Los artistas emplean los hechos como estímulos para la imaginación, en tanto que los científicos utilizan la imaginación para coordinar los hechos. Arthur Koestler

La alquimia en la cual abreva Mauricio Kartun para cada una de sus creaciones es la de un sibarita que no se conforma con lo ya conocido. Mete siempre las manos en el barro y va por más. El público (su público), ya tiene en la hoja de ruta este precepto de modo que va de antemano.

Con la ilusión de bañarse en las aguas de tan arrojado creador. El anhelo es salir con una nueva cosmovisión de la vida misma y además la de ser profundamente entretenido. En "Terrenal" se asiste a una obra genial. Todos quedan (literalmente) entregados y maravillados por una obra mayúscula, fascinante de principio a fin. El auditorio queda flechado por una de las plumas más agudas y brillantes que tiene el teatro actual de Argentina (y del Mundo), y por un trio de actores que hacen las mieles con interpretaciones cautivantes.

Política 

En uno de sus libros Osho comenta sobre dos hombres que están sentados en un mismo banco de una plaza durante 8 horas sin hablarse. Hasta que uno de ellos, larga un largo suspiro mezclado con un resoplido, ante lo que el otro le espeta. "Ah, sí vamos hablar de política, mejor me voy".

Con esa premisa, cada acto en la vida encierra en su discurso o acción un contenido político. MK, va por ello. Habla de política sin disimulo en sus creaciones y en "Terrenal" no es la excepción. Y valla si lo hace.

Esta creación, generadora de múltiples premios, se arrojó a una investigación rigurosa que lo llevaron a retroceder hasta llegar al momento mismo de la creación de este paramo en el cual vivimos. La pieza, se instala desde el Génesis (Biblia mediante), en donde Caín, el primogénito de los hijos de Adán y Eva, estará siempre con un encono celeste con su hermano Abel. Ello se trasuntara en una guerra que llegara hasta el mismísimo plano de la denso de la gravedad a la cual estamos todos sometidos (y condicionados) en el planeta Tierra. Caín fue primer ser humano nacido fuera del Paraíso y el primer fundador de un asentamiento humano, el cual anclara su cosmovisión de vida con la certeza de que todo lo que se ve y toca, es a lo cual hay que rendirse. En definitiva, con él nació el capitalismo. 

El Giro de la Historia

"Si Cleopatra hubiera tenido la nariz más corta, la historia del mundo hubiera sido diferente", dijo cierta vez Pascal. Viendo "Terrenal", uno cobra dimensión de como desde ese hecho acontecido miles de años atrás fue el causante de re-direccionar la historia de la humanidad.

MK, desdoblo esta historia haciendo de la dialéctica enconada de tan encumbrados personajes de la historia de la humanidad y por el otro los "anclo" en el paisaje pampeano del gaucho argentino.  Con ese disparador como premisa, el talentosísimo dramaturgo y director logra encapsular tópicos que van desde la chispa original con el cual se basó el primer pensamiento de materialidad (capitalismo), hasta los temas que hacen a nuestro costumbrismo argentino. Con este espejo como escenario es en el cual ambos ecosistemas se miran. Mauricio Kartun dio vida a una obra que se posiciona como la creación más rutilante, absorbente y lucida del teatro argentino. "Terrenal", se instala, como un muestra de la más vital creación que permite insuflarle vitaminas al de por si notable teatro argentino colocando la vara muy alta. Cuando esta pieza aterriza,  arrasa como un meteorito dejando una profundo huella en tierra, tal como ocurrió con la historia que gestó la historia de gran parte de la humanidad actual.

En "Terrenal" MK tensa la cuerda, se aproxima a la mesa, tirando del mantel y todo vuela por los aires. Impacta de lleno en el génesis haciendo foco en el cómo se gestó el mundo en el cual vivimos. No gasta pólvora en chimango para embelesarnos con estereotipos abstractos de cómo es el mundo de hoy en día. En su briosa pluma pivotean hechos como si estuvieran dentro de un fliper.  Las consecuencias de tanto descarnado frenesí por el dinero y la voracidad por el loco mundo que vivimos estaran resumidos de manera aguda, valiente y con una estetica notable. Lo maravillo de su mirada es que describe el mundo tal cual es, pero con el zoom en otra posición y con un brebaje que te da mas ( y mejor) perspectiva y cosmovisión.

La obra, de hecho, interpela al auditorio de forma elíptica, sutil y profunda al mismo tiempo. Pero ira por más. En un momento dado se destruye la cuarta pared y la platea está obligada a mirarse al espejo y responderse la pregunta que se fue gestando en la propia obra. 

Cuando el hombre piensa, Dios ríe

El humor, en todas sus esplendorosas y numerosas variedades, puede definirse simplemente como un tipo de estímulo que tiende a provocar el reflejo de hilaridad. La risa espontanea es un reflejo producido por la contracción de quince músculos faciales en un esquema estereotipado que va acompañado de respiración alterada (Arthur Koestler)

Lo admirable en "Terrenal", es que simplifica tan complejo mundo en el que vivimos. Para ello tiene su plataforma de lanzamiento de dos grandes raíces: El Gaucho, que en su filosofía condensa-administra conocimiento y lo lanza como una daga. Por el otro lo hace con el Humor en todo el tiempo, lo cual hace que la pieza se entrelace entre la antropología de tanta data que arroja la obra, la política que sin disimulo y explícitamente se arquea en el aire y el humor como nave insignia en la cual viaja la obra.

Puesta simple y profunda

La minimalista puesta en escena en funcional a la brillantez de la pieza. No hay nada allí. Están en el comienzo de la creación. Esta la propia pampa que los cobija. En esa llanura lánguida e interminable de la Argentina. El literal fondo oscuro que los rodea, habla de esa creación que pareciera haberlos desamparados. 

Allí estarán uno y otro lanzando discursos encendidos, cargados de vehemencia, de ocurrentes-vómitos-descarnados. Ellos esperan al Tatita (Claudio Rissi) quien cuando llega no solo que actuara como juez tomando partida por uno de ellos, sino que la obra cobrara aún más lustre, posicionando a los tres personajes en lugares que el moldeo la propia historia. Aquí, en las mundanas vidas que llevan en este paraje llamado Argentina, los tres gauchos tendrán vínculos solemnes, profusos, hasta queribles. Incluso hasta la reverencia estará siempre al alcance de la mano.

Actores colosales

Abel (Claudio Da Passano)  y Caín (Claudio Martínez Bel)  son dos típicos paisanos argentinos. El mutismo que los envuelve en el rancho habla a las claras de sus enconadas diferencias. El prisma desde el cual tamizan sus vidas y el universo no solo es diferente, sino que se transformara en un cuchillo que rebana el aire con solo olfatear el tenso ambiente que los envuelve.

Abel, pastorea y dedica sus días a vivir cerca de una ruta pegado al Tigris (podríamos decir en la Sumeria Pampa Argentina).

 El dirá que "todo es de nadie". Que "hasta la orina es divina". Su precariedad económica contrasta con la poesía que lo gobierna la cual se traduce en una luminosa estética con la cual defiende su creencia celeste y universal.

Abel sostendrá que su hermano "es tan capitalista que defenderá el comunismo con tal de salirse con la suya". En otro momento subrayara que "El trabajo es un ocio que sirve para aquellos que no sirven para nada. Si hasta les pagan por ello", sentenciara. Allí se atomiza el núcleo de la obra desde la cual saldrán ríos de tintas, de palabras cargadas de furia, de un debate incesante, profundas, metafísicas y con un fisicoculturismo de saber que no dejara nunca de mostrar en cada uno de ellos el pensar que dictaminan sus acciones.

Caín, cosecha morrones y tendrá un sueño desmedido por lo material. Su dialéctica es áspera, rígida, despiadada. Con el asistimos al comienzo de esta era en la cual el consumismo que gobierna la humanidad.

"Terrenal", no se duerme en que la pieza tiene una pluma briosa, que luce como un faro en el firmamento. Asistimos a una obra que tiene mucho (mucho) trabajo en la dirección, en el ensayo, en la prueba y error. Tiene un denodado y tremendo esfuerzo para que a cada instante la obra se disfrute. Para ello es fascinante el trabajo corporal de los tres actores. En clave clown, esta técnica les permite a los tres personajes romper el propio moldeo discursivo. Eso el público lo agradece y sabe a miel arriba del escenario. 

Otras dos herramientas poderosas son los ojos y la voz. Lo que piensan va en concordancia en como miran. En otros salen para otro lado del esperado. Como el tero que canta en un lado y pone los huevos en otro, en algunos pasajes sus miradas se disocian del texto o lo reafirman y las risas estallan por el aire. En concordancia con ello, es maravillosa asistir la construcción fonética de cada una de las tres voces. Su impronta de regionalismos es una delicia. Los fonemas salen pronunciados de una manera que genera admiración en todo el recorrido.

Las tres actuaciones son brillantes. Impactan. Conmueven. Hechizan. Merece remarcarse el rio indómito que resulta la brillantísima interpretación de Claudio Rissi. La construcción de ese paisano del interior y la virulencia con la cual exorciza su doliente ser, es de una efervescencia-brillo interior que logra erizar la piel de toda la platea. Chapeaux.

"La belleza es verdad, la verdad belleza", reza un viejo dicho. Ver "Terrenal" es asistir a verdad y a belleza en todo su esplendor.

No hace mucho tiempo Woody Allen dijo que ser feliz, es estar "entretenido". Dicho concepto puede generar polémica, pero luego de ver "Terrenal", la frase del genial creador viene a la mente cuando uno advierte que el público estuvo entretenido y feliz de asistir a tan fascinante espectáculo. 

De pie !

By Hugo Manu Correa