Críticas de Teatro

"Las hambrientas": Ilusos

Una familia en el campo que tuvo su época de esplendor ahora se abate ante el hastió del hambre. Dos hermanos (Oscar y Jimena) y una prima (Milagros), se preparan para una cena que se avecina como escabrosa en el resbaladizo terreno en el cual ahora sus días transitan. La dramaturgia y puesta de Pablo Iglesias se propone hablar (esta vez) en esa historia lineal y cronológica: de las dificultades del arte, del ritual de la magia, de las vísceras y de la carne. 
 
En la proeza de sacar nutrientes de una res poco consistente Jimena lidia con los aullidos de una perra a punto de parir, mientras Oscar lucha por su abstinencia y Milagros se agobia ante el calor y el hambre del pueblo natal que lo cobija y acecha. 
 
Esta primera parte de la obra transcurre desde un mismo espacio-tiempo, que con la complejidad de la intriga, se desdoblara. La duplicación será narrada desde los mismos personajes que se miraran desde afuera en el recuerdo. Esta idea aumenta la dinámica y el ritmo de la obra mostrando el artificio teatral del que también son presos los personajes de la obra.
 
En esta intención de hablar del arte se incorpora ante una segunda parte de la obra el desdoblamiento de las voces que establece un duelo entra la cuerpo (carne) y la ilusión (alma). Mientras que en esa cena “él” Armando (novio de Jimena) y “él” Huesudo (padre de Armando) son lo concreto, lo tangible. En tanto que este trio experimental son los “ilusos”. Aquellos hambrientos devorados por la realidad que los circunda.
 
Jimena (Camila Palacios), Oscar (Martin Rey) y Milagros (Valeria Actis) mastican transiciones con una plasticidad notable y muy lograda en todo su trayecto. Sus matices se lucen en cada inhalación de la pieza que narra a la platea la desdichada vida que llevan y lo hacen con una fragmentación interior que le da espesura a las resquebrajadas almas que habitan tales carnes.
 
Pablo Iglesias narra con una pluma vibrante y enjundiosa una historia que luce desgajada y que lastima con sus días algo tenebrosos, pero al mismo tiempo logra establecer una conexión lúdica con el público, desatando risas y complicidades en gran parte de su recorrido. 
 
La dirección (también de Pablo Iglesias) les adoso precisión y coraje a los personajes  estableciendo un vínculo puntilloso entre los tres actores. La energía que los conecta crea diversas atmosferas, siendo algunas ásperas y agrietadas, otras transitan un sinuoso y estrechísimo laberinto para terminar en un sombrío manto que los cubre y de cuyo destino ya no podrán escapar. 
 
By Jimena Trombetta, Hugo Manu Correa
 
Ficha técnico artística
Dramaturgia: Pablo Iglesias
Actúan: Valeria Actis, Camila Palacios, Martin Rey
Diseño de vestuario: Gabriela Delmastro
Diseño de escenografía: Gabriela Delmastro
Diseño de luces: Ricardo Sica
Música original:Leandro Iglesias
Fotografía: Germán Morilla
Diseño gráfico:Estudio Papier, Gonzalo Martinez
Asistencia de dirección:Nadia Albarracín
Colaboración artística:Clara Virasoro
Dirección:Pablo Iglesias
Duración: 50 minutos
 
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