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El asesinato de un líder indígena exhibe las invasiones a territorios protegidos en Brasil

 Varias decenas de mineros fuertemente armados con vestimenta de estilo militar invadieron una aldea indígena en una zona remota al norte de Brasil la semana pasada y apuñalaron a por lo menos uno de los líderes de la comunidad, dijeron funcionarios el 27 de julio.

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El asesinato ocurre en un momento en que los mineros y los leñadores están llevando a cabo incursiones cada vez más audaces y desafiantes en zonas protegidas, incluyendo territorios indígenas, con el apoyo explícito del presidente Jair Bolsonaro. Los funcionarios advirtieron que el conflicto podría escalar en el futuro inmediato.

Bolsonaro ha dicho que las comunidades indígenas controlan vastos territorios que deberían abrirse a las industrias para volverlas rentables.

Las invasiones en territorios indígenas están en aumento en todo Brasil, y los líderes indígenas dicen que son amenazados constantemente por mineros, leñadores y campesinos. Sin embargo, los asesinatos de líderes indígenas no son comunes.

Los líderes de la comunidad indígena wayampi hicieron llamados urgentes al gobierno federal el 27 de julio y advirtieron que el conflicto entre los mineros y los miembros de su comunidad que viven en aldeas remotas en el estado norteño de Amapá corría el riesgo de convertirse en un hecho sangriento.

“Están armados con rifles y otras armas”, dijo Jawaruwa Waiãpi, un líder de la comunidad, en referencia a los mineros en un mensaje de voz enviado a uno de los senadores del estado. “Estamos en peligro. Deben enviar al ejército para detenerlos”.

No quedó claro en un primer momento cuándo ocurrió el asesinato.

Rodolfe Rodrigues, el senador, dijo el sábado por la noche que los residentes de la aldea invadida habían escapado. Al referirse a recuentos locales, dijo que había preocupación en la zona de que los hombres de la tribu regresen a la aldea para tratar de recuperarla.

“Hay un riesgo importante de que escale el conflicto en las próximas horas”, dijo Rodrigues en una entrevista telefónica. “Los indios van a contratacar”.

Rodrigues, que pertenece a un partido de oposición, dijo que las opiniones de Bolsonaro respecto de los territorios indígenas y los derechos de las comunidades nativas habían puesto a los descendientes de los habitantes brasileños originarios en peligro mortal.

“El presidente es responsable de esta muerte”, comentó.

Un representante del presidente rechazó hacer comentarios el sábado por la noche.

Rodrigues identificó al líder indígena asesinado como Emyra Wajãpi. Dijo que los mineros arrojaron su cuerpo a un río después de matarlo a puñaladas.

El sábado por la noche, una fuerza policiaca de élite iba camino a la zona. La Fundación Nacional del Indio (FUNAI), una agencia federal que fue creada para proteger los derechos indígenas, dijo el sábado que su personal en la zona estaba tratando de verificar los hechos en torno al asesinato.

Los wayampis, que han vivido durante siglos en la intersección entre el norte de Brasil y Guyana Francesa, vivieron aislados hasta la década de los setenta, cuando el gobierno brasileño construyó una carretera que volvió accesible la zona a los mineros y otros fuereños.

Su territorio fue designado zona protegida en 1996 como parte del proceso establecido por la constitución de 1988 de Brasil. Ese estatuto, que fue adoptado tras un periodo de veintiún años de gobierno militar, pretendía compensar a las comunidades indígenas por la brutalidad que habían soportado desde la llegada de los europeos al continente en el siglo XV.