Críticas de Teatro

Eskoff: ¨Melancolía alborozada¨

La historia va de (un) juglar. O bien de (un) payaso. Podría decirse que están mixturados. Es un caminante. Un ser con recorrido en la vida pero sin alarde de ello. Su pequeño-gran ecosistema es amable, cercano y puramente análogo. Esta solo, pero no en soledad. Lo rodean duendes internos y compañeros en su periplo. Lo atraviesa una poética que le da fisonomía y espesura a su universo. Su patina melancólica es disimulada por su espíritu alegre que espuelea sus días. 

 

 Llega, como siempre, a algún acampado y allí comienza a narrar su vida. Allí está el primer signo de la obra. No hay, al parecer, mucho por contar. En realidad la obra no busca impactar. El tiempo se estira y no pareciese que fuese ha ocurrir algo trascendente. ¿Qué significa que pase algo en realidad? El silencio, la complicidad con el público y la simpleza de sus anécdotas marcan su norte. Es a partir de este núcleo donde la pieza se planta. Desde allí habla. Juega a jugar. A un ida y vuelta que es un truco para esconder su cicatriz. 

 

El (Marcelo Katz), habla en pasado y narra las peripecias con su padre y demás personajes. Las anécdotas se multiplican, tanto como la precisa coreografía que edifica en cada estudiado trazado por el escenario. Retoza y se divierte con el público. La  cuarta pared, destruida desde el mismo comienzo, sirve como trampolín para descomprimir su búsqueda (cicatriz), que todo payaso-juglar-poeta tiene en su espíritu. 

 

Eskoff tiene en un mesurado ritmo en buen logro. Se entrelaza con presteza con los múltiples gags, con las vivencias que narra cómicamente sobre las varias aventuras de sus coloridos personajes. 

 

Lo que conmueve de esta comedia, es que cuando genera silencio, cuando ¨se olvida¨ del público, encuentra tal grado de profundidad y dulzura que logra una geografía emocional de alto fuste. Cuando viaja a solas, cuando llega la noche, cuando él y su alma navegan como rumiando en la vida,  la pieza logra su cenit con presteza y un cálido brío. 

 

Ello es posible, por lo logrado y trabajado del personaje en la carnadura que sustenta su performance: estructura emocional llena de matices, gran convencimiento actoral sobre el ¨como¨ y el ¨que¨ cuenta, y una narrativa en su lenguaje corporal que logra alto grado de anclaje y solvencia.

 

 La apuesta de fluir con la platea es lograda, está justificada y esa dermis lo encuentra bien plantado. Todo funciona. No obstante, podría inferirse que si el recurso fuera más acotado, tanto como el metraje de la obra, la pieza dejaría más visible su brillo. Ello se evidencia cuando el juglar-payaso se haya mixturando su alegría y ese tenue dulce-tristeza que tiene instalada en su epidermis. 


By Hugo Manu Correa 
 
 

Este espectáculo forma parte del evento: Clown en el Conti. 3º Edición

Clasificaciones: Teatro, Adultos
LA CARPINTERÍA
Jean Jaures 858 (mapa)
Capital Federal -  Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4961-5092
Web: http://www.lacarpinteriateatro.com.ar
Entrada: $ 250,00 / $ 200,00 - Viernes - 22:30 hs - Hasta el 27/05/2017 

CENTRO CULTURAL DE LA MEMORIA HAROLDO CONTI
Libertador 8151 (mapa)
Capital Federal -  Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4701-1538/1594/1876/5249
Web: http://www.derhuman.jus.gov.ar/conti
Sábado - 21:00 hs - 11/03/2017