasília y Goiana em Cena.

Autor: Jon Fosse
Director: Daniel Veronese
Intérpretes: Luis Gasloli, Eugenia Guerty, Pablo Messiez, Elvira Onetto, Claudio Tolcachir
Timbre 4, México 3554, 4-932-4395.

El Panteon de la Patria: El Germen de la Argentinidad

  El pasado Argentino está allí, solemne, incólume ante nuestra mirada para contarnos sus brillos y miserias. Fijo e imperturbable asiste "desnudo" ante la mirada que los anteojos ideológicos (Bicentenario mediante) se los utiliza para hablar en el presente.
 
“El Panteón de la Patria” desacraliza ese costado solemne con que está siendo edificado el relato de hoy en día de la historia Argentina. Lo hace a través de una dramaturgia holística pero cercana, histórica pero actual, visceral pero sutil, con actuaciones robustas en donde la dirección le dio a los cuerpos el peso de ese pasado tan vivo, y el espacio esta magníficamente "construido" para ubicarnos en esa Argentina que late aun buscando su forma.
 
Sarmiento, Belgrano y el Manco Paz son los tres personajes históricos que tiran del carro de la historia. Sus diferencias ideológicas, de filosofía cultural e  implementación técnica, son la estructura donde se apoya el relato. He allí el conflicto de la obra, el cual adquiere un espesor fuerte y claro. El  punto de vista  de cada uno es irrenunciable para cada uno de ellos, lo cual lleva a generar una ola cuyo oleaje sigue perenne en la actualidad.

 Germina así la idiosincrasia del ser argentino, tan alejada de Europa como cercana en su pretensión de serlo, ninguneante en su condición de latino aunque atravesado por  la “construcción” de su improvisación y desorden constante, distanciado de EE.UU. pero rendido a los pies del coloso del norte en varias facetas que sostienen a este país como amo del mundo.
 
La obra de Cacace se distancia del suntuoso lugar que es hablar de los muertos-héroes de la patria. Recorre alejado del mármol y cercana a los hombres que la edificaron. Distanciada pero elocuentemente ingresa en la vida de estos protagonistas cruciales en la historia de la patria. La obra a través de estos elementos habla por sí sola.  El pastiche del ser argentino está sólidamente retratado por esa influencia multicolor que compone su paisaje en lo cultural, político e ideológico que aun hoy en día busca su forma.
 
La dramaturgia está viva y los parlamentos de cada uno de los tres personajes son ocurrentes, divertidos y lleno de musicalidad en sus oratorias. Frases históricas y llenas de significación le dan sustento a sus irrenunciables luchas.
El espacio en esa obra (Argentina)  en construcción es de una literalidad tan fuerte que le da una resonante carga poética potenciando la dramaturgia.

La dirección eligió "romper" justamente las palabras y los cuerpos de estos tres fuertes personajes que transitan con una impronta soberbia. Entran y salen de la historia. Viajan y te hacen viajar. Rompen incluso la cuarta pared, interpelando y obligando a desenmascarar la visión que se tiene del país y por ende la que tenemos de uno (nosotros) mismo(s).

Ficha técnico artística

Autoría: Jorge Huertas
Actuan: Horacio Acosta, Carolina Adamovsky, José Luis Arias, Patricia Casares, Alejandra Mikulan, Ivan Moschner
Músicos: Alejandra Mikulan
Vestuario: Magda Banach
Escenografía: Félix Padrón
Iluminación: David Seldes
Diseño sonoro: Patricia Casares
Sonido: Patricia Casares
Entrenamiento corporal: Andrés Adrián Molina
Entrenamiento vocal: Mariana García Guerreiro
Asesoramiento coreográfico: Carlos Trunsky
Asistencia de dirección: Fabian Díaz
Dirección: Guillermo Cacace

 

 

 

 

 

La Extraña (Then we leave)

Elegía en busca de la Redención


(*)-. La situación es inaguantable. Su condición de mujer ya no soporta los “embates’ de su marido. Umay estalla  y da un golpe de timón en su vida dejando sorprendidos a todos. La joven madre está angustiada y exhausta de ese martirio. Estalla en pleno almuerzo ante el maltrato al que es sometida ella y su hijo Cem por parte de su esposo. El resto de los comensales son solo actores secundarios que deciden “no actuar” en el diferendo.

 

 

La décima edición del festival de cine alemán presentó “La Extraña” (Then we Leave), duro drama de candente actualidad que atraviesan las mujeres de la comunidad turca tanto en este país como en Alemania.  Feo Aladag escribió y dirigió la odisea que debe atravesar esta joven mujer (como tantas) y lo hace despojada de prejuicios. Esta joven realizadora es también actriz y su sensibilidad para entender este actual estado de situación que denuncia es necesaria. Así,  logró plasmarlo con verosimilitud al poner la lente en la protagonista excluyente de esta cinta de 119 minutos de duración.



Huir de Estambul y aparecer en la casa de sus padres en Berlín es la arrojada decisión que toma Umay ( Sibel Kelilli). La rigidez de la familia patriarcal, rígidamente tradicional y conservadora hace recrudecer el conflicto. Su madre (Derya Alabora) será quien trate de conciliar a un riguroso Padre el cual solo conseguirá mas determinación de su hija ante cada embestida que hace tratando de “encarrilar” a la oveja negra de la familia.


El relato está construido con escenas breves en donde mayormente esta la joven madre,  con diálogos sucintos, tirantes y tensos ante la gravedad de la situación la cual se advierte en los rostros y la atmosfera que se respira. El lenguaje del film se construyó además en el orden cronológico de la historia, en un solo flashback y equilibrando todo el tiempo locaciones interiores con una afuera de una Berlín moderna, en la cual Umay aparece en varios planos abiertos como buscando redención interior.


El film que viene de ganar como mejor film en el Festival Alemán y también en Tribeca (2010),  es duro y no tiene concesiones. El registro clásico del relato podría “hacer ruido” dado que se distancia de la aflicción que todos los protagonistas padecen, pero esta es una visión engañosa. La solidez de todas las actuaciones, la dirección equilibrando todos los recursos técnicos y artísticos robustecen la propuesta, sumado a la brillante fotografía (Judith kaufmann) llevan la historia adelante y de este formidable film. Algunos “pozos de aire” en el guión con subrayados innecesarios sumado a una música que en varios pasajes le quitan potenciar el drama, llevando el conflicto  al territorio del melodrama, quitándole así quilates a la potente historia.


Sibel Kelilli (salto a la fama con el film Contra la Pared de Fatih Akin) quien gano el premio de mejor actriz (bronce) en el presente 2010 en Festival Alemán y en Tribeca, logra una composición admirable notándose en cada acción su convicción de que su familia a la larga la elegirá a ella y no a la comunidad. Sobre estos dos rieles viaja un conflicto que corta el aliento por momentos y que no deja a nadie indiferente.


(*)-. Crítica de Hugo Manu Correa


Título Original:  Then we leave ( La Extraña) 
Dirección: Feo Aladag
Drama- Alemania- 119min., 2010
Intérpretes: Sibel Kekilli, Derya Alabora, Setter Tanrioegen,  Nizam Schiller, Tamer Yigit, Shehad Can, Almila Bagriacik, Florian Lukas
Música: Max Richter, Stephane Moucha
Productor: Feo Aladar, Zuli Aladag
Fotografía: Judith kaufmann

 

 

 

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