Mateo
- Escrito por Gabriela García Morales
- Publicado en Teatro / Críticas
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Guillermo Cacace pone en escena en el Teatro nacional Cervantes Mateo de Armando Discépolo, el poeta de la desesperación y del fracaso. Una conmovedora puesta que, como todo clásico, toca el presente y funciona como espejo.
Sí amigo…, ha muerto… ¿Comprendes? Es como si tu tuvieras un hijo y se mueriera… Naturalmente sufrirías, ¿verdad? El caballo sigue comiendo heno, escucha a su viejo amo y exhala un aliento húmedo y cálido.
Yona, escuchado al cabo por un ser viviente, desahoga su corazón contándosel todo. A. Chejov, La tristeza
Mateo, grotesco por antonomasia, es para todo el equipo de trabajo que hoy le da cuerpo, la oportunidad de afirmar el teatro como una operación plena de sentido. Guillermo Cacace
Estas dos citas se incluyen en el programa de mano de la obra. Sin duda Discépolo es un poeta que concoe el alma humana y en especial el hombre que se instaló y dio la base a neustra sociedad. El texto refleja permanenetemente la lucha interna de un hombre que pelea cada día para sobrevivir. Describe en Mateo el hombre al que el desarrollo lo pasa por encima y cae en la desesperación que lo lleva a negar el sentido de su vida.
Excelente puesta en escena. El texto luce especialmente en los actores. A Roberto Carnaghi es un lujo verlo en el escenario pero los demás acompañan el ritmo de la obra. Rita Cortese está quizás demasiado contenida en esa mujer sumisa y obediente. El color gris predomina todo el espacio escénico y en las caras de los personajes.
La relación de Miguel, el protagonista, con su caballo es además de conmovedora un diálogo interno muy rico.
La escenografía está muy lograda y la música en vivo un lujo ya que no sólo musicaliza la obra sino que acompaña interpretando todos los otros sonidos que necesarios. Muy recomendable para ir en familia ya que es un retrato del origen de nuestra nación.
Un poco de historia de la obra
Mateo es la primera pieza de su producción que Armando Discépolo calificó como grotesco. La obra, estructurada en 3 cuadros, se estrenó en mayo de 1923 en el teatro Nacional y fue muy bien recibida por el público y por la crítica que en sus comentarios elogiaba este nuevo lenguaje. Hoy, a casi 90 años Mateo sigue mostrando una vigencia contundente. "Miguel -dice Cacace- es un ser desesperado. En la desesperación, en el hambre, no se puede pensar y en la ausencia de un pensamiento crítico se dejará llevar por sus lugares más instintivos. Miguel- continúa el director- tan animalizado como su caballo por la circunstancia que le toca vivir, es funcional a la invitación a cometer cualquier acto que lo salve. Esta obra habla sobre una cultura que crea hombres anulados como tales en su desesperación. Miguel " agrega Cacace- podría ser presentado como una pobre víctima y eso tranquilizaría a la platea, sentirían piedad por él" No es lo que queremos, porque cuando estamos en la calle y los seres desesperados se nos acercan tememos" Discépolo no salva a nadie" no habla de ricos malos y pobres buenos. Se hace cargo de un asunto más complejo: de cómo se teje la trama de una sociedad que fracasa.
Ficha técnico artística
Autoría: Armando Discépolo
Actuan: Horacio Acosta, Mario Alarcon, Max Berliner, Roberto Carnaghi, Paloma Contreras Manso, Rita Cortese, David Masajnik, Ivan Moschner, Agustín Rittano, Miguel Sorrentino
Músicos: Francisco Casares, Juan Pablo Casares, Patricia Casares, Eliana Liuni, Demian Luaces
Escenografía: Félix Padrón
Iluminación: David Seldes
Diseño de vestuario: Magda Banach
Música original: Patricia Casares
Asistencia de dirección: Silvina Rodriguez
Producción: Melina Ons
Dirección musical: Patricia Casares
Dirección: Guillermo Cacace
TEATRO CERVANTES
Libertad 815
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4816-4224
Web: http://www.teatrocervantes.gov.ar
Entrada: $ 40,00 - Domingo - 20:30 hs
Entrada: $ 40,00 - Jueves, Viernes y Sábado - 21:00 hs