To Rome with Love: Conciencia Allen
Alguna vez Diana Keaton (ex pareja y ahora su gran amiga) dijo que nunca podía dar con Woody Allen cada vez que visitaba Nueva York pues el bueno de Woody siempre está trabajando. Y cuánta razón tiene la actriz, Woody Allen no para de hacer películas. Casi una por año. Increíble.
En este raid de rendir tributo a ciudades (ya lo hizo en Gran Bretaña, Paris, Barcelona), y no podía dejar afuera a Roma.
El genial creador sube la apuesta en esta nueva movie no dejando a nadie a salvo, ni siquiera se salva el. Créame que vale la pena verla. Tiene su sello de siempre y es a la vez un documento que vomita (tal su mirada) sobre los tiempos modernos, de esta contemporaneidad que vivimos.
Roma es la ciudad donde ocurren cuatro historias independientes de las cuales dos de ellas son americanos y las otras dos son italianas.
La mítica Plaza España y sus múltiples bifurcaciones actúan no solo como centro y punta de partida del relato sino que las múltiples y confusas arterias actúan como metáfora del propio film.
Una turista, Hayley, conoce a un italiano Michelangelo (Alison Pill y Flavio Parenti) y de allí surge un enamoramiento que obliga viajar a sus padres desde EEUU. Aquí aparece actuando el propio Woody Allen como un hombre (Jerry) que ama tanto su trabajo, como defiende su ateísmo, su aversión política al comunismo (y sindicalismo) y su negación a jubilarse, “porque negas la cercanía de la muerte”, le dirá su psiquiatra-esposa-Phyllis (Judy Davis) que actúa como (su propia) conciencia cual campana lo pone en evidencia a cada paso
La comedia tiene un relato ágil, dinámico con diálogos ocurrentes con la indisimulada pluma de Allen que puso a su consuegro como vendedor de funerales como una suerte de mostrar las dos maneras que un americano y un italiano ven la vida (“deje de enterrar muertos y dedíquese a vivir la vida” (…), lo conmita): uno queriendo sonar quimeras y el otro abocado a sus quehaceres diarios y corrientes y a su familia.
La trama intercala todo el tiempo las 4 historias que no tiene vínculo literal entre sí. Son la forma en la cual Allen ve el mundo de hoy, como se ve a sí mismo y no solo que consigue una comedia estupenda, sino que describe de manera descarnada de narrar la realidad.
Sus cañones van apuntados a la cultura del entretenimiento y su culto a la celebridad (por allí vemos a Paparazzi detrás de Brad y Angelina), a la fama, a las banalidades (tostadas, medias corridas, ropa interior) varias a las cuales se le rinden pleitesía como una suerte de Mc Donald cultural que ha colonizado la agenda de los medios de comunicación (en todo el mundo).
Leopoldo (Roberto Benigni) será un típico italiano de clase media normal, que tiene una vida normal y que tiene problemas normales. Un día cualquiera y con rapaz sagacidad es llevado a un canal de TV para que cuente y narre sus vivencias diarias. La impunidad con la cual lo narra el relato es arrolladora y digna de admiración pues utiliza (Allen) el mismo impacto de los Network.
Una joven actriz americana, Mónica ( Ellen Page), actúa como la rompe corazones que solo sabe una cita de tal o cual famoso y junto a su encanto tiene a sus pies cada hombre que se cruza en su camino. Radiografía (una mas) que el director de “Los Secretos de Harry”, espeja en su film. Un joven arquitecto, Jack (Jesse Eisenberg) en otro tributo a Roma y su legado histórico, cae bajo su hechizo a pesar de ser advertido todo el tiempo por un americano, John (también arquitecto, Alec Baldwin) que actúa como alter ego del propio joven.
Una pareja italiana, Milly y Antonio (Alessandra Mastronardi y Alessandro Tiberi) están comprometidos pero un detalle “coqueto” dinamita la realidad de ambas disparándose la trama para caminos de los más disparatados. Aquí Allen nos muestra la Italia amatoria, la de Berlusconi y sus amoríos.
.La trama narra de manera correcta en lo político, pero risueña y descarnada en lo cultural. Vemos a la una prostituta Anna (Penélope Cruz), provocando y flechando todos a su paso.
Tambien veremos a Pía Fusari una leyenda del cine itálico (la siempre bella Ornella Mutti), auto-rindiéndose homenaje por partida doble. Apareciendo en una ráfaga y por otro lado con la actuación de Alessandra Mastronardi quien encarna en su juventud mucho de la belleza que la describió a OM como un icono del cine italiano.
Pero hay más. Allen no podía dejar afuera a los Productores Ejecutivos de la ciudad de las palmeras del sol californiano. Su personaje monta un show en un célebre escenario teatral para que su consuegro Giancarlo (Fabio Armiliato) cante (fascinante tenor) bajo un disparatada y bizarra producción, ya que es la única manera con la cual lograra darle seguridad escénica. La critica lo tratara de “im-becil”, palabra que (no traducción mediante) recibirá con agrado.
Ocurrente, disparatada, creativa, genial así es el nuevo film del hombre que no para, que nos regala una comedia divertida en todo su recorrido y mostrando que el universo Allen sigue más vigente que nunca.
By Hugo Manu Correa
Título: A Roma con amor
Título original: To Rome with Love
País: Italia
Productora: Sony Pictures Classics
Director: Woody Allen
Guión: Woody Allen
Reparto: Woody Allen, Alec Baldwin, Roberto Benigni, Penelope Cruz, Judy Davis, Jesse Eisenberg, Alison Pill, Greta Gerwig, Ellen Page
- Publicado en Cine / Críticas
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