El feminismo como interpretación del mundo
- Escrito por Fuente: El País
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Una exposición en Huesca reúne las obras de artistas que protestaron contra el modo en que los sistemas políticos deformaban sus vidas.
En un año marcado por las protestas feministas y ecologistas, estimuladas en parte por el clima reaccionario de la América de Trump y los nuevos populismos que galopan en Europa, conviene recordar que estas microrevoluciones ya resonaban décadas atrás gracias a las prácticas conceptuales de las artistas mujeres. Desde precursoras como Louise Bourgeois hasta radicales como Judy Chicago, con su monumental instalación a modo de escultura participativa The Dinner Party (1974-1979), o esencialistas como Ana Mendieta, el arte feminista ha dado muchas vueltas de tuerca hasta ajustarse como un movimiento complejo, casi perfecto, con su propia arqueología, pluralidad y sus acciones en espacios públicos y naturales.
Una exposición en el Centro de Arte y Naturaleza de Huesca (CDAN) recupera algunas de estas voces junto a las del movimiento queer que, inspiradas por el pensamiento de Simone de Beauvoir de la “realidad hecha”, reclamaban poder interpretar el mundo de forma diferente. Territorios que importan es también una investigación sobre las intersecciones entre las politicas, las identidades de género y los debates sobre sostenibilidad medioambiental.
Ana Mendieta. Sin título (Serie Siluetas). 1980. Mendieta solía usar el término “cuerpo de tierra” para describir su particular aproximación a la práctica del arte en la que incorporaba su propia figura (su silueta o huella) al paisaje natural. Utilizaba arcillas locales o pigmentos en polvo y pólvora como metáfora de su voluntad de regresar a Cuba, de donde se exilió cuando era una niña en los años inmediatamente posteriores a la revolución castrista. Las formas esculpidas en una gruta del Parque Nacional Jaruco, próximo a La Habana, recuerdan las figuras primitivas de las diosas de la fertilidad.
Agnes Denes. Three Mountain-A living Time Capsule. 11.000 Trees. 11.000 People. 400 Years. 1982-1996. En una montaña de 420 metros de longitud, miles de personas de todo el mundo plantaron árboles en las minas de grava en Finlandia, convirtiéndola en un terreno protegido, un auténtico bosque virgen pensado para ser cuidado durante 400 años. Los árboles están plantados siguiendo una intrincada disposición matemática que deriva de la combinación de la sección aurea y las estructuras de las piñas o el girasol. La obra de esta artista estadounidense de origen húngaro (1938) es el mayor monumento sobre la tierra que aúna el intelecto humano y la majestuosidad de la naturaleza, afirmando el compromiso humano con el futuro.
Gina Pane. Situation Idéale. 1969. Firmemente plantado en el suelo, el cuerpo de la artista forma una línea vertical que se recorta contra las líneas horizontales formadas por el cielo y la tierra, una reivindicación de la mujer como mediadora entre los dos mundos.
Mary Beth Edelson. Goddesses Head. Double Spiral. 1975. Edelson se interesa por la tradición de las diosas madres prehistóricas y los símbolos asociados a los cultos maternales. En este fotomontaje, sustituye la cabeza por una concha espiral fosolizada, creando una enigmática figura de diosa conectada con las fuentes energéticas ancestrales.
Judy Chicago. Purple Atmosphere. 1989. A finales de los sesenta, Chicago empieza a utilizar la pirotecnica en una serie de intervenciones ambientales destinadas a feminizar el territorio de California, “en aquel entonces —explica ella misma— “profundamente dominado por los hombres”.
Ana Maria Maiolino. Entrevidas. 1981. Este tríptico fotográfico tiene su origen en una acción realizada en el exterior de su estudio en Río de Janeiro y reproduce el momento en que la artista camina lentamente sobre un suelo lleno de huevos. En el centro hay un huevo fecundado, metáfora de la fuerza de la vida sobreponiéndose a la destrucción y a la muerte de aquel incierto momento del país.
Eva Lootz. Lengua de Tierra. 1983. El motivo de la lengua en la escultura de Eva Lootz aparece a principios de los ochenta en piezas producidas con materiales efímeros y naturales como la tierra, la parafina, el fieltro o el estropajo de metal. La lengua representa una transición entre el arcaísmo característico de la fase oral y la plena inserción en la cultura que supone la adquisición del lenguaje.
Territorios que importan. Género, Arte y Ecología. CDAN. Fundación Beulas. Huesca. Hasta el 20 de enero.