Críticas de cine

Pistolero: Foragidos a la intemperie

Erotisa por los ojos. Seduce por la que esconde. Enamora por lo que cuenta. Imanta por los sentidos que despierta. Es su viaje que  mixtura sobresaltos y confortabilidad 

Lo viejo siempre esta al acecho para desmentir el paso del tiempo. Aquí esta "Pistolero" que recicla en clave Wester la historia de un Robin Hood argentino. Anclada en los años 60 el film narra la historia de los hermanos Velazquez quienes en su Chaco natal "desplumaban" de los suyo a instituciones o personas de sólido pasar económico. El raid delictivo de estos forajidos fueron perfeccionado a medida que pasaba el tiempo. 

Escrita y dirigida por Nicolás Galvagno el relato en una delicia estética. Con un marcado homenaje a Sergio Leone (1929-1989) la cinta es un espectáculo visual. Desde esa poética nos adentra en una trama que tiene un sesgo político que es desde donde esta anclada el punto de vista de la cinta. En la vereda de enfrente ubica el sesgo policial y castrense que tiene el relato que transcurre en época de la presidencia de Juan Carlos Onganía (1966-1970) en Argentina. 

Quién mira desde esta óptica es Maidada (Juan Palomino), comisario que oficia de duro. Él es quien va tras la caza de Isidro Mendoza. En la tensión de este arco dramático es donde el film encuentra su tono central. 

Un ítems que el film explota muy bien son el mirar de Isidro Mendoza. Se encono existencial no necesita ser verbalizado. También es un caballero que sabe disculparse cuando sus forajidos compañeros “provoquen” a una maestra que ha llegado desde Buenos Aires. Ella será quien lo arrincona con su amor y lo interpela a medida que transitan el camino. 

El pulso de esta formidable creación se abastece en que su raccord no baja jamas el ritmo. Al mismo tiempo no juega a entretener como único objetivo. Lo magistral que la dirección logro plasmar son los reposos que el film tiene. Como un guión indisimulable a Akira Kurosawa (1910-1998) estos momentos de quietud multiplica los sentidos. La  interioridad de Isidro Mendoza ofrece su capa de sentidos en su accionar a travez de las esquirlas que le ha dejado un engañero amor. El derrotero interior ha sido un tsunami que lo corroe. Ese afuera es su enemigo y también en el (y con el) redime su libertad.  

Isidoro Mendoza (Lautaro Delgado Timuk) es quien hace galopar la trama. Sus otros dos "camaradas" Claudia (Sergio "Maravilla" Martinez) y el Tano Petri (Diego Cremonesi) lo siguen sin fisuras. 

Isidro tiene un dolor que dispara su vida de desierto interior. Su angustia lo trasciende.  Es como un agujero negro lo va devorando y de ese "no lugar" no querrá salir.  Aquí la pieza hace pendular la sub-trama metafísica. El duelo intelectual de una joven ilustrada será constante. Sofia (María Abadi) le dicta el sentido común de como debe accionar. A lo cual el joven errante redobla la apuesta. Este linea del film es la veta mas rica que ofrece en cuanto al punto de vista de pertenencia cultural. Isidro tiene una cosmovisión que no necesita otra galaxia en su universo. Menos aún la sobre-interpretación de ese sincero amor que entiende tiene que ayudar a redimirlo. 

La dirección es la figura central del film. Nos toma de las narices de principio a fín. Nos lleva de viaje y nos suelta en medio del desierto. Lo que se encuentra es un oasis que alimenta. La factura actoral es vigorosa. Juan Palomino en su  ofrece su habitual solidez, con matices que son una delicia. Sergio Maravilla Martinez es un hallazgo actoral dado un estudiado desenfreno y charme escénico. Esta bien plantado y mostró que tiene algo para decir. Marisa Abadi ofrece la cuota sofistica y elegante que imanta la pantalla. Lautaro Delgado Timuk se posiciona como un actor ascendente. La fiereza de su personaje es robusta y sin fisuras. 

Argentina siempre ha sido un país de carácter vehemente, inquieto intelectualmente, orgulloso en su andar y con la anarquía como sellos bien marcados. El camino errático que ha tenido el camino de político-economice en la geopolítica internacional lo ha diezmado esa capacidad notable que este país tiene para reciclarse a pesar de los innumerables problemas que lo aquejan. Lo notable es que esos problemas no cesan pero tampoco ese espíritu desafiante. Es como que el país tiene algo que decir pero todavía no ha encontrado su tono. En la cinta un personaje italiano que oficia de matan es advertido que aquí no tiene que matar ni yanquis ni nazis. "Esto es Argentina", le espetan. Podría ingerirse que el guión luce subrayado pero se justifica por el punta de vista que dicta de donde esta plantada en el mundo. Esta estupenda propuesta cinematográfica se puede entender desde donde se la mire por lo universal de su narración. También tiene su sesgo netamente local en cuanto al disparador político-existencial que vomita desde su interior.

Título original
Young Billy Young
1969, 88 min, Estados Unidos
Dirección:Burt Kennedy
Guion:Burt Kennedy (Novela: Heck Allen)
Música:Shelly Manne
Fotografía: Harry Stradling Jr.
Reparto: Robert Mitchum,  Angie Dickinson,  David Carradine,  Robert Walker Jr.,  Jack Kelly, John Anderson,  Deana Martin,  Paul Fix,  Rodolfo Acosta,  Christopher Mitchum
Productora: NBC
Género: Western