Qué Doug Liman es un buen narrador ya lo sabíamos. Que también es un realizador que siempre cumple con nota, de sobra comprobado, que también. 'El caso Bourne', 'Sr. y Sra. Smith', 'Jumper', 'Caza a la espía', 'Al filo del mañana', 'Barry Seal: El traficante'... y ahora esta 'The Wall', que no es la excepción a una norma con marchamo de garantía.

Un thriller de suspense con muy pocos elementos: Dos soldados, una voz en off, un muro y la guerra de Irak muy al fondo, de marco. De hecho dominan las palabras a las balas, lo que no le impide a Liman impregnar a la mayor parte de sus minutos de una tensión muy bien traída. Un thriller de suspense, que no un thriller de acción o un thriller bélico.

Un título en la misma línea y prestaciones que otros filmes de apariencia modesta como 'Enterrado' o 'Última llamada'. Tan sencillos como a la vez, tan efectivos. Tan sencillos, como a la vez irresistibles.

Una pequeña película que funciona, con un Aaron Taylor-Johnson en plan estrella y tan sólo un pero reseñable: Al final le falta la debida contundencia para dotar de fuerza a todo lo anterior. Sin esa puntilla, nos queda un filme sumamente entretenido, y sumamente ameno pero quizá demasiado superficial como para calar más allá de la sonrisa cómplice.