Críticas de Teatro

¨Orfeo y Eurídice¨: Ensayo Redentor

 Abre siendo un guante de seda. En su envoltorio rápidamente se aprecia dulzura. Se arropa con la mirada fresca y calida desde ese lugar que en Baires se llama interior. Ellas son dos jóvenes dueñas de un fuerte vínculo de amor. 
 

A medida que este nexo narra sus días, se aprecia la ferocidad del afecto mutuo que las envuelve. Ese apego y el fuerte soporte moral que las sostiene, les permite hacer frente al vendaval que tienen enfrente.  

 

Lyza Tailor y Sofía Diambra, llevan adelante una historia que tiene el dolor como bandera, la moral como guía y el grito como punta de lanza para clamar por una ética ausente. Ellas encarnan el mito de Orfeo y Eurídice, poseedor del amor en (acaso), la expresión más sublime sentimiento y el suplicio en el cual quedara Orfeo al ver morirse en un santiamén a su adoración imposible.

 

El sublime mito nos sumerge en el inframundo para escenificar una historia que reflexiona sobre el hombre y su ciencia. Sobre los designios que toma en nombre de sentirse Dios ante el imperativo de tener control, o pretender hacerlo, sobre todo lo que lo rodea. 

 

El disparador que aquí se utiliza para anclarlo en nuestra contemporaneidad es el caso de Eluana Englaro, quien se debatió entre la vida y la muerte en un fuerte caso que tuvo fuerte resonancia en Italia. 

 

La obra nos pone en situación de un accidente. De las consecuencias durísimas de su internación. Del recorrido médico. De las varias complicaciones y de las derivaciones desdorosas que conlleva el parte médica para intentar que “siga con vida”. 

 

En un trazo la pieza planta bandera y manifiesta en su dramaturgia: “Tener derecho a tener salud, también significa el derecho a perderla”, dicta la obra en algún momento. Desde allí se para sobre los pedales y nos dicta su lugar moral en el mundo. Este valor se hamaca desde el legado que un tal Prometeo le robo el fuego a los dioses y comenzó a competir con El. Así el hombre comenzó en su loca carrera de establecerse en el planeta y desembarazarse de la naturaleza. El siguiente paso la creación Fáustica, que no es otra cosa que es querer ser el mismísimo Dios. Y en medio de ello todo lo que vive esta a merced de un experimento. De un ensayo redentor. 

 

La obra tiene un jugoso ritmo interior. Las pequeñas escenas se vinculan con vigor y naturalidad. La historia tiene el hilo conductor una historia contada en clave pretérita. Ese pasado es recordado en recuerdos, evocados con “fotos”, buena textura lumínica y marcas en diagonal que le dan vigor a la escenificación.

 

Las actuaciones resaltan un altísimo grado de compromiso, que vence algunos pocos instantes que la lograda pieza pareciera decir que más fiereza sería bienvenida.

 

Orfeo y Eurídice, tiene poesía, reflexión, teatro a gran escala que nos recuerda que el monstruo no es Frankenstein, sino quien lo creo. 

 

 

By Hugo Manu Correa

 

 

Sinopsis

 

Liza y Sofía nos cuentan su historia de amor que comienza en Tucumán. Las dudas, la ternura, la timidez, el compañerismo. La vida y la intimidad compartida que se verán afectadas por un suceso inesperado. Ese episodio hará devenir a Sofía y a Liza en Orfeo y Eurídice. Basada en un hecho real ocurrido en Italia, el caso de Eluana Englaro. La obra plantea interrogantes acerca de la vida y la muerte.
Director:  César Brie 
Autor:  César Brie 
Actúan:  Liza Taylor y Sofía Diambra 
Prensa:  Simkin & Franco 
Música original:  Pablo Brie 
Pablo Brie