Lovely Revolution: "Bicentenario Revolucionado"
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Por Hugo Correa
En estas épocas del Bicentenario que celebra Argentina, vivenciar los hechos que dieron lugar a la Republica en 1810 adquiere un relieve mayúsculo, y más cuando la obra en cuestión, “Lovely Revolution” gira en torno a una figura emblemática de la historia de nuestro país: Mariano Moreno.
"Si en la juventud no se da lugar a la revolución, entonces ¿cuando?", se pregunta Moreno, quien fue un abogado de sólida formación además de revolucionario y liberal. Su fuerte e iracunda incidencia fue pieza indispensable para derrocar a la monarquía española, aunque también estuvo a favor del intercambio del libre comercio propuesto por los ingleses, hechos que le valieron simpatías varias y enemigos poderosos como Cornelio Saavedra, quien tangencialmente esta mencionado en la obra: "Hizo falta tanta agua para apagar tanto fuego", famosa expresión que según los revisionistas atribuidas al Gral. (Saavedra) luego del deceso de Moreno en un barco que lo conducía a Inglaterra.
Aunque no son los hechos históricos en los cuales “Lovely Revolution” se "detiene", ya que el revisionismo esta tocado oblicuamente, siendo la comedia musical (magistral composición con orquesta en vivo), y el propio relato en "off" (como tercera pata del relato) de los personajes, quienes nos ubican espacialmente en los momentos históricos que les toca vivir.
“Lovely Revolution” intercala constantemente dichas piezas de teatro, junto con una gran destreza corporal de todos los actores (Enrique Dacal, Julio Ordano, Enrique Papatino, Jessica Schultz), quienes logran llevar con solvencia todas las caracterizaciones. Cada uno de ellos no luce "almidonado", ni distanciado (ni en sus retóricas, ni en sus desplazamientos,) al componer la arquitectura de los acontecimientos solemnes que dieron lugar a la Primera Junta.
Esas vivencias profundas y que constituyen la matriz donde se gestó la revolución están contadas con el naturalismo a flor de piel, en un ritual casi clownesco y musical (1), con diálogos breves y una gran sintaxis teatral para que esta pieza no deje "afuera" a aquellos que desconocen los momentos que dieron lugar a nuestra nación.
El famoso salón de Mariquita Sanches y la jabonería de Vieytes constituyeron parte de la historia (y de la leyenda) donde encuentros secretos fueron gestando la revolución. Para ambientarnos “Lovely Revolution” recreó dicho lugar, aunque el exiguo escenario es un lunar en esta hermosa pieza, ya que la potente energía que se dispara en cada diálogo no logra expandirse o fluir con mayor peso. Los constantes y acertados movimientos mantienen el ojo abierto y atento del espectador, aunque la particularidad señalada sin ser molesta deja una sensación de penar al no permitir elevar (aun mas) esta muy buena creación.
Justamente (y relacionado directamente con la formación de lo que luego sería la nación) un detalle que merece destacarse, aunque el propio relieve lo puso Enrique Papatino en la dirección, es cuando el personaje de Mariano Moreno, quien rompe la cuarta pared, interpela al público en dos ocasiones: "¿Habremos hecho bien?" (Al hacer la revolución), dice. Ese elemento (la pregunta) tiene un peso especifico, que a 200 años de aquel hecho “Lovely Revolution” la hace trascender pues su vigencia sigue latente.
(1) La música diseñada por Pablo Dacal tiene brillo en cada intervención y logra una potente sinergia con cada fonema con el cual se entrelaza. Las partituras son bien llevadas por todos los personajes, y especialmente con Jessica Schultz quien logra una potente interpretación y discurre además con su gran conocimiento escénico en las transiciones robustas que compone.
Autor: Enrique Papatino
Actuan: Enrique Dacal, Julio Ordano, Enrique Papatino, Jessica Schultz
Músicos: Gonzalo Braz, María Esquiroz, Maximiliano Schonfeld, Clara Stegmann
Música: Pablo Dacal
Fotografía: Jorge Codicimo
Diseño gráfico: Jorge Codicimo
Asistente de producción: Pablo Lyonnet
Asistencia de dirección: Carla Tarantino
Prensa: Daniel Franco, Paula Simkin
Arreglos musicales: Pablo Dacal
Dirección musical: Pablo Dacal
Dirección general: Enrique Dacal